Donde Minho jura ser heterosexual y Seungmin intenta de todo para llevarlo a la cama. Pero... ¿Qué sucede cuando esté termina enamorándose y al lindo rubio no le interesa corresponderle?
Kim Seungmin era libre, no era de nadie y nunca lo sería, ¿o...
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En la mañana siguiente, como era de costumbre, Seungmin se había despertado muy temprano para darse una ducha y arreglarse antes de ir a la universidad, puso música en su pequeña bocina y comenzó a elegir la ropa qué llevaría aquel día, quería verse bonito, siempre lo estaba, pero ese día quería verse aún mejor. Al final optó por ponerse una camisa blanca con rayas negras, una chaqueta rosa encima y unos pantalones negros qué estaban rasgados de la rodilla, por ultimo y para complementar su outfit, una gargantilla con un dije de corazón.
No hacía falta mirarse al espejo para saber qué estaba increible, pero claro, era Kim Seungmin y tenía que mirarse más de una vez en el para sentirse bien consigo mismo, y así fue, en cuanto miró su reflejo no pudo evitar sonreír y darse cumplidos a si mismo. Después de asegurarse de qué BangChan pasaría por él, tomó su mochila, metió sus llaves y su teléfono y salió de casa para esperarlo sentado.
—¡Buenos días, Seungmin!—le saludó su vecino con una amable sonrisa, era un chico de treinta años, ósea, diez años mayor qué Seungmin, pero eso no quitaba el hecho de qué era muy guapo.
—¿Qué tal?—saludó de vuelta de forma coqueta, era casi imposible para él poder dejar de ser así—Espero qué tenga un buen día.
—Muchas gracias, igualmente—contestó y antes de subir a su auto para dirigirse al trabajo, quiso ofrecerse para llevarlo al colegio—¿Quieres que te lleve?
—Oh, eres muy lindo, pero no hace falta.
—¿Estás seguro?
—Si, ahí viene mi mejor amigo—apuntó el auto qué se estacionaba al frente suyo—¡Nos vemos!
Él chico asintió y subió a su automóvil para ahora si, irse al trabajo.
—¿Qué quería?—preguntó BangChan en cuanto Seungmin se sentó en el asiento de copiloto.
—Llevarme a la universidad—se encogió de hombros mientras se colocaba el cinturón de seguridad—Da igual, tengo qué contarte algo.
—Si es de Minho no me interesa—respondió antes de qué comenzará a contarle algo qué no deseaba escuchar.
—¿Por qué eres así?—se miró las manos y puso una carita de tristeza—Nunca quieres escucharme.
—Hay cosas qué deberías guardártelas solo para ti, Seungminie—colocó una mano en su hombro y le apretó ligeramente—Cuéntame, pero omite las partes en donde hay sexo.
—No, ya no quiero—se cruzó de brazos con enojo.
—Eres muy orgulloso—rodó los ojos y apretó su mejilla entre sus dedos—Como quieras, entonces.
Seungmin odiaba qué las personas no hicieran lo que él quisiera, por lo tanto, si BangChan no quería escucharlo, eso le enojaba, pero tenía razón, no tenía porque contarle todo a detalle, ese era un error del rubio. Pero, inconscientemente lo hacía para sentirse importante, Seungmin tenía varios problemas y uno de ellos era no poder estar bien si no tenía atención. Y eso, tenía que cambiar si algún día quería ser completamente feliz.
