Estoy harta del público.

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¡Hola, queridos lectores! Aquí estoy nuevamente... para quejarme.

Estoy bastante cansada, en el sentido de estar harta, hastiada, fastidiada... O, en un lenguaje más coloquial: ESTOY HASTA LOS HUEVOS.

(Y técnicamente sí tengo: ovarios. Ovo es huevo. La lógica dicta que las mujeres tenemos huevos y... no sé por qué me pongo a explicar esto, PERO BUENO).

No sé si ya lo comenté antes, pero la cosa más insoportable que puede hacer un lector es buscarle la psicología del autor en base a sus obras. (Al menos para mí).

A ver, que uno diga... no sé: "Masha escribe tantos cuentos con religiones o sectas de gente fanática porque en su vida diaria lo vive constantemente" no me parece mal. No diría que es cierto, pero no es una acusación para nada grave, la verdad.

Ahora, esto de "la madre de Fidelma es la madre de la protagonista, y la mata, por lo tanto, la autora odia a su mamá" (basado en hechos reales. Basta con leer mi cuento "Pastillas").

Es odioso.

Pudre mi interior esta clase de subnormalidades. Creí llamarlo "Pastillas" no "mis sueños no realizados".

Sin mencionar que ¿es lo mejor que tienen? ¿El personaje de la madre inspirado en mi mamá? Si la regla es esa, el 80% de los autores de novelas juveniles quieren ver muertos o de viaje a sus padres. ¿No se te ocurrió que quizá ese personaje fue inspirado en otra persona o en nadie? ¿Y si tengo un personaje basado en mi mamá pero resulta ser... no sé, la amiga de Fidelma, el tío, el perro?

Sin mencionar el "Fidelma se enamora de Max Power, ¿así es el chico de tus sueños?"

¿Hola! Es un personaje. Es una historia. ¿Acaso tengo que poner al inicio, como en las telenovelas, "los personajes y hechos de esta historia son ficticios. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia"?

¡Gente!, ¡por favor!, ¿¡en serio necesitan un cartel!?

Es obvio que algo de mí, mis sentimientos y pensamientos serán volcados consciente o inconscientemente en mi obra. Es obvio que Max Power no será lo contrario que busco de un chico (o quizá sí), pero no necesita ser mi fantasía. Es obvio que me voy a inspirar en gente y hechos que ocurrieron, pero no implica que sea tan fácil u obvio. Es obvio que voy a escribir, en un inicio, lo que conozco de primera mano, y no me voy a poner a relatar sobre una tribu perdida de África que practica la ablación y el dolor que sufre de primera persona una niña (no a menos que decida hacerlo, lo investigue, etc.); claramente optaré por un adolescente de clase media que está metido con todo el tema de Internet, amigos y ser un rebelde sin causa.

Y... OBVIAMENTE EL O LA PROTAGONISTA TENDRÁN ALGO DE MÍ.

¡Eso quizás es peor!

"Fidelma se parece a ti".

"Fidelma narra/habla como tú".

"Fidelma tiene un aspecto parecido al tuyo".

"A Fidelma le gusta la misma música que a ti".

En serio.

¿¡Me están jodiendo!?

¿¡ME ESTÁN JODIENDO!?

Desde mi primer cuento que sufro cosas así, y lo sabía. Sabía que iba a pasar. Tanto así que, cuando mi mamá estuvo por leerlo, dije "sin interpretaciones psicológicas o no leés más" (ella es psicóloga. Quien tenga un padre de esta rama comprenderá qué hay que vivir cada día).

Fifty Twilight of AfterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora