Fifty Twilight of After

La Rubia Hija del Mismo Satán

Todos nos cruzamos con este cliché; quiero decir ¡no falta!

Ella es la más popular, rubia oxigenada, ¡y con un cuerpazo! que sabe lucir  ajustados vestidos o prendas que cuestan más que tu casa y están a la completa moda. Y, si el autor en verdad no tiene capacidad de crear algo nuevo, esta zorra se vestirá de rosa.

Ella es la reina de todo (en la mayoría de los casos, del instituto), muchas veces jefa de las porristas, quienes son sus zombies que lo único que hacen es seguirla, abanicarla y apoyar cada crueldad que ella haga.

Y uno no está seguro de por qué tiene tantos amigos (o de por qué -en la mayoría de los casos- tiene al co-protagonista de novio) si es una perra, zorra, malvada que se cree un sol y hace bullying a nuestros protagonistas.

Además, por algún motivo, es asquerosamente millonaria y su "papi" puede manipular al mundo entero con su dinero y poder (quizás es un mafioso). Y vive en una súper mansión donde hace fiestas (fiestas donde de seguro la protagonista será ridiculizada), y a nadie le importa porque sus padres nunca están, ¡así que también se puede llevar a todos los chicos que quiera para que le den duro, porque es una ninfómana monstruosa.

El punto es que no sólo tiene a medio mundo lamiéndole los dedos del pie, sino que tiene al chico más sexy, también millonario, y popular del mundo, ¡pero ojo!, porque este chico puede ser o un príncipe azul o un bully, al igual que su reina. Y de ser el príncipe azul, repito: ¿qué corno hace con esa? (y mejor me callo porque esta discusión la dejaré cuando trate ese cliché).

Muchas veces, esta rubia oxigenada, al pasar la historia, se vuelve buena... o un intento de eso, e incluso termina siendo amiga de la protagonista y, cuando el autor ya está muy drogado, incluso se queda con uno de los amigos de la protagonista como novio. Y, además, descubrimos que es una hija de puta criada por Lucifer porque su vida es TAN DIFÍCIL y sus padres son los verdaderos malvados (o bueno, eso pasa muchas veces).

Y, también, muchas veces, si hay una secuela no programada, no planeada, no esperada, la rubia deja de ser la B.F.F. *voz de idiota* de la protagonista y regresa a sus raíces.

¡Muy bien, autores, ustedes SÍ que se rigen por la lógica!

Ah, y, como extra, dado que mucha gente ya cree que la rubia rosa está gastada, en vez de ser una Barbie será: asiática o morena. Gran cambio, muchachos, menos mal que ampliaron sus horizontes.