06. Pequeña Discusión.

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HEEJIN.

—Vamos, aún... tienes que ayudarme —murmuré, sintiendo el nerviosismo palpitar en mi voz.

—Seguro —respondió Geonu, con su calma habitual.

Tomé mi mochila y, sin dudarlo, empujé a Geonu fuera de la habitación. Ni siquiera me molesté en mirar a Sunghoon; la vergüenza quemaba en mis mejillas por lo que había sucedido momentos atrás. Sus ojos fijos en mí, la tensión palpable... me hacía sentir tan vulnerable.

—"Amigos" —Geonu hizo comillas en el aire, con una expresión burlona.

—Tú no viste nada —lo apunté con el dedo, tratando de sonar más firme de lo que me sentía.

—Vamos, te lo estabas comiendo —soltó una sonora carcajada, que rebotó en las paredes del pasillo, haciendo que mi rostro se enrojeciera aún más.

—Geonu... —dije su nombre con un tono sombrío, lo suficiente como para que supiera que debía callarse.

Seguimos caminando hasta la cocina en silencio. El sonido de nuestros pasos en el suelo resonaba como una marcha que no podía evitar. Deje mis cosas sobre la mesa, pero aún podía sentir la presión de sus palabras en el ambiente.

—Me dijiste que no te gustaba —Geonu habló, sus ojos clavados en mi cuaderno, aunque su mente estaba en otro lado.

Sentí que su presencia creaba un ambiente denso. Su mandíbula estaba tensa, y su mirada era más dura de lo habitual.

—No te enojes. No fue nada, hagamos la tarea —desvié la mirada, intentando no pensar en cómo me miraba.

Geonu suspiró y se acercó a mí, colocando sus manos sobre la mesa mientras cruzaba sus brazos por mis hombros. Pude sentir su respiración cerca de mi cuello. Lo miré sobre mi hombro, y vi su rostro justo al lado del mío. Él sonrió antes de volver su atención al cuaderno.

—Tienes que sacarlo del libro de texto, ¿no? —preguntó, tomando el libro con calma.

—Así es.

Geonu abrió el libro y comenzó a leer. Parecía completamente absorbido por la tarea, incluso más que yo. No me di cuenta de cuánto tiempo lo había estado observando hasta que sus ojos se encontraron con los míos. Desvié la mirada rápidamente y comencé a escribir como si me concentrara en algo importante.

Él dejó el libro a un lado y se inclinó hacia mí, colocando su mano sobre la mía con la lapicera. Con una sonrisa, me mostró que el cuaderno estaba al revés.

—Estaba al revés —se rió, un sonido que me hizo sentir incómoda.

—Cállate —chasqueé la lengua, tratando de ocultar mi vergüenza.

—En fin... —se sentó a mi lado y me pasó el libro—. Te marqué lo que tienes que sacar. Es sencillo.

Le agradecí con una sonrisa y empecé a escribir. Geonu se apoyó en la mesa, mirando el proceso. Su presencia me intimidaba, últimamente se estaba comportando de forma extraña, pero también sabía que estaba aquí para ayudarme.

—¿Qué harás mañana, después de la escuela? —preguntó de repente, rompiendo el silencio.

Lo volteé a ver, deteniéndome en sus ojos que brillaban con esa chispa de curiosidad y algo más. Sabía lo que significaba esa pregunta. Cada vez que la hacía, era porque tenía un plan, algún lugar a donde quería que fuéramos.

—Yo... Tendré que quedarme con ellos, no puedo dejarlos solos. Tengo que cuidarlos —respondí, sintiendo una punzada de culpa al ver la desilusión en sus ojos.

ପ 𝗩𝖺𝗆𝗉𝗂𝗋𝖾𝗌 𝗜𝗇 𝗧𝗁𝖾 𝗖𝗂𝗍𝗒 ଓ || 𝗣𝖺𝗋𝗄  𝗦𝗎𝗇𝗀𝗁𝗈𝗈𝗇 𖥻𝟤 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora