Capítulo 14

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Saint

      Está a punto de amanecer, es este el momento implacable para mis ojos aún cansados; al abrirlos como primera impresión noto que esta persona está aquí dando la espalda al gran umbral que da ingreso a los rayos del sol, algo tenues, a su vez, extendiendo por completo sus brazos entre los míos.

Zee estaba completamente adormilado, pero al verlo, reconozco que no hay nada como despertar en la cama de la persona que amas.

¿Hay algo mejor que despertar al lado de esta persona?

Es una de las mejores sensaciones que he experimentado desde mi partida.

- Tenerte me hace feliz...- Un susurro pausado salen desde mi interior.

Ciertamente, el estar a su lado me hace feliz, tenerlo junto a mí me genera tranquilidad y calma, una, que desde tiempo no he sentido, su aroma me genera seguridad. He extrañado a este hombre, cada centímetro suyo.

Es un día libre, sin ajetreos e inasistencias al trabajo, rozo por última vez su rostro con el mío antes de volver a dormir.

      Al girar levemente mi cuerpo siento un vacío a lado, sin dudar me desprendo de aposento teniendo mi razón desubicada, no está, ¡él no está aquí! Se ha marchado, tal vez solo la noche anterior era un error, un momento de desilusión me invade, me siento como si estuviera esperando algo que no iba a suceder.

Mierda.

Las acciones de la noche anterior debieron de disparar niveles de serotonina y oxitócina provocándome un efecto antidepresivo y energizante, pero he perdido cosas importantes, como una buena conversación después del clímax.

Trato de levantarme de la cama aún con el cuerpo entumecido y un gran dolor posterior sin darme cuenta que por la puerta ingresa Zee acompañado de una pequeña bandeja. Me observa extrañado, como si tratara de comprender mis acciones, respiro profundamente y mantengo la calma regresando a la posición anterior.

Estoy aturdido e impactado.

Estos pensamientos que me invaden son comparados con la inseguridad, miento, es la inseguridad en sí mostrándose en mi interior indicando que puede volver a tomar control de mi cuerpo.

Respira, la primera palabra que viene a mi mente.

- Es lo que tengo al alcance por ahora – Una voz grave a primera hora de la mañana.

Una taza de café se acerca a mi mientras la persona se sienta en la cama recargando su espalda sobre las confortantes almohadas mientras sus ojos observan meticulosamente cada una de mis acciones.

- Hace frío hoy –Lo dice mientras acaricia mi dorso.

- Una razón más para no salir –Mi voz suena algo insegura.

- No pensaba dejarte hacerlo –

Su voz contra mi oído se escuchaba como un sonido repetitivo, mientras que sus palabras me invitan a seguirle el juego previo otra vez.

Tomo otro sorbo de café y coloco la taza sobre la mesita a un lado de la cama para recostarme a su lado. Hábilmente, Zee me da la vuelta para ponerme de espaldas contra la cama y él salta encima, utiliza sus rodillas para mantener mis brazos inmovilizados hacia abajo y conociendo mi punto débil comienza a hacerme cosquillas.

Lentamente el ambiente ruidoso y lleno de risas se trasforma en algo más íntimo.

Estando en pausa, Zee tiene una mirada profunda.

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⏰ Última actualización: Oct 08, 2021 ⏰

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Los siento, te extrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora