Donde Minho jura ser heterosexual y Seungmin intenta de todo para llevarlo a la cama. Pero... ¿Qué sucede cuando esté termina enamorándose y al lindo rubio no le interesa corresponderle?
Kim Seungmin era libre, no era de nadie y nunca lo sería, ¿o...
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—No estés diciendo tonterías—sonrió de forma burlona—Dijiste que nunca te gustaría un chico.
—No es una tontería, estoy hablando con sinceridad—contestó con calma—Me gustas y mucho.
—Pues a mi también me gustas—se encogió de hombros—Pero, ¿por qué tendríamos «citas»?
—No estás entendiendo, me gustas, gustas—repitió—Quiero conocerte e intentar conquistarte.
Seungmin soltó una risita.
—Qué estupidez.
—Explícame porque es una estupidez para ti, porqué la verdad no entiendo.
—Nosotros no vamos a tener ninguna relación, Minho—miró su carita de desilusión—Me gusta salir contigo y si, también tú, pero no cómo piensas.
—Entonces, ¿qué es lo que quieres?—se cruzó de brazos—Anda, explícame.
—Lo sabes bien—miró a otro lado con tal de no verlo.
—Quieres tener sexo sin compromiso, salir de vez en cuando, ah, quieres toda mi atención y que no esté con nadie más, ¿cierto?
Bueno... si, era cierto.
—¿Me equivocó?—habló de nuevo al ver que no respondía.
—No...
—Lo siento, pero eso no pasará. Por lo menos debes intentarlo, déjame tener algunas citas contigo—tomó su mentón para voltear su rostro y hacer que lo miré—¿Si?
Seungmin lo pensó unos segundos, ¿qué más daba? Había tenido algunas citas con Changbin solamente para darle celos, así que podía hacerlo con Minho también.
Claro, si terminaba con un corazón roto, no se haría cargo.
—¡Bien, tú ganas!
Minho sonrió victorioso, haría todo lo posible por tratar de enamorar a Seungmin, haría que sintiera lo mismo que él.
Tiempo después, se encontraban en la fila para comprar palomitas y todo ese tipo de cosas, ya habían comprado los boletos para una película que Seungmin eligió.
—Pide lo que quieras, lo compraré.
—Bien—se relamió los labios, comenzaba a sentirlos secos—Quiero palomitas y dulces.
—¿Solo eso?
—Si, es todo—lm asintió—Iré al baño, ahora vuelvo.
Él rubio se dirigió al baño para mirarse al espejo y echarse un poco de agua fría en el rostro, no entendía porqué se sentía tan nervioso en esos momentos, nunca se había sentido así con Minho, pero ahora, con el simple hecho de saber que estaban en una cita, lo ponía jodidamente nervioso.
No quería hacerlo, porque él no quería enamorarse, podría decirse que huía del amor por razones obvias. No quería ser lastimado, no deseaba tener que pasar por una ruptura después y mucho menos tener un corazón roto.
