Ken Ryuguji

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〔〔 Draken x T/N fem 〕〕

ෞ Perdidamente loco por ellaෞ

Narra narrador:

Ahí se encontraba ella, el caos mismo en persona. Sí a alguien le preguntaran cómo describiría a T/N T/A, todos coincidirían con la misma respuesta... la rebeldía misma en el cuerpo de una mujer. Y es que así era, una simple muchacha a la cual le encantaba desobedecer órdenes y hacer travesuras donde todo podría salir mal. 

T/N era hija de un prometedor y estricto político, el cual odiaba su conducta independiente y un poco sociópata. Pero ella no se preocupaba, ya que ella sólo quería vivir su vida al máximo y divertirse sin fin. 

T/N tampoco tenía muchos amigos por su "molesta forma de ser", pero eso tampoco le importaba, ya que nadie entendía su alma libre. Incluso ganó varios enemigos entres profesores y alumnos. Su nivel de locura estaba en otro nivel.

Para dar a entender hasta dónde llegaba contaré una de sus más divertidas experiencias.

Era un día aburrido, T/N se encontraba en una de las materias que más odiaba, literatura japonesa. El tiempo pasaba lento y T/N comenzaba a desesperarse, ese profesor le aburría demasiado, aparte de que era un acosador de jovencitas y un profesional en reprobarla, era demasiado lento para ella. ¿No haría ningún daño agregarle algo divertido a la clase, verdad?

T/N se levantó de su lugar y se dirigió al bote de basura, el cual tomó con una idea brillante. Comenzó a pasar entre los lugares de sus compañeros e "inocentemente" les ofreció que tiraran todos su basura, ya que la estaba "recogiendo", como cualquier alumno ejemplar haría. Muchos tiraron ilusamente su basura, el bote no tardó en llenarse al menos hasta la mitad, era perfecto para ella. 

Regresó a su asiento con el bote aún en manos y lo colocó debajo de la banca de metal de su compañero del frente sin que nadie se diera cuenta. Una sonrisa maliciosa se ilustró en su rostro.

T/N: Que esta fiesta se encienda...- dijo malvadamente para sí misma para después sacar un cerillo de su mochila y encenderlo. Lo tiró al bote de basura y este se prendió.

Afortunadamente todos estaban ocupados haciendo un trabajo y el profesor estaba en su rollo. El bote en fuego no tardó en calentar la silla la cual, desafortunadamente, estaba ocupada.

Niño: Ahhhhhhhh.- gritó de dolor, al parecer el ardor de la silla de metal quemó su trasero.

 El profesor se acercó directamente hacia aquel lugar y miró la travesura que había provocado la muchacha. Esta intentó aguantarse la risa, pero la reacción del chico le dio tanta satisfacción que no pudo evitar hacerlo por debajo.

Sin dudarlo el profesor lo notó y la llevó a la sala del director. Esa tarde, después de haber hecho sufrir por años a sus compañeros y maestros, finalmente fue expulsada de aquel colegio.

Su castigo fue uno muy grande, pero ya no era algo nuevo para ella. Siempre era lo mismo "una señorita decente no hace eso", "deberías dar el ejemplo", "deberías ser más educada como tú hermana" y un montón de cosas más absurdas.

Su padre ya no sabía qué hacer con ese "caso perdido" que se hacía llamar por su hija. Nunca le hacía caso y simplemente ya no tenía las ganas de educarla. Así que optó sólo por una opción más. Enviaría a T/N a una escuela pública y que desde ahí se las arreglaría sola.

Sólo se dispuso a pagar un pequeño cuarto que incluso era compartido cerca de su nueva escuela y la corrió de su propia casa.

Para T/N había sido demasiado excesivo eso, pero en el fondo ella sabía que terminaría pasando tarde o temprano. Así que en vez de verlo como algo malo quiso mantenerse positiva e intentó adaptarse a lo que sería su nueva forma de vida.

•ೃ°One shots- Tokyo revengers•ೃ°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora