» Capítulo 12.

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Jean y Matt se sentaron en el césped del patio trasero de los hermanos Salvatore. Los dos hermanos habían dejado la casa, Damon por decisión propia y Stefan para darles algo de privacidad. Aunque no dejaba de rondar la casa cada tanto, por si algo ocurría.

— Así que, aquí estabas — la voz de Matt sonó más como una afirmación, que una pregunta, el rubio la miró directamente.

Ella le regaló una media sonrisa y bajó la mirada.

— Es una larga historia — comentó Jean, aun cabizbaja.

Matt asintió, se hizo un poco para atrás, apoyándose en sus manos y estiró las piernas.

— Bien, tenemos tiempo, cuéntala.

Jean volvió a mirarlo algo incomoda, esperaba que él quisiera saber la historia, pero muy dentro de ella, deseaba que él no preguntara.

— Me quedaré un tiempo con los Salvatore — comentó la castaña, aun no sabiendo exactamente que inventarse para que su amigo no se preocupara.

— ¿Por qué?

— No hay una razón en particular, es solo que... — Jean mordió su labio —, anoche durante la fiesta pensé en regresarme a mi hogar...

— Acabas de llegar, Brooks — la castaña suspiró. Mentir, nunca ha sido su fuerte — anoche me enviaste un texto diciéndome que estabas divirtiéndote por tu cuenta, que no te molestara y no sé qué otra sandez más. Tú no eres así ¿qué sucedió? ¿Por qué estás aquí? ¿Por qué dices que estarás con los Salvatore, en lugar de estar en tu casa?  

Matt le atacaba con preguntas, una tras otra, con tal de sacarle a ella la verdad, pero cada vez que él formulaba una pregunta nueva, ella se iba por la tajante. Él solo sabía lo poco que Stefan le dijo, pero Donovan estaba seguro que había más, y eso es lo que quiere saber.

— Solo busco un lugar privado en donde pensar —volvió a hablar Jean, intentando con una nueva mentira —, en la fiesta de Tyler me aparté, conocí a Damon y bebimos los dos, entre tragos, me desahogué y conté toda mi bochornosa relación con Daniel, y creo que el Salvatore se desahogó también de unas cuantas relaciones, porque mencionó a unas chicas, nos hicimos amigos y heme aquí.

Jean respiró hondo cuando él la miró con desconfianza.

— Somos dos desastres en el amor, nos entendimos — mintió otra vez y el rubio solo torció los labios —. Es verdad, le conté que quería apartarme del mundo un momento, me ofreció su hogar y acepté.

— ¿Aceptaste irte a casa de un tipo que acabas de conocer, en lugar de pedirme ayuda a mí? — le cuestionó el rubio y Jean no supo de primera instancia que responder.

Matt tenía muchísima razón, y aunque la mentira de Jean también tiene en parte cosas ciertas, no terminaba de cuadrar con las acciones que ella haría en una situación así. Sin embargo, Jean recordó que también mencionó las bebidas, por lo que ahí encontró lo que necesitaba para excusarse por completo.

— Estaba ebria, lo siento, no pensaba bien.

— Bien, te lo pasaré, ahora, vamos a tu casa, o quédate en la mía, como gustes.

Jean prefería eso, pero negó.

— No quiero darte problemas, no quería que sintieras que estabas repitiendo la historia de Vicki.

"La estoy repitiendo ahora, Jean" pensó él.

El rubio dobló sus piernas, acercándolas a su pecho, rodeándolas en un abrazo. Sus ojos azules fueron a los de la chica.

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