Solo para mi. (hiatus)

4.

*Temas sensibles*
*historia ficticia*
*No se apoya cualquier acción abusiva*

Deku se encontraba recostada en la cama, era la misma cama que había en su habitación real, pero que se sentía tan ajena. Observó su cuarto y sollozo al pensar que era suyo, aún no podía creer lo detallado que estaba. ¿Como aquel hombre podría haber sabido eso, en qué lugar iba cada cosa? Ya había perdido la noción del tiempo, ¿aún la buscarían, sus padres estaban bien? La mirada perdida y el cuerpo frío era lo que la caracterizaba en esos momentos. Sentía que su alma se perdía más y más. Los sonidos la alertaron y quedó sentada en la cama, cada que el hombre llegaba su miedo a morir le invadía, pero a su vez la incertidumbre de seguir viva le consumía. Aquel hombre cuyo rostro no conocía puesto que siempre llevaba una máscara y una profunda voz que le hacía temblar. No sabía que planeaba ese hombre, su miedo era ser abusada, pero más allá de unas cuantas cachetadas y golpes en su cuerpo no había pasado nada, su alimento era limitado y sentía que perdía peso, sin embargo, sus comidas eran proporcionadas y variables, eso era lo peor, sabía que estaría allí por mucho tiempo.

La puerta se abrió y dio paso al hombre de cabellos negro. - Hola preciosa. - comentó con la voz distorsionada.

Izumi bajó la cabeza y apretó los labios.

-Pronto empezará el show. - comentó acercándose a la chica y con delicadeza acarició el cabello verde. - Ya verás que lo disfrutaras y con el tiempo pedirás por más. - con un cambio brusco se aferró fuertemente a los cabellos haciendo que la joven se quejara observando el rostro de la chica. Con la mano desocupada acarició la mejilla pálida y seca, siguió a los labios cuarteados y los acarició sugestivamente. -Sabes.... Tenía un plan... uno que solo te incluye a ti y a mi...bueno y a los enfermos que nos verían a través de la cámara. - Comentó sin soltar a la joven de los cabellos. Pasó de los labios al cuello y acarició la zona del hombro y la espalda, pasando por debajo de las tiras del brasier. - Pero qué crees... - Izumi sollozo esperando la noticia. - Alguien está ofreciendo mucho dinero por follarte, podrías ser mi mina de oro, después de todo, me esforcé mucho para poder tener todo esto para ti. - Rio. - aun lo estoy pensando, de verdad quiero ser el primero, pero bueno... puedo ser el primero en otras cosas - susurró inclinándose un poco y bajando la tira con la cual jugueteaba, soltó el cabello y repitió lo mismo con la otra tira. Izumi tembló.

El hombre se deshizo del brasier y lo dejó aun lado. - Oh... es lo que esperaba.- susurró. - Que lindas pecas.... - trato de tocar uno de los pechos pero Izumi se movió y se arrepintió, esperó por el golpe, más nunca llegó. - Eres una perra, pero no te golpeare, si decido venderte será en buenas condiciones. - Se puso de pie. - Si desvias la mirada una sola vez....- Dejó las palabras al aire y se empezó a deshacer del pantalón. - Me importa una mierda el dinero, pero un extra no duele. - prosiguió sacando su miembro semi erecto. - Si te mueves te follare ahora mismo y te preñare. Si no te mueves, bueno... te preñara otro. - empezó a masturbarse frente a la chica que temblaba fuertemente y lloraba en silencio aun viendo cómo el tipo se autocomplacia con su presencia.

-Oh ... .si.... - Se acercó a la chica mientras aumentaba los movimientos, con la mano desocupada acarició uno de los pechos y lo masajeo. - Tan suaves... - gruñó y apretó.

Izumi reprimió las arcadas y el vómito. La mirada seguía fija en la acción del hombre. Jadeo al sentir cómo su pecho era amasado violentamente, dolía y mucho. El movimiento aumentó en ambas acciones y Deku sintió el líquido viscoso e inmundo caer en su cuerpo y cara.

-Demonios ...eso fue excelente...- jadeó el hombre, su mano se movió un poco más sacando todo de su interior y de manera déspota se limpió en el seno que no había tocado anteriormente. Se acomodó la ropa. - Puedes tomar una ducha. - abrió la puerta que daba paso a Deku. - 20 minutos luego cierro. - y sin más se fue.

Midoriya rompió en llanto.

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-¿Y cómo está Mina? - preguntó un rubio a Kirishima. El pelirrojo suspiró y dio un sorbo a su bebida. -No lo sé...Ni siquiera sé cómo estoy yo ante todo esto. Es mucho tiempo, cada vez se pierden las esperanzas, no se que hacer. -

Aoyama palmeó el hombro de su amigo. - Vamos, la esperanza en lo que se pierde.-

-Lo sé, pero esto sobrepasa todo. Cómo alguien puede hacerle eso, ella... ella es una niña, apenas estaba comenzando a vivir, sus sueños y metas... - Comentó visiblemente afectado.

-Oye...¿De verdad no se te ocurre quién pudo haber sido? - preguntó seriamente.

Kirishima negó. - No...Midoriya no se metía con nadie y no es de las que buscaba problemas...fue siempre muy amable....- se detuvo un momento...- Oh... mierda..puede haber alguien...- Aoyama le miró sorprendido.

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Los padres de Midoriya, Mina y Kirishima estaban en la oficina de Iida, era tarde, pero el pelirrojo no dudó en llamar al oficial para dar información que recién había llegado a su mente. Inko había insistido en estar ahí pese a que el doctor no lo había recomendado, Yagi estaba expectante.

-Puede que no sirva, pasó hace mucho. Fue muy insignificante y nunca se lo comenté a nadie a pedido de Deku. - dijo el pelirrojo. - Yagi san sabe que a las chicas las invitan a muchas cosas y algunos fans de mucho dinero, piden encuentros con sus favoritas, alguna cena o invitaciones a reuniones. Las mayores ya habían experimentado algo así, siempre acompañadas por mi o por la asistente personal de cada una. Nunca están solas. - comentó aclarando algunas cosas. - A Deku le había llegado una invitación igual, ella tenía 17 y le recomendé que no aceptará, debido a su edad no era muy conveniente que lo hiciera, ni siquiera acompañada. Pero ella insistió alegando que no podía ignorar a un Fan.

Yagi escuchaba y trato de recordar.

-Al final accedimos, Izumi estaba realmente emocionada, ese día no la acompañé, pero fue con Kyoka, al final todo salió bien, pero Deku al tiempo después, casi al mes, dijo que los pocos minutos que estuvo sola con el hombre se sintió incómoda y que hizo un comentario que no le gusto, insinuando algo, pero no recuerdo que fue... - terminó de hablar.

Iida terminó de tomar nota y suspiró. - Imagino que tienen la información de la persona. ¿Correcto?-

-Todo debe estar guardado, puede revisar lo que desee. - Dijo Yagi.

Revise los expedientes antes de venir y el nombre del cliente es Koku Hanabata.