Capítulo 4

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Saint

       El semáforo está en rojo, y estoy aquí detenido por el tráfico que te ofrece esta ciudad, así es, Bangkok es un sitio donde las horas del día se cuentan por segundos, y me impacienta, no podía creer que lo encontrara en el estudio, tenía por entendido que se presentó a otro.

Esta mañana Gulf no menciono lo de una propuesta hecha por principiantes, pero si lo hacía, no asistiría, no es un juego, es un gran proyecto y no quiero arriesgarme, mi nombre también ira impreso; pero al ver de quienes se trataba, solo podía pensar una cosa, quienes estaban ahí parados en medio de la exposición tampoco aceptan errores.

Desde la noche en el bar no había visto a Zee, pensaba no volver a verlo, me dirigía a KONE y a una presentación de un nuevo proyecto, este día tenía que ser simple, nada relevante, común.

Pero verlo directamente, después de mucho tiempo, era como si la situación me golpeara en la cara, estaba ahí, vestido de una forma única, impecable como siempre, no podía quitarle los ojos de encima, joder, por un momento no se sentía real, y ya todo era un desastre antes de llegar aquí, no borre la noche y por más que lo intentaba, ayer observando la luna las escenas se repetían una y otra vez.

Mierda, Gulf estaba junto a mí, y aún así no me sentía seguro.

Estaba afligido por el encuentro sin líneas de por medio dentro del ascensor, no sabía cómo reaccionar cuando dijo que había conocido a alguien, idiota, te dije que me esperaras, pero mientras más lo pienso, creo saber a quien se refiere.

Quizá hablaba del encuentro de esa noche, si es así, apuesto a que no sabe de quien se trataba. Posiblemente había encontrado una respuesta, o tal vez seguía confundido, la mayoría de la gente en una situación similar suele sentir esas emociones.

       No se podía predecir nuestro encuentro, no por hoy, pero era como si estábamos buscando lo mismo, y realmente lo conseguimos. Cuando salió del ascensor junto a sus amigos me sentía extraño, sé que ya nada era igual, me alejé de todo lo que tenía en esta ciudad, volvía a sentirme el nuevo.

- Hoy estas más tenso de lo normal. – Gulf me miraba directamente, sabía que no me encontraba tranquilo.

- La presentación de hoy cuenta como parte de mi trabajo, fui admitido dentro de la firma y no por mucho tiempo seré un pasante, conocen mi talento y saben hasta donde puedo llegar. – Quiero desviarlo, no puedo mostrarme sorprendido.

- ... – Su ceño se frunce, sabe que no quiero hablar de aquellos chicos.

Y lo sé porque mientras me mira, recorre su vista hacia la sala de reuniones apuntando a Max y Zee.

- Antes de ir a América ellos eran mis amigos. – Lo digo sin la mayor importancia.

- Mierda y ... ese de ahí. – No completa su oración, pero está sorprendido.

He contado en partes mi historia con Zee, y Gulf sabe por lo que pasé, conoce cada detalle, si no fuese por este hombre estaría aún dentro del estudio sumergido en trabajo sin ver la luz; era una alternativa para alejar de mis pensamientos sobre el hombre que deje aquí, me culpaba constantemente.

Estando en la reunión, no podía dejar de ver a Zee, ha cambiado, no era el mismo, aunque no necesariamente cuente como una queja, ya nada quedaba entre ambos. Cuando busqué la forma de tener una conversación con él se fue dejándome ahí parado haciendo el ridículo.

Parecía actuar como un completo idiota, la cara de Max lo decía, y si no fuera porque estábamos dentro del estudio, ahora mismo lo acompañaría a cubrir el gasto de sus heridas, si no intervenía Mew, el arrogante de su amigo hubiese sido golpeado.

Los siento, te extrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora