Donde Minho jura ser heterosexual y Seungmin intenta de todo para llevarlo a la cama. Pero... ¿Qué sucede cuando esté termina enamorándose y al lindo rubio no le interesa corresponderle?
Kim Seungmin era libre, no era de nadie y nunca lo sería, ¿o...
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Por las noches había mucho más viento que en las tardes y más en un lugar como en la playa, eso causaba un pequeño o tal vez gran problema en Seungmin, pues su cabello estaba siendo despeinado por la brisa.
—Debimos ir a otro lugar—se quejó.
—Ya estamos aquí—contestó mientras se sentaba en la arena y abría la botella de alcohol.
—Ya qué—frunció los labios y se sentó a su lado, le arrebató la botella a LM y la bebió directo de esta, para después hacer una mueca de desagrado—Esto sabe horrible.
—Fuiste tú quien quiso comprar alcohol—le recordó.
—Lo sé, odio el sabor, pero me gusta el efecto.
—Ya somos dos—le dio un pequeño trago y se acomodó el cabello que se pegaba al rostro debido al aire.
—Bueno, ya qué estamos aquí—jugó con la arena entre sus dedos—¿Por qué no me cuentas un poco de ti?
—¿De mi?—se apuntó—Uh, bueno, soy de Busan, vivo con mi madre.
Hizo una pausa para beber otro trago de alcohol, pero Seungmin se apresuró a preguntarle otra cosa.
—¿Qué es lo más malo que haz hecho?—le preguntó con curiosidad.
Minho se quedó pensando por unos segundos.
—Creo qué fue cuando golpeé a un profesor—contestó y Seungmin recordó aquello, aquel día estaba tan encantado con Minho, claro qué el profesor se había defendido y había dejado el labio roto del chico, haciendo qué se viera más sexy de lo qué ya era, cosa qué le había excitado demasiado, además de que aquel profesor era uno de sus acosadores.
Al final terminaron despidiéndolo.
—Lo recuerdo, no sabes lo mucho qué me encanto verte tan enojado—se relamió los labios—Ese profesor me tenía harto.
—¿Te hizo algo?
—Sus malditas insinuaciones—rodó los ojos e hizo una mueca de asco.
¿Había alguien que no caía en los encantos de Seungmin?
—Me sorprende qué incluso a un profesor le gustes—dijo con un poco de celos.
Seungmin sonrió con satisfacción.
—Oh, bebé, yo le gusto a todos—le guiño un ojo y Minho no dijo nada, en su lugar miró la luna, se veía bastante linda y iluminaba el mar de una manera increíble. De repente un silencio incomodo se creó y a Seungmin no le gustaba el silencio...
