/2/

1.7K 148 22
                                    

_____________________________________

Cap. 2

_____________________________________

Era media noche, una pequeña franja de luz se podía observar bajo la puerta de la habitación del rubio cenizo.

-Espera un momento- dijo el pelirrojo poniendo pausa a la película que se encontraban viendo- voy al baño.

El rubio asintió ligeramente, su novio se puso en pie y fue al baño dejando solo al chico explosivo, un momento después se levando y fue a la mesita de noche en busca de una botella de agua que tenía guardada, un pequeño escozor en su pecho le comenzaba a molestar desde hace un poco tiempo, pero ya empezaba a doler realmente, había pequeñas gotas de sudor en su frente y sentía como su calor corporal aumentaba lentamente, y no parecía ser debido a la cercanía con su novio y el hecho de estar solos a media noche viendo una película, en fin, no era debido a algo muy agradable, según se temía el rubio, tomo la botella y la abrió bebiendo un par de tragos de esta.

-Bakugou ¿seguimos con la película? - pregunto el alfa

-Kirishima... yo...- murmuro el rubio cayendo al suelo de rodillas- no me siento muy bien- se quejó llevando una mano a su pecho, el cual le empezaba a quemar- Kiri...

-¡Bakugou!- grito el pelirrojo corriendo hacia donde se encontraba su pareja- ¿Qué tienes? - pregunto tomando al rubio en brazos y colocándolo sentado sobre sus piernas, con una mano acariciando su mejilla- tienes fiebre, y no de la buena...- dijo haciendo los rubios cabellos hacia arriba quitándolos de la sudada frente del chico omega.

Los ojos rubíes se cerraron fuertemente a consecuencia del dolor que sentía en su pecho, el cual se hacía cada vez más fuerte, su respiración se agito y las lágrimas no tardaron mucho en amontonarse en sus ojos rojizos, pero el rubio se negaba fuertemente a dejarlas salir frente a su novio.

-Kirishima...- dijo el rubio intentando quitarse la blusa sintiendo que comenzaba a asfixiarse- duele, quema...

- ¿Qué es lo que te duele... o quema? - pregunto preocupado y extrañado ayudándole a quitarse la blusa.

En cualquier otra situación la imagen del rubio con el torso descubierto le habría hecho sonrojarse y se habría sentido realmente tentado a tocar y besar la pálida piel del rubio de no ser por la alarmante situación del chico explosivo y de que el pelirrojo se encontró con una imagen que le helo la sangre e hizo a su alma caerle a los pies.

Kirishima siempre supo que este momento llegaría, intento ignorar el hecho de que sería pronto cuando le pidió al rubio que saliera con él hace apenas unos cuatro meses, pero nunca pensó que solo tardaría esa pequeña cantidad de tiempo en suceder, deseo con todas sus fuerzas que la marca que se estaba grabando en el cuerpo del rubio fuese la suya, aunque ya tenía más que en claro que eso no era posible, el hecho de que él no estaba sintiendo el mismo dolor que el rubio era una señal, también el hecho de que su marca estaba en su espalda, no en su pecho.

Ignoro el hecho de que su pareja estaba siendo marcado por otro alfa, pensando que era mucho más importante asistir al rubio en ese momento que ponerse a lamentarse y llorar, cargo en brazos al rubio acomodándolo en su cama con delicadeza, corrió a tomar la blusa que le había quitado un momento antes, la cual estaba tirada y empaparla de agua de la botella que ahora estaba tirada en el suelo derramando su contenido, remojo la tela con el frio líquido y se apresuró a ponerla en la frente del rubio observando como una delgada línea se marcaba en el pecho de este dejando una tonalidad rojiza, la cual se intensificaba cambiando del rosa a un rojo sangre y pasando a uno que parecía estar brillando, causando la impresión de que en cualquier momento empezaría a salir fuego de la piel del rubio, la cual solía ser pálida y ahora estaba rojiza cambiando el color de intensidad según qué tan cerca estuviera del pecho del omega .

En ese justo momento el pelirrojo no sabía que le estaba rompiendo más el corazón, ver al rubio en ese estado, llorando y gritando de dolor o el hecho de que este se debía a estar siendo marcado por otro, por su destinado.

Había pasado poco más de una hora, el rubio apretaba con fuerza la mano del pelirrojo, quien no se había separado de el en ningún momento y le daba palabras de ánimo e intentaba hacer que el omega no se sintiese tan mal, cosa que era completamente inútil.

-Kirishima- dijo el rubio intentando controlar su voz- perdón...

-Shhh- le callo el pelirrojo- No te preocupes- dijo un poco dolido, pero se negaba a dejar al chico solo o demostrarle lo mucho que le dolía lo que estaba pasando justo en ese momento, por más que le lastimase ver como este empezaba a pertenecer a otra persona y no era el, puesto que, a pesar de todo, él le seguía amando, y sabía perfectamente que no dejaría de hacerlo de un día para otro.

-Jodido pelos de mierda- dijo sonriendo aun con lágrimas en sus ojos- lo siento.

-Hey, no es culpa tuya- dijo el pelirrojo sonriendo y a punto de llorar, puesto que sabía que este era el fin de su relación.

-Tsk- se mordió el labio fuertemente- duele maldita sea- se quejó sacando pequeñas explosiones de la mano libre, Kirishima se aferró aún más a su otra mano acariciando levemente con el pulgar intentando calmar al rubio.

-Tranquilo...- murmuro suavemente- ira bajando el dolor, puedes soportarlo- dijo sonriéndole- eres fuerte.

-Tsk- se quejó el rubio- que fácil para ti decirlo- dijo este casi gritando- ¡a ti no te están marcando a fuego lento! - grito molesto- ya quiero verte cuando estés marcando a tu destinado- murmuro apretando los dientes- Trinquili, iri bijindi il dilir, pidis sipirtirli iris fuirti- dijo repitiendo sus palabras imitándolo- mientras veré como te retuerces de dolor maldita sea...

Un suspiro cansado y una sonrisa de parte del pelirrojo basto para hacer que el otro molesto rodara los ojos.

Pasaron un rato más en silencio mientras que el dolor fue bajando lentamente.

-Puedes largarte- dijo el rubio intentando calmar su respiración y limpiando su sudor con el torso de su mano libre su frente- ya me siento mejor.

-¿Ehh?- pregunto el pelirrojo despertando de repente al escuchar la voz del rubio- ¿dijiste algo? - pregunto un tanto aturdido y sonriéndole a el chico.

El rubio se levantó quedando sentado al lado del alfa soltando su mano.

-Ya me siento mejor, puedes largarte- dijo- pfff dormías mientras a mí me quemaban el pecho, ya quiero verte jodido bastardo pelos de mierda- murmuro en voz baja mientras el pelirrojo recordaba todo lo sucedido antes de quedarse dormido, lentamente la sonrisa en su rostro cambio a una expresión no muy feliz del todo.

-Claro- dijo quedamente- llámame si necesitas algo, o te sientes peor- dijo dándole una sonrisa falsa y dándose la vuelta.

-Gracias- murmuro mirando a otro lado, realmente no sabía el por qué le daba las gracias, bien podía deberse a el hecho de que se había quedado junto al mientras pasaba por aquel dolor infernal o por que le había soportado durante ese tiempo, primero como amigo, y le había querido como a un hermano, y luego como novio, en el tiempo que le había amado y casi le había obligado a amarle, pero sabía que el estar marcado ahora no le permitiría seguir en su relación con el pelirrojo, lo único que deseaba con todo su ser era que su alfa no fuera el jodido mitad mitad.

No te alejes de mí  >AizaBaku<Donde viven las historias. Descúbrelo ahora