Capítulo 3

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Zee

       Al despertar esta mañana me encontraba más tranquilo y tome un baño común, tenía que estar en el estudio más temprano que de costumbre, hoy era el día de la presentación y en partes el inicio de un contrato como empleado, dejaría de ser un practicante, mi talento comenzaba a mostrarme en el camino correcto.

Mantengo los nervios y escojo el traje, hay ocasiones en la vida cuando es de suma importancia el causar una buena impresión, el conjunto es un clásico, la combinación es ideal, mirarme en el espejo hace que me sienta seguro y decidido. Mientras voy acomodando mi traje me doy con la sorpresa que le hace falta el broche al pantalón, haciendo memoria, es el mismo con el que estaba la noche del bar.

Ese chico ciertamente sabía lo que hacía, aquí tengo una prueba, el grado de inconsciencia en la que me encontraba hace que no recuerde su rostro, no me encuentro tranquilo recordar sobre mis actos, lo que recuerdo más es ese aroma poco poco común, su aroma resulta ser una ilusión y hace que juegue dentro de mi mente.

Cuando vi a Mew dentro de mi apartamento supe que ya había encargado mi ropa a la lavandería, su obsesión por el orden también se ve reflejada en su vida, recuerdo que llegué tan ebrio y dejé el departamento hecho una debacle, no era consiente de mis acciones, incluso antes de salir de aquel lugar.

Buscaba olvidar en partes el dolor que me aquejaba, quería por una noche permitirme ser feliz, no importaba como, aunque claramente no resultó así y me arrepentiría al siguiente día.

Pero es inevitable no sonreír, dar un gran paso dentro de mi carrera borra en partes ese sentimiento de culpa, me las ingenio y soluciono lo del broche, hoy debo de usar este traje. Busco que el resto deje de importarme, la noche de la fiesta, las copas, el chico e incluso mi pequeña traición hacia Saint.

       Me alisto y dispongo mi salida, en este día todo está planeado, reviso el reloj y sé que me alcanza una hora para ir a la cafetería de siempre, Mew y Max avisaron que pasarían por el lugar, es mejor tener una reunión previa, este proyecto será una nueva oportunidad para los tres. Esperamos, por tanto, desde que nuestras solicitudes fueron enviadas no existía un día sin contar hasta que nos llegó la respuesta, admitidos, juntos iniciamos y nos mandaron a la misma área.

Si quieren creer que trabajar en el estudio es una cosa fácil, se joden, desde un inicio analizamos nuestra competencia, todos saben que antes de iniciar te vas a encontrar con algo desagradable e inevitable, por eso teníamos que eliminarlo, es una idea común, pero no resulta fácil ponerla en práctica.

He llegado al piso de aparcamiento, hago sonar el seguro de mi coche, para ir en su búsqueda, presiono la llave y comienzo a avanzar hacia mi gran oportunidad. Un café en una mañana más, una pequeña reunión con los chicos antes del gran día, reunirnos como siempre, mientras avanzo en el camino me permito pensar en este día y en ellos.

Antes de salir de la universidad, mi plan era presentarme a otro estudio, pero después de lo que pasó mis amigos intervinieron en mis decisiones, no me quejo, buscaban nuevas oportunidades para mí, tenía que volver a levantarme, no estaba siendo el mismo, me perdí en gran parte, aunque ya no lo soy del todo, estoy mucho mejor que antes.

       Me detengo en frente de la cafetería buscando un espacio del estacionamiento que dispone el lugar, encuentro uno y sigo avanzando, me estaciono completamente, respiro profundo antes de bajar, sé que no está aquí compartiendo este gran día, pero quiero hacerlo por mí, hoy es mi día.

Bajo con el mismo pensamiento y empiezo a sentirme relajado, llevo conmigo los planos para la presentación, si son aprobados tendré un nuevo trabajo, me vienen bien los trabajos. Camino en dirección a la puerta de la cafetería y choco con una mujer de aspecto delgado.

Los siento, te extrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora