ஐﻬ. ˙ ˚ ˛ « ¿Alguien algún día será capaz de entenderte? Lo mucho que has sufrido por qué no eres capaz de recordar que eres. Pero quiero creer que no tienes un hueso malo en tu cuerpo. Sé que te estás ahogando en tus miedos.
No sé por qué te escon...
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—¡Tokito-san! —la voz del joven Kamado se escuchó en la sala de entrenamiento.
—¡Bienvenido! —Muichirou le sonrió.
Tanjirou notó que había menos alumnos en su última visita. Estaba algo avergonzado. La última vez los estudiantes lloraron por las palabras algo crueles del mentoso.
Bueno, sí fue cruel. Al menos era honesto.
Más se preocupó por el hecho de no ver a los mismos estudiantes. Pensaba que quizás se retiraron.
Quería preguntarle directamente sobre eso. Pero veía que Tokito estaba explicando el entrenamiento a los nuevos que estaban en su clase. Podía oler su miedo además de notar sus gestos asustados, hasta algunos estaban temblando.
Más bien el olor de Muichirou seguía siendo el mismo desde que lo conoció. Era uno bastante agradable.
Sin embargo, sus clases le parecieron sumamente geniales. Tal vez veía todo demasiado positivo por el trato tan especial que tenía en la clase. Sin contar que se fue relativamente rápido.
Decidió dejar de chismear lo que estaban haciendo y practicar todo lo nuevo que podía utilizar ahora.
Entusiasmado solo tomó una parte del lugar para no molestar.
Algo cansado se tuvo al transcurrir unos minutos. Entonces volvió su atención hacia la clase.
—Háganlo de nuevo. —pidió Muichirou observando cautelosamente a cada uno de ellos. La mayoría eran hombres, más bien no recordaba ver a alguna mujer.
Pronto escuchó una queja y centro su atención de nuevo. Cuando alguno de ellos fallaba podía escuchar como el estudiante se disculpaba más de una vez.
—Tanjirou. —la voz de Tokito le hizo asustarse un poco. Tal vez se dio cuenta que estaba mirando. —Por favor ven un momento.
—¡S-sí! —se acercó.
—Este es uno de mis mejores estudiantes. —ante esas palabras no pudo evitar avergonzarse. —Quiero que observen como se hace.
Entonces se colocó en posición de ataque. El joven Kamado hizo lo mismo.
En ese momento ambos atacaron simultáneamente dejando a los espectadores con la boca abierta.
—¡Tanjirou-sama usted es muy bueno! —desde hace unos minutos la clase terminó. Algunos aspirantes a pilar pedían consejos al pelirrojo. El problema es que no era muy bueno explicando.
Tanta atención le ponía nervioso. Apenas intercambió algunas palabras para despedirse.
No conseguía a Muichirou en ningún lado.
Pensaba que tal vez se encontraba todavía adentro.
Se acercó buscándolo. Su olor parecía estar cerca.
—¿Tanjirou? —la voz de este a sus espaldas le hizo asustarse.
—¡To-tokito-san! —le sonrió.
—No me digas que ahora tú también estarás asustado de mí. —hizo un gesto culpable.
—¡Pa-para nada! ¡En realidad creo que eres muy bueno enseñando!
Muichirou sonrío.
Ambos se quedaron en silencio. El joven Kamado dudaba si preguntarle algo.
Esto el mentoso lo notó e inclinó un poco la cabeza.
—¿Pasa algo?
—Oh, bueno... Quería saber si estabas ocupado ahora. Ya que Nezuko preparó algo de comer.
—¿P-puedo ir? —sus ojos se iluminaron.
—¡Claro que sí! También vendrá Genya. —Tanjirou sonrió.
Se dirigieron a la finca mariposa. Todo estaba bastante silencioso, apenas se escuchaban las ranas cantar y las hojas al moverse por el viento.
Adentro de la habitación Nezuko apareció en su estatura pequeña. Se alegró al ver a Tokito y se acercó a él.
—Ya que estamos casi todos podemos comenzar. —dijo Aoi ayudando a servir la comida.
Tokito colocó a Nezuko en sus hombros para empezar a correr por la habitación haciéndole reír.
—¡Lamento la demora! —el azabache con cicatrices entró por la puerta. Tanjirou le sonrió.
—No pasa nada. Apenas estamos comenzando.
Todos disfrutaban de la comida.
Aoi fue la primera en terminar y tuvo que salir a terminar algo.
Mientras Genya y Tanjirou conversaban un poco. Más bien Tanjirou era quien hablaba más. Aún Genya se sentía avergonzado por lo ocurrido con su hermano.
Tokito ya había terminado. Estaba haciéndole trenzas a Nezuko.
Se sentía realmente bien. Pasó mucho tiempo desde la última vez que compartía con personas que pudiera considerar amigos.
—¡Gompanchiro! —Inosuke y Zenitsu llegaron. —¡Dime que dejaron algo, me muero de hambre!
Zenitsu se sentó al lado de Muichirou. Podía hasta sentir su mirada punzante al estar cerca de su gran crush.
Sin embargo Tokito no le dio importancia a eso. Estaba muy feliz.
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¡Hola hola! Tarde en actualizar bastante... Lo siento mucho ;;
Entre tantas cosas que han ocurrido descuide mucho esta historia. Pero la verdad prefería darme un tiempo que continuarla solo por hacerlo. Además no creo que tenga más de diez capítulos.
También la estoy traduciendo al inglés por pedido de un lector ¡Me ha hecho muy feliz! Nunca antes me pidieron una historia en otro idioma. Muchas gracias por su paciencia.
