rude boy ✧ knowmin

capítulo 37

—No es verdad—negó con la cabeza—Estás bromeando, ¿cierto? No me gustan ese tipo de bromas, no seas tonto...

Sonrió con nerviosismo y miró el rostro de BangChan, estaba completamente serio.

—No estoy bromeando, Seungmin.

—Pero, BangChannie... nosotros somos mejores amigos, ¿por qué haces esto?

—Lo sé, pero no pude evitarlo y tú no ayudabas en nada, cada vez que me besabas solo hacías crecer este sentimiento—explicó y él rubio se mordió el labio por los nervios—Lo siento, en serio, lo siento.

Seungmin se sentó de nuevo a su lado, pero sin mirarlo, ¿qué se supone que debía hacer ahora?

—No tenía idea, lo siento BangChan—se disculpó—No volveré a hacerlo nunca más, olvida lo que te acabo de pedir, es una estupidez.

—Seungmin...

Estaba a punto de pedirle una oportunidad sabiendo que corría el riesgo de ser rechazado, pero no le importaba, tenía que intentarlo al menos.

—Se qué es una locura, pero me gustaría ser yo quién te enseñe lo que es el verdadero amor... dame solo una oportunidad, prometo hacer todo para enamorarte también, ¿qué dices?

Aquello hizo sentir mucho peor a Seungmin, era lo mismo que Minho le había pedido y recordarlo le hacía querer llorar, pero qué ahora su mejor amigo estuviese diciéndolo, era mucho peor. Porque no quería lastimarlo, pero no sentía absolutamente nada amoroso hacía él, solamente lo podía ver como lo que era: su amigo.

—Por favor, di algo—insistió al ver que no decía nada.

—No.

—¿No qué?

—No voy a darte una oportunidad, BangChan—se atrevió a mirarlo—No siento lo mismo por ti, por favor olvídate de eso.

Aquello hizo romper el corazón del chico.

—No puedo olvidarlo, es imposible—intentó agarrar sus manos pero Seungmin no se dejó—No soporto estar cerca de ti, mi corazón late con fuerza y solo quiero besarte.

—He dicho que no—habló cortante—Y ¿sabes qué? vete de aquí.

—Pero, Seungmin...

—¡Vete, BangChan!—le gritó con enojo—¡Estas viendo como me siento y aún así no te importo hacerme sentir peor! ¡has arruinado nuestra amistad, has arruinado todo! ¡vete, vete ya!

Le agarró de la mano para sacarlo de su habitación y luego cerrar con seguro. Se sentó en el suelo y sin poder aguantarse, comenzó a llorar de nuevo.

—Perdóname, tienes razón—habló BangChan detrás de la puerta—Soy un idiota por haberlo dicho ahora, abre para que pueda consolarte, soy tu mejor amigo... es lo que debo hacer.