Capítulo 12

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Saint

       Sin duda fue un sueño profundo, abrí los ojos y resulta ser de noche, no, pensándolo bien, es de madrugada, he pasado un buen tiempo aquí, dormí todo el resto del día y ahora me cuesta volver a adormecerme; aun mantengo el dolor de cabeza, pero eso no me impide dirigirme hacia el gran ventanal y abrir las persianas.

El dolor es intenso y es tan silencioso aquí que me resulta incómodo, contengo por un momento mi respiración mientras miro al vacío, desde este día se inicia la cuenta regresiva para el gran evento del estudio y sé que debo asistir, he trabajado tanto para esta presentación que merezco un reconocimiento; pero, a decir verdad, me siento obligado de hacerlo, no tengo la mayor intención de interactuar con el mundo y no hay nada que me impida en hacerlo ya que estoy comprometido.

Cómo lo explico, he vuelto a caer en una situación complicada.

      Me cuesta extender por completo la mano, tengo los nudillos hechos mierda, no pensé que el golpe hacia Zee iba a provocar que mis articulaciones muestren pequeños enrojecimientos, sus palabras fueron toscas, casi delirantes, no tenía algo que dijera de verdad, fueron solo palabras vacías, o eso es lo que quiero pensar por ahora.

Las luces de la ciudad golpean mi rostro, este gran ventanal hace lucir parte de la vista una imagen apuesta e indica que no estoy en casa; me encuentro algo mareado para pensar en el lugar, solo quiero volver a acostarme y dar la bienvenida al nuevo día.

      Al abrir mis ojos, lo primero que veo es un blanco palpitante y hace que el dolor regrese, aunque, la cama es cómoda, es una buena estancia.

Realmente cómoda y tiene una gran vista.

Giro y busco el móvil para ver la hora, no tengo de que preocuparme, el trabajo ha terminado, la presentación está cerca; haciendo memoria, recuerdo que la noche anterior fue buena, en partes, extrañé aquel lugar y al dueño, todo iba bien, gané una apuesta después de desahogarme.

Iba por buen camino hasta que llego ese idiota.

- Mierda, la cabeza me duele –

Lentamente desprendo mi cuerpo de la cama, necesito un buen baño y no conozco bien el lugar, Gulf ha rentado un buen departamento, me dirijo una vez más a la ventana, en verdad me agrada esta vista, el Puente Bhumibol se ve desde aquí rompiendo con la continuidad de los edificios.

- Tan imponente -

Es solo que, de alguna forma, me recuerda un poco a la antigua habitación de Zee.

(Toc, toc)

El llamado a la puerta me desconecta de mis pensamientos y hace que vuelva a la realidad.

­- Saint –Esa voz, mierda- ¡Ey! ¿despertaste?

Mierda.

De todos los lugares en donde terminaría acababa de caer en uno de los peores, joder no estaba consciente desde que salí de aquel bar, pero aun así asumí las consecuencias.

Irónicamente esta ciudad en verdad es enorme y las opciones eran múltiples, pero existe un punto en donde tengo que parar casi siempre.

Zee está fuera de la habitación, para ser exactos hace compañía a su recibidor, de cierta forma me tranquiliza un poco tenerlo cerca a pesar de lo que sucedió la noche anterior, pero también pienso que volvimos a errar.

- Mierda, mierda –Mi voz se estrangula.

- Tomate tu tiempo y ve a darte un baño –

Un silencio incómodo.

Los siento, te extrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora