--esto es una locura, no sé porque accedí a hacer esto-- Dylan se quejaba tanto todo el tiempo que de no ser porque yo sentía lo mismo, lo hubiera golpeado.
--no creo que estes en posicion de elegir-- reclamo Nath.
--¿ah no?, mírame, de seguir con esta tontería vamos a ser descubiertos por los Altos, y ¿sabes qué? no quiero morir, no aquí en esta pocilga, no aquí donde no tengo nada-- se quejaba Dylan pero no dejaba de caminar con nosotros.
--ya casi llegamos, no se preocupen-- decía Agora que caminaba al frente con Shiro.
--¿crees que esto funcione?-- era Nath que caminaba a mi lado, éramos las últimas.
--espero que funcione, no tenemos alternativa, si iniciamos algo que no debemos yo...-- no estaba segura de lo que podía pasar, pero no quería que otros cargaran con las consecuencias de nuestros actos.
--así que piensas lo mismo-- dijo mirando a nuestro alrededor, ella percibía lo mismo, las personas que vivían en La Zona.
--!alto!-- escuchamos desde el frente decir a Shiro.
no veíamos nada, pero escuchamos ruido desde el almacén al que nos dirigimos
--pensé que estaba abandonado-- susurró Agora.
Nadie dijo nada puesto que nadie estaba seguro de que encontraríamos en ese lugar.
--Agora, ¿ves algo?-- Shiro no se refería a lo que podía ver en ese momento, hablaba de una visión.
--no--dijo agachando la cabeza, pero Shiro tenía sus dudas.
Seguimos nuestro camino hasta que logramos llegar al almacén, era más grande de lo que se veía a lo lejos, dentro de él, colgaban cientos de Altos, era como un cementerio de Altos, o tal vez era un lugar donde fabricaban altos, como fuese ese lugar se veía tétrico, nadie deseaba entrar.
--creo que es mejor idea si Agora va y busca lo que necesita-- hablaba Dylan con temor.
--no estoy muy de acuerdo con eso-- decía Agora desde atrás.
--¿cómo llegaste ahí?-- preguntó Nath ya que en un instante Agora pasó de estar al frente a esconderse detrás de todos.
--no me gusta este lugar-- consiguió decir Shiro entre nosotros.
--si a ti no te gusta a mi menos-- pobre Dylan, podría decir que estaba casi temblando.
--hagamos un plan-- contestó Nath.
--muy bien, yo opino que puedo vigilar desde aquí-- inquirió Dylan.
--muy bien, los demás sigamos adelante-- declaró Shiro.
--¿de verdad me van a dejar aquí solo?-- chillaba Dylan desde la puerta mientras todos continuaban.
--grita si escuchas algo-- voltee a decirle.
--¿gritar? va a mojar sus pantalones-- bromeaba Nath.
--Nath y yo iremos en esa dirección, tu y Agora vallan por el otro lado, si ustedes encuentran la antena antes que nosotros griten, si no es así, les daremos aviso-- decía Shiro mientras daba indicaciones de ir a la derecha por unas escaleras.
El lugar estaba completamente cerrado, unos ventiladores industriales en el techo giraban con ayuda del viento, unos ventanales en lo alto dejaban entrar la luz del sol y eso era suficiente para poder ver a nuestro alrededor, la energía no servía aunque con el paso probamos cada interruptor; era una bodega de dos pisos, la parte de abajo por en medio era donde colgaban los Altos y a los costados tenían toda clase de maquinarias, probablemente era ahí donde los armaban o hacían experimentos. El lugar parecía completamente abandonado, con pasillos por todas partes, puertas que dirigían a otros laboratorios.
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La sonrisa de Ayra
Ciencia FicciónEl mundo a cambiado, es el año 2065 y después de la desaparición global de millones de personas sin explicación alguna, los gobiernos mundiales se reunieron para evitar que esto suceda de nuevo, constituyendo un nuevo orden para todos, una moneda y...