¿Amor u odio? esa es la cuestión.《Minsung》

14.-Me Decepcionas.

-¿condición?

-espera, Hyung-

-Largate de la escuela, vete lejos, a donde quieras pero aquí no.

Bang chan se quedó sin palabras, acorralado.

Si bien no quería que todo esté asunto se diera así, ni mucho menos revelar su secreto justo estando ahí él presente, de repente salió de mis labios, sin darme cuenta.

Como sea, este momento tenía que aprovecharlo a mi favor, después de todo, mi aborrecimiento hacia bang chan no desapareceria tan fácil.

-¿largarme? ¿Por que lo haría? Apenas llegue hace unos meses, además aquí ya tengo a mis amigos y a los profesores...Aquí esta... seungmin...

-Eso o tu secreto podría correr peligro-precisé.

-no chris no le creas, no es cierto, no queremos que te vayas.

Podía sentir el desespero de jisung a mi lado, pero en ese momento solo me atendía a reír para mis adentros y pensar en que por fin tenía a bang chan donde lo queria.

-en serio cual es tu verdadero problema conmigo ¿por qué te desagrado tanto? ¿Es por las notas? ¿Es por eso? Bien, bajare mis calificaciones, lo haré si quieres.

-Eso no me importa, solo queremos que te vayas.

-¡Que no! Chris escucha, mi amigo acá nada más bromea, no lo dice en serio.

El mencionado observó a han con tristeza antes de voltear a verme decidido. Sentí mi interior arder de enojo, tan solo verlo me daban ganas de golpearlo ahí mismo.

-de acuerdo -musitó sin previo aviso.

Estaba impresionado, no crei que fuera tan fácil.

-se que no te convenceré de lo contrario. Me iré, pero denme un poco de tiempo, veré como lo resuelvo. Solo manténganse en silencio.

-cuenta con ello-sonreí con satisfacción.

Estaba dispuesto a cumplir con mi palabra, solo si el podía cumplir con la suya.

-si bueno, trataré de salirme lo más pronto posible. Con tal que no lo comenten, estaré bien con eso.

Sin tiempo a responderle se retiró cabizbajo, dejándonos perplejos.

-No, Chris hyung, espera.

Apenas salió pudimos reaccionar a lo que acababa de ocurrir. Nos miramos, y entonces fue que Jisung quiso ir tras el. Yo lo sostuve de la muñeca antes de que lo intentara. No podía permitirlo.

-Sueltame, imbécil- trató de safarze.

-Espera, no lo hagas más difícil. Se por qué hago esto-intente convencerlo, reteniendolo a cómo podía.

-¡ahora si eres un total idiota! ¡Lo arruinaste!

-¡han Jisung!

-Ni siquiera pienses hablarme, no me escuchaste en todo el rato que quise arreglar las cosas, ahora yo tampoco tengo porque escucharte.

-¡Es por el bien de todos!

-Estoy harto de que te excuses y nos metas a ambos en eso. Prometiste que borrarías las fotos y olvidarias el asunto, pero resulta que sigues pensando solo en ti.

-No lo entiendes... De verdad.

Forcejeamos, con el golpeando mi mano y yo presionando aún más.

-Hey, aun no he terminado de hablar.

-¡sueltame! no me tomes como si fuera tu marioneta.

Entonces me pellizco y automáticamente lo solté. Aún así fui tras el evitando que llegara a la puerta de salida.

A los lejos se escucho un grupo de estudiantes acercándose. Nos miramos aterrados por un instante. Pero el reaccionó antes e intentó salirse.

-¡Regresa aquí!

Si se escapaba ahora, no iba a ser capaz de escucharme más adelante, así que antes de que alguien más irrumpiera lo tomé de la cintura y lo arrastré con todas mis fuerzas.

-Hijo de -

Lo empuje sin delicadeza dentro de uno de los cubículos y procedí a cerrarlo con ambos dentro. Justo ahí fue que el grupo de estudiantes había entrado.

Sin importarle nada jisung me empujó tratando de apartarme. Insistí y lo presione de ambos brazos, a la vez haciéndole señas de que se callara, ya que el seguía murmurando insultos.

Exasperado dirigí ambas manos hacia su boca para callarlo, ocasionando que chocara fuertemente contra una de las paredes.

Después de eso las risas de afuera cesaron.

Mis ojos amenazantes de nuevo se dirigieron a aquellos sorprendidos, captando el temor en ellos.

Me sentí hipnotizado por un buen tiempo, con nuestros rostros cerca y nuestras miradas encontrándose, diciéndonos un montón de cosas sin pronunciarlas. Insultos, amenazas, reproches... Odio, mucho odio...

Y algo más que no sabría explicar...

Sentí verlo todo desde otra perspectiva.

De nuevo mi interior de revolvió como la otra vez.

De nuevo Jisung estaba sonrojado.

Los pasos del exterior se escucharon cada vez más lejanos. Al parecer los estudiantes ya se habían ido.

No me moví.

-Estas rojo.

Con sorpresa él apartó la vista, a la vez empujando mis manos de su boca, concentrando su atención al suelo e intentando recuperar el aliento. Yo no podía dejar de observarlo con curiosidad.

-Del enojo, es obvio.

De repente me pareció que mi mejor amigo era la cosa más interesante en este mundo.

-Yo me largo.

-Espera.

Una vez más impedi su huida.

-Escucha primero.

Me atisbo con enojo, pero se quedo en silencio, esperando.

-Si realmente debes estar enojado con alguien, es con bang chan, es un imbecil, ¿no viste cómo nos miraba? Creeme, una vez que se vaya todo mejorará. Tal vez ahora no lo entiendas, pero imaginate cuando ya se haya largado-

-¿terminaste?

Últimamente había visto a Jisung enojarse demasiado, a lo cual no estaba acostumbrado y tampoco sabía cómo reaccionar ante ello. Lo gracioso es que todas esas veces fueron debido a bang chan. El era la causa de todo. Ya le agradaba a todo el mundo, ¿por que a Jisung? ¿Iba a robarmelo también? ¿Acaso también iba a seducirlo como sedujo a seungmin? ¿Me lo quitaria como me  había quitado todo lo demás? No, tenía que irse.

-No se que pasa por tu cabeza, pero ya me canse de tratar de averiguarlo.

Yo tampoco sabia, tampoco entendía que pasaba conmigo. Me estaba volviendo loco con todas estas sensaciones mezcladas creciendo dentro mío. No sabía si era odio, egoísmo, envidia, ambicion, o algo más fuerte que eso, no sabía cómo controlarme.

-Hyung, de verdad me decepcionas.

Oír aquello me trajo de nuevo a la realidad.

Jisung me observaba con tristeza, ya no estaba más enojado conmigo. Eso era peor, en todos los sentidos.

Entonces ya no pude detenerlo cuando salió de aquel pequeño cubículo, dejándome perplejo, asimilando sus palabras.

De pronto el timbre sonó indicando el comienzo de la próxima clase.