Capítulo 6: La guarida.

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Dedicado a PamPalomo8

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Dedicado a PamPalomo8

Cerrando la puerta del dormitorio, me desplomo contra ella debilitada por el inmenso dolor que aprisiona mi corazón. Hecha un ovillo en el suelo todas sus confesiones comienzan a calar con fuerza, obligándome a imaginar que significa en realidad formar parte de esa historia, ser la presa del hombre que supuestamente es mi padre y poseer un poder tan glorioso para ellos. Semejante planteamiento no solo altera el presente, si no cualquier futuro que pueda haber imaginado, destruyendo mi vida una vez más, pero en esta ocasión para dejarme en medio de un árido pasaje donde la muerte parece asegurada.

La aflicción se incrementa al plantear tantas mentiras, un engaño organizado durante diecisiete años por mi propia madre, supuestamente bajo el afán de protegerme. Un esfuerzo fútil pues según las sospechas de Mark, ni siquiera todos los sacrificios que han hecho evitaron que Dominik diera con ella y la asesinase dejándome huérfana. Una guerra entre dos fuerzas, dos razas a una de las cuales creen que pertenezco y atada además a una supuesta luz interior que jamás se ha manifestado.

Las personas que me rodean no son humanas, la Tierra puede no ser el único mundo que existe y la mujer que me atacó, fue enviada desde el mismísimo infierno. Parece descabellado, simplemente imposible, pero los hechos que he experimentado durante mi estancia aquí tampoco disponen de mayor sentido, al menos no uno racional. Como aquel símbolo en el cuerpo de mama, dibujado también en la ventana a través de la que hallé al extraño forastero, quien parece ser el detonador de este delirio.

Pues tras su presencia esa tal Angelique me atacó, maldita sea, yo misma contemplé como aquel feroz lobo se deformaba para dar lugar a su esbelta figura pelirroja. La forma en que mi pierna y todo rastro de su maltrato se ha disipado inexplicablemente tras solo unas horas. En realidad no recuerdo haber caído jamás enferma de gravedad o visitar siquiera la consulta de un doctor. Esto es un golpe de realidad y al mismo tiempo la peor de las pesadillas, es demasiado para cualquiera, pero todavía más para mí que no logro recordar a mama sin que la pena me consuma.

Con un suspiro cargado de resignación me seco las lágrimas detestando la impotencia que siento. Está es mi vida y soy la única que decide en qué realidad deseo habitar. Puedo asumir que mama me mintió, que ese monstruo de nombre Dominik es mi progenitor y que los demonios como Angelique existen contra toda lógica. Estoy dispuesta a intentar digerir incluso que los ángeles son reales, pues en cierto modo hasta el más cándido de los hombres tiende a plantearse qué es lo que hay más allá de su propia existencia. Pero eso es todo lo lejos que estoy dispuesta a ir, no importa que los Black, Mark o incluso mi madre lo sean, yo no soy un ángel y mucho menos soy especial. Es la única barrera, el salvavidas en medio de este mar en tormenta que puede ayudarme a no perder del todo la cordura, a aferrarme a lo que siempre he sido y seré.

Durante horas bago por el dormitorio, recostándome en la cama cuando los pensamientos se agolpan demasiado pesados como para soportarlos. Creí que huyendo del despacho lograría obtener una cierta claridad, pero ahora soy bien consciente que ni un millón de años me harían poseedora de semejante bendición. Entrada la noche doy un pequeño sorbo a la taza de té abandonada sobre el escritorio.

Light - Saga ángeles y demonios I.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora