Ante aquella pregunta, él simplemente golpeó a Geonu. El sonido seco del impacto resonó en la habitación, y el eco de la violencia aún flotaba en el aire cuando me giré para mirarlo. Nada había cambiado en él. Seguía siendo el mismo, aunque su mirada estaba fija en mi amigo, quien yacía en el suelo, inmóvil.
La tensión era palpable. Sin decir una palabra, él me tomó del brazo con firmeza y me arrastró fuera de la casa, pero antes de que nos fuéramos, se volvió para lanzar una fría mirada a Kyungmin, que observaba la escena con una expresión indefinida. La tensión en el ambiente era tan densa que casi se podía cortar con un cuchillo.
Una vez fuera, él me soltó, dándome la espalda con una especie de resignación que apenas podía descifrar. Cuando se giró nuevamente, vi el reflejo de sus propios sentimientos reprimidos en sus ojos. Las lágrimas empezaron a acumularse en mis ojos, la emoción era abrumadora. Iba a acercarme para abrazarlo, pero él me detuvo con un gesto firme.
—Kang... —dijo, una sonrisa burlona curvando sus labios. Su tono era juguetón, pero sus ojos revelaban una mezcla de preocupación y alivio.
—Park... —respondí con una sonrisa estúpida antes de lanzarme a abrazarlo con la fuerza de quien encuentra un salvavidas en medio de una tormenta.
Sunghoon me recibió con los brazos abiertos, y en ese abrazo sentí una conexión tan profunda que las palabras se volvieron innecesarias. Había estado ausente por demasiado tiempo y, aunque no lo dijéramos en voz alta, ambos sabíamos cuánto nos habíamos extrañado.
—No ha pasado tanto tiempo, pero, en todo el mes que ha pasado, la casa se sintió más silenciosa desde que te fuiste —dijo Sunghoon, acunando mi rostro entre sus manos con una ternura que rara vez mostraba.
—Sunghoon... —sollozé, tratando de controlar mis emociones— ¿Y los demás?
—Ya los verás —respondió con una sonrisa, un brillo en sus ojos que apenas disimulaba el alivio de nuestro reencuentro.
Caminamos en silencio, el sonido de nuestros pasos en la acera se mezclaba con el murmullo de la ciudad nocturna. A medida que nos acercábamos a mi casa, empecé a darme cuenta de hacia dónde nos dirigíamos. Mi corazón se aceleró al ver mi hogar a la distancia.
—¿Cómo es que tú... —empecé a preguntar, pero Sunghoon me interrumpió.
—Es fácil rastrear un olor como el tuyo. Por cierto... había extrañado tenerte cerca —dijo, su tono ligero y casual, pero sus palabras estaban cargadas de sinceridad.
Lo miré con una sonrisa mientras él desviaba la mirada, como si le costara admitir sus propios sentimientos. Seguía igual que siempre, me repetí a mí misma, aunque sólo había pasado un mes. No podía esperar grandes cambios.
Al llegar a la entrada de mi casa, abrí la puerta y, de manera inesperada, caí al suelo con un golpe seco. Sunghoon se preocupó al instante, pero su rostro pronto mostró una expresión de alivio al ver a Yeji, que estaba de pie frente a mí con una mezcla de sorpresa y preocupación.
—¡Te extrañé! —exclamamos al unísono, y nos abrazamos con la intensidad de quienes han estado separadas demasiado tiempo.
Después de compartir unas palabras y ponernos al día, me dirigí al interior de la casa. Todos estaban allí, esparcidos por los muebles, algunos sentados y otros acostados, como si esperaran nuestra llegada.
—Qué bueno verlos... —murmuré mientras saludaba a cada uno con una sonrisa.
Sunghoon cerró la puerta detrás de nosotros y se quedó al lado, esperando pacientemente. Al terminar los saludos, me volví hacia él.
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ପ 𝗩𝖺𝗆𝗉𝗂𝗋𝖾𝗌 𝗜𝗇 𝗧𝗁𝖾 𝗖𝗂𝗍𝗒 ଓ || 𝗣𝖺𝗋𝗄 𝗦𝗎𝗇𝗀𝗁𝗈𝗈𝗇 𖥻𝟤 ✔
FanfictionHeejιn vυelve a la cιυdad. ѕeparando loѕ caмιnoѕ qυe нaвía enconтrado con ѕυ prιмer aмor. Aún aѕí, lleva aqυellaѕ vacacιoneѕ coмo υn recυerdo мυy valιoѕo en ѕυ мeмorιa. ↳¿Algυna vez...ѕe enconтrará de nυevo con ѕυngнoon? ✘Coɴтιɴυαcιóɴ α "vαмpιroѕ|...