Hay tanto silencio que puedo escuchar los latidos de mi corazón, mi cuerpo esta inmóvil tumbado en una cama, no tengo fuerza en mi, ni siquiera para abrir mis ojos, solo puedo escuchar todo a mi alrededor pero no hay nada, no hay nadie, solo un pequeño y débil latido de mi corazón.
Después de un intenso deseo de abrir mis ojos me doy cuenta de que estoy vendada y atada de manos, el lugar comienza a ponerse frío y yo comienzo a sentir hambre, ¡valla! no tengo idea de cuando comí algo y es justo ahora cuando empiezo a sentir un dolor agudo en el estomago que me implora comida. Intento levantarme y al darme cuenta de que no estoy atada a la cama, logro sentarme, llevo mis manos (que aún están atadas) hasta mis ojos para poder quitar la venda, entonces miro donde me encuentro y todo mi cuerpo se paraliza.
¿Acaso es posible todo esto? miro a mi alrededor, siento que mi corazón se a detenido, mi respiración es ligera pero igual puedo escucharla, mi boca exhala una nube de frio. Una sola vez entre en uno de estos lugares, mis padres son médicos y el hospital tiene uno parecido, solo que ahí guardan todo tipo de medicina especia aunque tambien a muchos de los prospectos para ser DORSC, la temperatura de ese lugar es tan fría que la respiración inmediatamente cambia y el cuerpo exhala nubes de frío, es divertido jugar con eso, pero en pocos instantes el frío es tal que solo deseas salir.
Pero estar encerrada en un refrigerador del tamaño de una piscina profesional, no es algo que tenia en mis planes, mucho menos cuando todo lo que hay a mi alrededor son partes humanas y Altos.
Quiero gritar, llevo minutos observando todo queriendo gritar tan fuerte pero nada sale de mi, nada pasa, odio ser ese tipo de persona que ante el peligro se queda inmóvil, como las zaragüellas, exactamente, me siento una zaragüellas esperando que el peligro se aleje de mi, por el simple hecho de que me vea paralizada.
Nubes de frío siguen saliendo de mi, trato de mantener la calma, pero el miedo me atrapó primero dejándome inmóvil; de repente un silbido nostálgico comienza a sonar no muy lejos, mis ojos buscan de donde viene, el silbido se acerca y con el los pasos de alguien que camina con calma, la melodía se va acercando y los pasos comienzan a sonar más firmes, no se si tengo miedo o estoy ansiosa de que alguien me explique que sucede. Los pasos se detienen y la perilla de una puerta suena al ser desbloqueada, los silbidos no paran y aunque las partes robóticas me bloquean parcialmente mi vista, puedo ver unas botas tipo militar desgastadas acercándose.
-- ¿Tienes frío? -- Esa voz era familiar, además sonaba sarcástica.
-- Déjate de tonterías, sácame de aquí -- no se de donde salio eso, pero estaba llenándome de rabia.
-- Lo siento querida, por tu propio bien, pero sobre todo por el nuestro, no puedo dejarte salir de aquí. -- Caminando de un lado a otro sin acercarse demasiado a mi lo dijo firmemente.
-- ¡¿Qué estoy haciendo aquí?! ¡¿Por qué me trajiste?!-- sentía la adrenalina comenzar a hormiguear mis manos desatándose.
Entonces me miró, y agachándose puso su mano en el piso y la tierra comenzó a moverse, como si de un terremoto se tratara, cuando levanto su mano, todo regresó a la normalidad.
Quise levantarme pero el movimiento hizo que me cayera, olvide que tenia las piernas y manos atadas. Mis ojos se abrieron de temor y lo miraron fijamente, tratando de averiguar que pasaba, y dándose cuenta de mi intriga, lo hizo de nuevo, como retándome y a la vez satisfecho por lograr impresionarme.
-- ¿Qué te pareció?-- Su actitud estaba llena de satisfacción, pero también había tanta alegría en él, una felicidad genuina.
-- ¿De qué se trata todo esto? ¿Quien eres? -- Tenía mas preguntas que hacerle, pero tartamudeaba enfrente de él.
-- ¿Qué te pasa? ¿Acaso nadie te lo dijo? Bueno, me complace ser el primero en decirte que no eres la única niña que fue dejada -- Su cara se llenaba de alevosía, estaba sonriendo y seguía moviéndose de un lado a otro, sonreía de la emoción y cuando sus palabras se referían a mi, me miro a los ojos, retánte.
Mis ojos se apartaron de él, me sentía mas confundida que al principio, con más dudas, todo parecía ir mas lento y borroso.
-- Pero no tienes que poner esa cara querida, seguramente te mintieron por amor, aunque eso significaría que no es realmente amor, si no conveniencia, lo cual es aún mas duro-- él comenzó a balbucear estas cosas mientras me desataba las piernas y me ayudaba a ponerme de pie.
-- ¿Cuantos son?-- solo pude decir eso antes de enfurecer y ver como el caos seguía teniendo efecto.
-- ¿Quienes? ¿Los discapacitados que vivimos aquí? ó te refieres a nosotros, ¡a los dejados!, niños dejados en un mundo miserable, ¡en lugares miserables!, ¡¡olvidados!!, en la sociedad llamada Discapacitada-- Su voz era calmada, serena, hasta que mencionaba lo que al parecer le dolía. -- Pero no para ti querida, no para ti que lo tuviste todo y que jamás perdiste nada y que permanecía en la reja mirándonos como las peste, como todos los demás-- lo dijo como si sintiera un odio hacia mi, seguramente no tenía idea.
La adrenalina se apoderó de mi, y con una fuerza brutal me deje ir en contra de él, logrando empujarlo hasta la pared del otro extremo, pensé que estaba inconsiente y me aparte un poco, entonces se levanto tan rapido que apenas pude seguirlo, me tomó por la espalda, un brazo me rodeó el cuello, me sostuvo con fuerza.
-- Pensé que si no te desataba las manos estaría a salvo, veo que eres más fuerte de lo que pensé-- apretaba con fuerza mi cuello, creí desmayar.
Una reacción de mi me asombró, incline mi cuerpo hacia el frente, haciéndolo volar por arriba de mi, golpeo de nuevo la pared a varios metros por encima, de un salto llegué hasta el y antes de que se deslizara le di un golpe en la cara que lo hizo caer con fuerza al piso, una vez ahí puse mi mano en su cuello y apreté tratando de ahogarlo, él me miro a los ojos suplicando detenerme.
-- Tu no sabes nada de mi, no tienes idea de quien soy y como he vivido, no te atrevas a decir de nuevo tus estupideces-- mi propia voz me atemorizó, mi cara tenia un aspecto de miedo y mi mano apretó con más fuerza y sus ojos se enrojecieron.
-- Basta-- fue lo único que pudo decir antes de hacerme reaccionar.
-- ¡Hey! --
-- ¡Dejalo!--
-- ¡Apartate basura! -- varias voces se acercaban corriendo amenazándome, entonces reaccione y miré lo que hacia y soltándolo, una fuerte energía salió de mi para derrumbar a todos los que estaban cerca.
************** Horas más tarde********************
Logré arreglarmelas para colgar de los mismo ganchos que tenian partes humanas o Altos a Shio y sus amigos, cuando lograron despetar ahora era yo quien tenia el control.
ESTÁS LEYENDO
La sonrisa de Ayra
Science FictionEl mundo a cambiado, es el año 2065 y después de la desaparición global de millones de personas sin explicación alguna, los gobiernos mundiales se reunieron para evitar que esto suceda de nuevo, constituyendo un nuevo orden para todos, una moneda y...