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Mi mirada seguía sobre el pero en cuanto escuché aquella pregunta empece a buscar con la mirada.
—¿Y los demás? -murmure-
—No cambies de tema, responde.
Nuevamente dirigí mi mirada a el con una mueca.
—¿Porque te importa? -bufe-
—¿Porque? -me miro incrédulo, parecio pensarlo, abrio y cerro la boca de inmediato- No respondas una pregunta con otra.
—Bien. -suspire rendida- No hicimos nada malo, simplemente me ayudó a olvidar los problemas.
—En que sentido. -su voz sonaba molesta-
—No hay doble sentido en mis palabras, fue una agradable noche de amigos. -recorde la escena del beso y mis mejillas se acaloraron-
—Mierda Heejin sabes lo preocupado que estaba por ti. -se acerco a una gran velocidad, este tomo mi rostro entre sus manos- Hay una loca afuera llamada Irene para tú información, estamos por empezar una guerra, no vuelvas a salir sola con un mortal.
—Yo... -me quede sin palabras-
—¿Tú? Tu que. -solto frustrado, rodee mis brazos por su cintura y el correspondio tiempo después-
—Perdón, no quería angustiarte...
El no contesto, sin embargo algo me parecia curioso, la casa en verdad estaba en silencio.
—¿Y los demás? -volví a preguntar-
El se acurruco en mis brazos y respondió. —Fueron a buscar a algunas personas.
—¿Algunas personas? -fruncí el ceño-
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—¿Entonces responderás mis preguntas? -pregunte por onceava vez-
—Que sean 3 como máximo.
Sonreí y me senté en el pasto del jardín junto a el.
—La primera, ¿Cómo se mata a un vampiro? -note su tensión-
