Evil And Purity[Shen Jiu X Shen Yuan]

9. Simplemente quiero escapar.

Yue Qingyuan parpadeo, mirando como Shen Jiu le lanzaba una fruta.

"Una ilusión". Volvió a repetir Shen Jiu, intentando convencerse. No quería perder la cordura, dignidad y sobre todo los estribos y darle el placer a aquella bestia de disfrutar de como él se desmoronaba poco a poco, cayendo ahora él al abismo infinito y oscuro.

Shen Yuan se sentó en una piedra con forma cuadrada, sintiendo el frío que recorrió al instante su columna vertebral. ¡Hermano! ¡¿No había algo más calientito y cómodo?! El cielo rugió instantáneamente como en respuesta a Shen Yuan con un: ¡No! ¡Jódete!

—Ten. Una fruta rebotó en la frente de Shen Yuan cayendo pocos metros de él. Shen Jiu rodó los ojos, tan patético e inservible. ¿Cómo aquello podría ser una copia de él? ¡Si tuviera a Luo Binghe enfrente le rompería la cara!

—Xiao Jiu, no seas tan rudo. Intervino Yue Qingyuan con un semblante preocupado, acercándose un poco a Shen Jiu, este como en los otros días no lo alejo. Sin embargo, lo miró con mala cara, una expresión que hizo temer a Yue Qingyuan, por lo cual guardó silencio.

"Bien, ese maldito al menos es obediente". Suspiró Shen Jiu con irritación.

¿Cómo lidiaría con dos idiotas? Uno mas estúpido que el otro, vaya suerte.

Tal vez el rugido no fue solo una señal para Shen Yuan, sino para todos ellos, advirtiendo que una tormenta estaba por caer encima de Qin Shuang en algunos instantes. Sin embargo, todos ellos hicieron caso omiso a aquella advertencia que un Dios muy amable les había dado. Las primeras gotas descendieron como una brisa helada, acogiendo el cuerpo de los tres, mientras el cielo se oscurecía por las nubes color gris, cubriendo el abrazador Sol del pueblo pobre, dándole un gran estremecimiento a Shen Yuan. De un momento a otro las pequeñas gotas se convirtieron en un aguacero que resonaba de forma sonora en todo el sitió, era agradable, un sonido relajante que transportaba el olor inconfundible a humedad, algo de polen y el sonido de una misteriosa cítara que entraba en los oídos de los tres, deslizándose dulcemente, rosando cálidamente sus tímpanos y resonando con gracia y delicadeza.

"¡Perfecto! ¡Lo que faltaba!". Gruño Shen Yuan. Ah... quería matar a alguien y luego matarse a él mismo. Shen Yuan en su queja no se dio cuenta en el momento que Shen Jiu lo tomó por el brazo, y lo obligo a entrar a un pequeño techo de madera podrida con tallados rústicos. El lugar era aun más frío y polvoso que el callejón, pero al menos los mantendría secos hasta que aquella tormenta parara.

Ah... Si Shen Yuan se encontrara en su mundo estaría mirando por la ventana de su departamento mientras aquella tormenta caía en las calles de China, pero vaya, ¡quien diría que terminaría muriendo mientras comía normalmente un bollo de carne delicioso! ¡Ni sus papilas gustativas tuvieron el tiempo de saborearlo! Ah, la vida es tan cruel y atroz con Shen Yuan. Se sentó en el suelo, observando cada gota de agua que caía al piso de piedra y como se deslizaba hasta la tierra y pasto. Aquella imagen se transparentaba en las pupilas verdosas de Shen Yuan, cada resoplido que él daba llegaba hasta el oído de Shen Jiu, penetrándolo como una flecha que se clavaba directamente en su cabeza, sacándole un mini chorrito de sangre que le daba un dolor de cabeza. ¡¿Podía dejar de quejarse?! ¡Maldita sea era irritante!

Con un chasquido de lengua Shen Jiu se echo para atrás, presionando su cabeza con la madera ligeramente húmeda de la tara. Sus manos se alzaron presionando sus muslos, mientras se sentaba en una posición de loto algo inmoral, sintiendo que sus meridianos apenas podían ser detectados, y su energía era tan densa que casi quiso abofetear su propio rostro para asegurarse que podría hacer daño con su palma. A ese paso sentía que podía ser presa de cualquier insolente que osara a tocarlo o simplemente rosarlo con la mirada. Mierda... Nunca antes se había sentido tan débil. A decir verdad, Shen Jiu empezaba a olvidar que era alguna cruel "ilusión" de Luo Binghe, se estaba haciendo despreocupado. Bien, no esta de más decir que simplemente trataba bien a Yue Qi. ¿No era un avance?

Shen Jiu se mantenía relajado con sus parpados cerrados, indagando o perdido en su "cultivación" momentánea, haciendo lo básico del manual de cultivo de la Secta Qing Jin. No quería desperdiciar su floreciente y catastrófico talento. Aquel talento que su estúpido "maestro" había destruido con vileza.

...

La tormenta había terminado al igual que aquella melodía misteriosa. Shen Jiu nunca había escuchado una pieza tan pura y libre de pecado y maldad, soló los monjes y taoístas más buenos eran capaces de tocar una pieza similar, pero en aquel pueblo no había ningún templo al cual rezar, al ser tan pobre no podían construir uno. Las familias adineradas eran muy tacañas para creer que alguien era más grande que ellos, su ego era tan pesado y grande que podrían matar a alguien con un pelotazo, si tuviera volumen, claro.

Shen Jiu quiso conocer por curiosidad a la persona, si es que lo era, que tocó aquella pieza única.

pasos.

—Bien, daré vuelta después de caminar por este lugar tan pintoresco. Dijo dulcemente una persona.

—Bien señorita Qiu...

[Autora: Lamento la tardanza, tengo problema con el desarrollo de este fanfic, aparte que estoy en un bloqueo :( . Espero que termine pronto. Sin embargo traje este capitulo con mucho entusiasmo, tal vez empecemos con lo bueno?, espero que sea de su agrado. Algún fallo ortográfico háganmelo saber, sin más, adiós...

Nota: Mi celular murió, ahora estaré escribiendo en mi computadora, estoy algo estresada por eso, pero me repondré rápido, así traeré mejores capítulos.]