𝖄𝖔𝖚 𝕬𝖗𝖊 𝕸𝖞 𝕽𝖊𝖆𝖘𝖔𝖓 [Yuji Itadori × tú]

CAPITULO XXI

Hola chic@s, espero se encuentren muy bien y no se hayan enfermado.

Sin más que decir, disfruten el capítulo.

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Paso muy rápido la semana por lo que ya era tiempo de regresar, Gōjo-sensei vino por mi.

—Pasaron muy rápido los días– quería quedarme más tiempo pero también extrañaba a los chicos.

—Si, aunque fue una semana divertida– contesto Yuuta.

—Bueno chicos, es hora de despedirce– dijo Gojo, traía consigo un chocolate que a simple vista se veían deliciosos.

—Esta bien– hice un puchero, de verdad iba a extrañar a Yuuta.

Nos abrazamos y nos despedimos, íba caminando con Gōjo-sensei, veía como se comía ese chocolate así que no resistí y le pedí

—Gojo-sensei, me regalaría un pedazo de su chocolate?– hice un gesto con mi mano.

Me dio solo un pequeño pedazo, lo mire indignada, era solo un pedazo pequeñito.

—Tacaño

—Solo me pediste un pedazo pero nunca especificaste el tamaño–seguia comiendo ese chocolate mientras caminábamos.

Lo mire ofendida, aunque sea por consideración me hubiese dado una pedazo más grande.

—Me gusta tu cambio de look– me miró señalándome con sus manos– así hasta pareces como si fueras mi hermana.

Entre sus manos tomo mis mejillas y las estiró.

—Pues nosé si llamarle suerte o maldición por parecerme como si fuera su hermana.

—Porque todos mis alumnos me tratan así– dijo mientras fingía tristeza por lo que dije.

Lo mire algo fastidiada, estaba súpercansada, solo quería llegar a la escuela e irme a mi cuarto para descansar y dormir, asi que no tuve otra opción más que consolarlo para que no pensara que soy como Fushiguro y Kugisaki.

Posé mi mano sobre su espalda y la empecé a sobar.

—Retracto lo que dije, ¿sabe?, tengo mucha suerte en parecerme como si fuera su hermana–

—Obvio, el hermano mayor siempre es apuesto e inteligente en cambio, los hermanos menores que son lo contrario de los hermanos mayores– lo dijo con un tono de superioridad.

En pocas palabras me dijo idiota y fea, le aventé una daga que apuntaba exactamente en su cabeza pero lo detuvo con su maldito infinito, lo miraba un tanto enojada y fastidiada.

—Es una broma ______(tu nombre en diminutivo)~, no te enojes– tomo mis mejillas y las empezó a apachurrar.

El transcurso del camino fue lento y silencioso hasta que mi profesor bromista y guapo hablo, debo admitir que si es demasiado guapo pero mi corazón le pertenecía a alguien más.