Donde Minho jura ser heterosexual y Seungmin intenta de todo para llevarlo a la cama. Pero... ¿Qué sucede cuando esté termina enamorándose y al lindo rubio no le interesa corresponderle?
Kim Seungmin era libre, no era de nadie y nunca lo sería, ¿o...
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—¡Yo me opongo!—gritó Seungmin con todas sus fuerzas y todos los presentes lo voltearon a ver, algunos con el ceño fruncido, otros con una sonrisa y los demás sorprendidos. Minho miró a Seungmin sin poder creerlo, ¿en verdad estaba pasando? ¡estaba interrumpiendo su boda!
—¡Lárgate de aquí, Kim!—gritó Lisa con enojo—¡No te atrevas a querer arruinar mi compromiso!
—¡Guarda silencio, falsa!—exclamó BangChan.
Seungmin caminó hasta donde se encontraba él y ambos se miraron con una sonrisa.
—No te puedes casar con ella, Min.
—¿Quién dejo pasar a este chico?—preguntó la madre de Lisa muy enojada—¡Sáquenlo de aquí ahora mismo!
—Espera—detuvo al chico que estaba a punto de sacarlo—Tengo algo importante que decir.
—¡No, vete, maldita sea!—gritó Lisa.
—Déjenlo hablar—se escuchó decir al fondo de las sillas; era Bambam.
Lisa lo sabía, su mentira estaba por ser descubierta, ya no se casaría con Min, todo estaba arruinado. Sería humillada frente a todos los presentes.
—Se lo que querías hacer, querías amarrar a Minho con un bebé, pero no te salió—le dijo con una sonrisa burlona—¡Escuchen todos, su embarazo es más falso que su cordura!
Los padres de Lisa fruncieron el ceño y miraron a su hija, quién mantenía las mejillas rojas de la vergüenza y enojo. Era una pesadilla para la familia Manoban, ya que la prensa se encontraba grabando todo, sería una completa vergüenza para ellos.
—Y si no me creen, vayan a hacerle una prueba de embarazo después de esto—se encogió de hombros y le extendió su mano a Minho—¿Nos vamos, bebé?
Él tomo su mano sin dudar, con las manos entrelazadas y el corazón latiendo de prisa, ambos salieron corriendo de ahí.
—¡No, mi amor! ¡vuelve!—le gritó ella con desesperación mientras corría detrás de ellos—¡Min, tienes que casarte conmigo! ¡Yo te amo!
Jennie la tomó del brazo para evitar que siguiera corriendo para alcanzarlos, era inútil y solo se estaba humillando más.
—Déjalo ir.
—¡No!—se sentó en la arena y comenzó a llorar sin consuelo sin importarle que los demás la estuviesen viendo. Sus padres, lejos de sentir compasión por ella, estaban furiosos.
Mientras tanto, Minho y Seungmin subieron a la motocicleta para irse de ahí, la felicidad que ambos estaban sintiendo en esos momentos era tanta, al fin podrían estar juntos e intentarlo las veces que fuesen necesarias, porque... ¡Lisa no estaba esperando un bebé y no tampoco se casó con ella!
Algunos kilómetros después, bajaron en otra de las hermosas playas que Busan tenía y Minho no perdió el tiempo para cargar a Seungmin entre sus brazos y darle muchos besos por todo el rostro y labios.
