•ೃ°One shots- Tokyo revengers•ೃ°

ᗷOᑎTᗴᑎ

｡･ﾟ♡ﾟ･｡Pedido especial de: lamujerdeloshaitani ｡･ﾟ♡ﾟ･｡

〔〔Bonten x T/N Fem〕〕

｡ﾟ･La reina de la nueva era｡ﾟ･

Era mi tercer día encerrada. El frío en mi habitación estaba presente al igual que el vacío que sentía por dentro. El recuerdo de mi familia dejándome como si no valiera nada hacia que mi cabeza se llenará de pensamientos negativos, haciéndome desear que no volviera a despertar de nuevo. A veces me pongo a pensar en como fue que mi vida de pronto cambió tan drásticamente de un momento a otro...

4 días antes...

Padre: Y recuerda T/N, no quiero que abras tu boca en ningún momento cuando lleguen nuestros invitados. ¿Entendiste?- ordenó con un tono directo. Lo miré algo indecisa pero no pude negarme a nada.- Bien, ve por las cosas que ya han de estar por llegar.- asentí con mi cabeza y salí de la habitación cabizbaja.

Caminé por los largos pasillos de mi amplia casa. Ser hija de una persona "importante" para la sociedad tenía algunos beneficios, aunque últimamente me siento preocupada por la situación económica de mi familia, mis padres se ven mal pero se niegan a contarme algo ya que "soy demasiado inútil para entenderlo", según ellos.

Al llegar a la cocina saqué algunas copas y un vino antiguo de los que tenía mi padre guardados, cuando de pronto, escuché el timbre el cual anunció la llegada de los invitados de mi padre. Rápidamente fui al baño más cercano y le di una última arreglada a mi atuendo, cabello y cara. Simplemente me veía bella, o al menos eso pensaba.

Me dirigí a la cocina de nuevo por las cosas y una vez que las agarré me dirigí a la oficina de mi padre. Me paré justo en frente de las grandes puertas cerradas y tomé un pequeño suspiro.

T/N: Tranquila T/N... Solo tienes que dejar esto y tratarlos bien para que tú padre no se desquite contigo luego. No puede ser tan difícil.- dije para mí misma intentando darme algo de confianza. Pero al momento de tomar la perilla los nervios se apoderaron de mi cuerpo mientras giraba de esta para después entrar.

Una vez que abrí la puerta entré algo dudosa, pero aún así refleje seguridad con mi postura.

Padre: ¡TN! ¡Se supone que debes de tocar antes de entrar!- regañó con molestia.- Disculpen sus malos modales. Aún no es una mujer recta.- se disculpó con sus invitados algo nervioso.

Me paralicé en ese momento y sentía como mi cuerpo estaba tenso. En la habitación habían cuatro hombres los cuales parecían ser unos años mayor que yo, pero no tanto para que sean señores, sino, se veían jóvenes. Los cuatro giraron en dirección mía y me sentí bastante intimidada por ellos. Eran bastante apuestos pero sus miradas eran tan frías como un congelador.

El del lado izquierdo era un tipo delgado y alto con cabello corto teñido morado. Y a lado suyo había uno menor bastante parecido a este, solo que él tenía el cabello largo.

Del lado derecho estaba un chico con el cabello de lado y algunas partes rapadas, su color de cabello era blanco y lo tenía largo. Pero sus ojos fueron lo que más llamaron mi atención, eran demasiado profundos.

Y por último, el del centro era un chico de cabello rosado largo con marcas a lado de sus labios. Al verme este posó una sonrisa en estos.

Sanzu: Vaya sorpresa...- comentó divertido con una sonrisa juguetona.

Padre: No se preocupen, no molestará, solo viene a servirnos un poco de vino. ¿Quieren?- preguntó nervioso mirándome asesinamente.

Me tensé un poco pero entendí su mirada y me acerqué a los invitados. Puse las copas en la mesa y comencé a servir del vino a todas las copas. Podía sentir la mirada de todos sobre mí, haciendo que me pusiera aún más nerviosa.