Donde Minho jura ser heterosexual y Seungmin intenta de todo para llevarlo a la cama. Pero... ¿Qué sucede cuando esté termina enamorándose y al lindo rubio no le interesa corresponderle?
Kim Seungmin era libre, no era de nadie y nunca lo sería, ¿o...
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Antes de llegar a la escuela, Minho había pasado a comprar una bebida de fresa para Seungmin, tal vez era algo cursi, pero de esa manera le demostraría que realmente pensaba en él.
—¿Y esto?
—Es para ti—sonrió—Se qué te gustan.
Seungmin no pudo evitar sentirse contento por aquella acción.
—Gracias—le sonrió también, ambos se quedaron viendo por unos segundos y después, él pelinegro se alejó para sentarse en su asiento.
—¿Y eso?—preguntó BangChan con el ceño fruncido—¿Ya están saliendo o qué?
—Algo así, he decidió darle una oportunidad.
—¿Por qué, Seungmin?
—Porque si—lo miró extrañado—¿Te molesta?
Eran mejores amigos, pero últimamente habían estado muy distanciados, cosa que a BangChan le entristecía, porqué el quería verlo, pasar tiempo a su lado. Era realmente difícil estar enamorado de tu mejor amigo y no poder decirle por miedo a arruinar todo, además lo sabía, Seungmin jamás le iba a corresponder con el mismo sentimiento.
Tenía a Minho y en verdad le sorprendía que le haya dado una oportunidad, Seungmin nunca hacía eso, no le interesaban las cosas serias, ni siquiera intentarlo, pero ¿qué cambiaba con Minho?
—No, olvídalo—contestó cortante y puso de nuevo su atención en la tarea.
—¿Te pasa algo?—preguntó Seungmin con el ceño fruncido—Siempre que habló de Minho te pones así.
—No es verdad.
—Si lo es, ¿qué tienes contra él?
—Quiero concentrarme en mi tarea—respondió sin apartar la vista de su cuaderno—No me distraigas.
El rubio rodó los ojos y decidió no hacerle caso a BangChan, pues no entendía el porqué de su comportamiento tan extraño.
Durante las clases que Seungmin y Minho tenían juntos, no pudieron evitar mirarse de vez en cuando y sonreírse, era como si algo hubiese cambiado de la noche a la mañana con ellos. Y aunque Seungmin no quisiera aceptarlo, muy en el fondo de su corazón sabía que sentía algo por él pelinegro, pero prefería no decirlo en voz alta, porque si lo hacía, le daba poder sobre él y no quería eso.
No quería darle atención y demostrarle que estaba contento por salir con él, porqué sabía que algo cambiaría, o bueno, eso era lo que pensaba, qué Minho comenzaría a sentirse importante y a comportarse de una manera distinta. Qué ya no le daría atención, ni tampoco trataría de conquistarlo y eso era lo que a Seungmin le hacía sentirse bien, sentir que se estaba esforzando por lograr su confianza.
—¿Quieres venir a casa conmigo?—le preguntó con un puchero—Extraño pasar tiempo contigo.
BangChan no quería comenzar a ser malo con Seungmin, pero estaba siendo demasiado difícil para él tener que ocultar lo que sentía, cuando en realidad moría por poder besarlo y confesarle lo que sentía.
