𝑆𝑊𝐸𝐸𝑇 𝐷𝐸𝐴𝑇𝐻 | ᴋᴀɴɢ sᴀᴇ-ʙʏᴇᴏᴋ [✔]

▪︎ 002:𝐇oneycomb ▪︎

❝PANAL DE ABEJAS❞

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HA-NEUL SE ENCONTRABA HACIENDO la fila con pecas, pues era hora del desayuno, unos minutos más tarde, ya se encontraban sentadas en la cama de la de cabello corto, hace poco la chica seria le mencionó sobre lo que vio, un montón de hombres rojos–Como la de cabello largo les decía–Derritiendo azúcar.

-Oye–Llamó Ha-neul–¿Te haces una idea de que podría ser?–La chica seria solo la veía.

-No–Se limitó a contestar.

Pues aún la chica frente suyo no se enteraba que ella era una desertora de Corea del Norte, y allí con su hermano no jugaron a nada en toda su niñez, no sabía nada de su pasado, tampoco es que quería decírselo, ni pasar tanto tiempo con ella, pues no confiaba en nadie, además, no quería encariñarse con alguien sabiendo que en cualquier momento podría morir.

-Mhm... Ya veo–La chica termino de comer su pan, bebiendo también el último trago de leche–Siento que lo tengo en la punta de la lengua, pero no logro recordar–Mencionó.

Pecas estaba mirando sin emoción el pan de azúcar que tenía en sus manos, pues aún no lo abría, y eso estaba preocupando a la pelinegra.

-Deberías comerlo–Recomendó–Necesitas fuerzas para jugar–Hizo puñitos las manos, con una sonrisa, elevando tantito sus brazos y alegre ánimo a la chica–¡Y qué mejor que el azúcar!–Rió suavemente al final.

No podía evitar aceptar mentalmente que la pelinegra era tierna, quizás la chica seria reprimió una sonrisa, pues no quería verse débil frente a nadie, incluso le recordó a su hermano.

Al final cedió, abriendo el pan y comenzando a comerlo, también bebió su leche, no estaba llena, pero si había saciado su hambre.

-Oye, estuve pensando y creo que deberíamos buscar a alguien por si en un futuro necesitamos un equipo de varios integrantes–Opinó y señaló a un grupo–Esos de allá, el viejito, el que parece ser de la India y los otros 2, parecen ser el típico equipo protagonista que por el poder del guión siempre van a sobrevivir–Una sonrisa apareció en la cara de la pelinegra, sus ojos se hacían media luna y su risa sonaba llena de diversión.

Pero, la chica seria se mantenía de la misma manera, sin jugar, ni reír ni sonreír.

-Deja de jugar–Le dijo de la misma manera y tono de siempre, no enojado ni alegre, solo monótono.

La de cabello largo bufo, mirando de nuevo al grupo de hombres, ahí notó que el de lentes las miraba, aunque ya no tenía lentes, pero así lo identificaba, no sabia su nombre, apartó la mirada, iba a mencionar algo, pero de las bocinas una música clásica comenzó a sonar.