¿Amor u odio? esa es la cuestión.《Minsung》

3.-Dos Contra Uno

Ese mismo día pondríamos en marcha el plan, o bueno, parte de el.

Según minho hyung debíamos seguirlo por la tarde, luego de clases, esto con el fin de averiguar su rutina. Ya que a diferencia de Minho que se quedaba en la biblioteca, bangchan era de volver apenas acababa el periodo, lo cual para percepción de mi hyung era sospechoso.

Pero para nuestra mala suerte era el día que nos tocaba la limpieza del salón, entonces tuvo que ser ejecutado al día siguiente. Pero mala suerte también, le tocaba la limpieza a Bangchan, y tanto hyung como yo preferimos gastar mejor nuestro tiempo a esperarlo.

Y fue así que el plan fue removido al viernes.

La cosa consistia en vigilarlo por unos días.

1: Plan de vigilancia.

Ya para entonces estábamos al tanto de cada paso que diera el chico nuevo.

Ese viernes por la tarde, decidimos seguirlo.

-Pero hyung, ¿no se supone que los viernes te quedas hasta la noche en la biblioteca?

-Como sea, esto ahora es importante. Lo arreglaré una vez me haya encargado de ese tipo.

Nos encontrabamos a más o menos cinco metros tras Bangchan y sus amigos, escondiéndonos cada que alguno volteaba para no ser descubiertos. Todos iban entre risas y gritos. Más tarde descubrimos que solo daban vueltas al vecindario, mas luego de una hora empezaron a despedirse, hasta que al final quedó solo nuestro objetivo.

El susodicho empezó a caminar hasta llegar una calle concurrida, donde había diferentes tipos de tiendas y comida callejera.

De repente empecé a babear con los colores y olores. Mi estómago rugió y minho lo notó, aún con todo el ruido de la gente. Volteó a verme no muy complacido.

-Es que... No he comido nada desde hace horas y, vamos, hemos caminado mucho, además hace calor-me quejé.

Minho echó la cabeza luciendo harto pero con la seguridad que estaba tan cansado y hambriento como yo.

-Bien, bien, ya, ve a comprarnos algo, no demores-Dijo sin perderle el rastro al de cabello ondulado, quien se había detenido en un puesto de ropa.

Sonreí de entusiasmo.

Extendí mis brazos y lo miré fijamente.

-¿Qué? - me cuestionó fingiendo no entender mi acción.

-bueno, es que... olvidé mi billetera en casa, además, venir hasta aquí fue tu idea, hyung. Y, y, ¡rayos, tengo tanta hambre!-comencé a lloriquear en voz alta.

El rodó los ojos antes de sacar unos cuantos billetes de su bolsillo y entregármelos.

-¡Genial, ya vuelvo!

Corrí en busca de esas deliciosas brochetas.

🐇🐿️

Solo me distraje un segundo, un segundo, y ya a lo lejos Bangchan se estaba yendo junto a alguien más. Lo último que vi fue dos espaldas alejandose. En qué momento había sucedido.

-mierda, Han jisung, dónde te haz metido.

Me empecé a desesperar muy enojado, no sabía si ir tras ellos o quedarme.

Ese idiota se estaba demorando.

Unos segundos más y tuve que avanzar, pero ya era tarde, estaban muy lejos y había muchas personas a mi alrededor.

-¡hyung, hey, espera! ..¡baby!

Tras mío venía Jisung corriendo como podía, con un par de brochetas de algo y ¿helados?

Oh, estaba acabado. Ese imb...

-Hyung, toma, noté que tenías mucho calor- exclamó con una sonrisa de comercial.

Fingí una sonrisa, aguantadome de embarrarle el helado en el rostro, en vez de eso traté de tranquilizarme y se lo recibí. No era de exaltarme a menudo, y no era como si pudiera hacerlo frente a todo estas personas rodeandonos. No dije nada al respecto.

-¿y el cambio?-cuestioné mirando sus manos repletas de comida.

-Oh, verás, c-costó mucho más de lo que piensas. Woaaah ¡todo está tan caro hoy en día! ¡Qué sucede con esta economía!

Con mi sonrisa más falsa me acerqué a su oído a lo que presionaba mi mano fuertemente en su hombro.

-la próxima...no olvides tu traer tu billetera, han-ah - susurré y me alejé dándole palmaditas. El tragó duro.

-Si, n-no lo olvidaré... - asintió-Como sea, donde esta el fornido ese-miró a su alrededor buscandolo, sin dejar de probar el helado.

-Lo perdí, se fue de la nada con otra persona.

-¿Hombre o mujer?

-uuhmmm, hombre.

-tal vez quedó en encontrarse con un amigo.

De pronto recordé lo último que había visto, el chico que iba con bangchan parecía llevar nuestro uniforme y parecia ser un poco mas alto que él. De alguna forma lucía familiar.

Me quedé pensando buen rato, mirando hacia la misma dirección donde se habían ido, hasta que oí una voz algo molesta.

-y bien... ¿Ahora que haremos?-jisung parecía confundido.

El plan ya estaba arruinado, por hoy.

-volveré a casa-sostuve mi mochila y avancé un poco antes de ser detenido.

-espera, hyung, salió mal, lo sé, y sé que fue mi culpa. Pero ya que estamos aquí, y como para no desaprovachar la tarde, ¿no crees que deberíamos pasarla bien?-insistió sonriente-. Vamos, mañana es fin de semana-imploró con voz lastimera. Pero tenía un punto y ya me encontraba muy cansado como para negarme. Asentí ligeramente-. Bien, ¿Que dices, el arcade?

Suspiré.

-De acuerdo, vamos.

-¡Woohoo!

Arqueé una ceja mientras lo miraba festejar, dándole una lamida a mi helado.

-Aaagh, muy dulce-dije devolviendo el helado con cara asqueada.

Avancé sin esperarlo y el me alcanzó por atras casi embistiendome, mas que feliz.

No pude evitar contagiarme de esa alegría, recordando un poco el por qué está persona era mi mejor amigo. Aún con todo esto, no podía evitar sentirme incómodo. Hoy nada había ido como quería. Entrecerré los ojos por un momento.

-Por cierto hyung, ¿aún tienes dinero? - suspiré por segunda vez.

Habia sido un largo día, pero sin lugar a dudas, esto apenas comenzaba para bangchan.