Fifty Twilight of After

...hacer sufrir a los lectores...

Muy bien, en tu historia "Mi hermanastro es mi niñero stripper que vive en el dormitorio vecino y es un badboy" Fidelma conoce a su nuevo hermanastro... quien es un mujeriego badboy bueno para nada, ajá... Se odian. Se insultan. Sí, sí, es una historia... decente. En el capítulo dos hay una fiesta, sí, correcto, se emborrachan... En el tres se besan y él le dice "te amo, siempre te amé y..."

ALTO. ¿¡QUÉ!? Whaaaaaaaaaaaaaat?!

*Mira al autor, a punto de golpearlo* ¿¡QUÉ!?

...

(Linda intro, ¿no?) A ver, gente, sé lo que es emocionarse con una historia propia, sentir esa burbujeante vibra en tu ser que te llena de ilusiones y pensamientos como "¡alto betseyer que me hago, papá!" (está escrito como se lo diría aquí en Argentina... o sea, en idioma turro o cani). Tú dices "¡guau!, ¿todo esto salió de mi mente?". Te imaginas las escenas una y otra vez, ya planeas la secuela pero te olvidaste de un detalle: no escribiste un poroto. Y a la hora de hacerlo ya quieres estar en el capítulo 704 de la segunda temporada, ya quieres llegar a esas escenas que tanto pensaste y te emocionaron.

Es por eso que personalmente no me gusta cocinar tanto la historia, sino dejarla fluir. Pero bueno, cuando uno se emociona, se emociona, y es casi imposible detenerse. Ahora, tienes tres salidas de este problema:

A) Poner en práctica tus clases de yoga, sentarte frente al ordenador con la paciencia de dios encima de ti y escribir disfrutando cada palabra, cada milímetro de historia.

Y sé que no lo harás... y tú también lo sabes. Así que vamos a la B.

B) Escribir los capítulos y las escenas desordenados, según tu antojo. Esto sólo es recomendable si ya tienes todo muy bien planeado, y si te consideras capaz de, luego, rellenar los densos huecos. (Por experiencia, no lo hagan a menos que confíen mucho en ustedes).

C) O claro, puedes hacer todo apurado como si Satán te hubiera puesto la misión y la condena de lograr que, en una semana de escritura, Fidelma y Max Power sean la pareja más feliz del mundo. (Y cabe aclarar que hay autores que se toman una semana para sólo un capítulo).

...que esto es lo que la mayoría hace.

Ahora que he explicado, que les he dado un prólogo del tema de este capítulo, hablaré específicamente de la opción C, y de esta manía por apurar las cosas.

Por favor, ¿quién no se ha cruzado con novelas atropelladas? Es como si ni el autor se aguantara las ganas y quisiera que todo pase ya. Es por eso el título de hoy, que completo sería: No importa si tienes ansiedad o si estás relajado con tu novela, lo importante es hacer sufrir a los lectores, lograr que se desesperen tanto que quieran matarte.

Pero bueno... era un título largo.

Personalmente prefiero eso a tener que chocarme de golpe con todo. Quiero decir, ¿nunca nadie les dijo (o ustedes mismos pensaron) que la vida sin problemas no tendría razón de ser?, ¿que si tienen todo lo que desean será aburrido?, ¿que si las cosas buenas se vuelven cotidianas ya dejan de ser especiales? Y antes de que me pregunten de qué carajo estoy hablando, les explicaré: hacer que Fidelma y Max Power se conozcan, se vayan gustando, pero que pase esto y esto se generará una cosa de "COÑO, SE GUSTAN, HAGAN ALGO AL RESPECTO", y la sensación de cuando hacen ese algo al respecto (muchas veces un beso) es... orgásmica. En cambio, si lo haces rápido, los lectores no terminan de formular la cita de arriba y ya los personajes están casados, lo que quita emoción.

Me acuerdo una vez, una historia cuyo nombre no recuerdo, en la cual Fidelma (la leí hace mucho, así que los nombres tampoco los tengo a mano) y Max Power, desde un inicio, parecían el uno para el otro y yo, obveamente los shipeaba por aquí y por allá. Cuestión que se conocen, estaban haciendo un ritual mágico o no sé qué pedo, y se acercan y están como muy en... una escena intensa. Y yo era como "joder, son uno para el otro, kiss... now!"

... Y se besaron.

Yo era como "alto, ¿qué? ¡no! Se conocieron ni siquiera hace un día, sino hace HORAS, HACE PUTAS HORAS". Además de que no fue un beso por gustito, frío y sin más, sino que luego se hicieron parejita. Uf, la jodieron toda.

PERO BUENO, ¿se entiende?

A los lectores hay que hacerlos jugar, hacerles creer que pasará lo que quieren que pase pero NO, hay que engañarlos, hacerles el ole. Porque, aunque sufran, eso mismo hará que más tarde, cuando suceda lo que quieren, exploten de la alegría, además deja buen sabor en la boca... y lo que más debería importante: los mantiene enganchados, curiosos, atentos.