9.- Miedo.

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Pude sentir la mirada de Minho clavandose sobre mi y bangchan, volteé a verlo disimuladamente, el nos observaba mas que sorprendido. Su atención ahora estaba sobre nosotros.

La clase comenzó.

Como de costumbre yo no entendía nada, al menos en química, no era de mis cursos favoritos, además que me encontraba en la parte de adelante, donde estaban todos los chicos que si sabían y eran participativos.

El maestro empezó a preguntar, me puse nervioso, la mayoría de veces pasaba inadvertido de estas cosas, pero para mi mala suerte, yo fui la primera persona a la que dirigió.

Me preguntó algo sobre los elementos, ni siquiera lo había escuchado bien, pero me quedé helado sin saber que decir. Que vergüenza.

Pero entonces Bangchan levantó la mano, respondiendo la pregunta por mí.

El maestro asintió satisfecho y continuó.

Me dirigí a mí compañero con sorpresa, el solo me sonrió, y yo le sonreí también con gratitud.

¡Este chico me había salvado!

Genial...

¡Pero no! debía centrarme, no se suponía que debía agradarme.

Mientras yo seguía inmerso en mis pensamientos, el maestro se había retirado un momento del salón, por lo que sentí a alguien observandome con curiosidad.

-Así que tú eres Han Jisung.

El de pelo ondulado se dirigió a mí y aquello me sobresaltó. Bangchan apoyado de codos sobre el escritorio me admiraba con poca sutileza, como si yo le pareciera realmente interesante.

Me puse nervioso.

-ah, si-contesté tratando de no sonar tan cortes- y tu bangchan.

-Puedes llamarme Christopher, o Chris, si se te hace más cómodo-su sonrisa empezaba a inquietarme- de verdad estaba esperando conocerte Jisung, he oido sobre ti.

-¿sobre mi? - cuestioné con curiosidad.

-¡Si! Dicen que eres muy divertido. Me gustaría ser tu amigo-confesó apoyando la palma su mano sobre su mentón, sin dejar de verme a los ojos.

Me pareció raro, por lo general era conocido solo por ser el mejor amigo de Minho, aquel que le iba mal en los estudios y amaba la música. Bueno, yo sabía que era divertido, sabía que era alguien genial, pero no es como si me lo dijeran asi directamente.

-Pero ahora que te veo, te me haces un poco tímido.

Toqué mi cuello algo desconfiado.

-Es solo...a veces soy así cuando conozco a alguien por primera vez.

-aaaaaah.

Que situación más rara.

-Oye ¿y por qué hoy no te sentaste con tu amigo? Creí que eran inseparables.

-Uhm, eso-baje la mirada, y volteé para encontrarme con minho fingiendo ponerle atención a sumin, cuando todavía no podía creerse que estuviese sentado con su peor enemigo.

Bang chan lo notó y volteó para asegurarse.

-Ah, ya veo, el está coqueteando por allá.

Me devolví rápidamente avergonzado. Bang chan me estudió por un momento, como notando que no estaba de humor para hablar de ello, por lo que cambió de tema. Se lo agradecí en silencio.

Conforme más me hablaba, menos nervioso me sentía, a pesar de no querer entablar conversación con él, insistía preguntandome muchas cosas. Sin darme cuenta ya nos encontrábamos riendo de temas sin sentido. El maestro ya se estaba tardando, y la verdad me alegraba.

Después de todo, bang chan no era alguien desagradable, ya entendía más o menos por qué le agradaba a todos, era muy amable, le gustaba escuchar y ser escuchado, podía ser muy divertido también, y que es mejor, podía explicarte cualquier cosa que no supieras. Era muy inteligente.

Independientemente de cualquier prejuicio que me pude haber formado sobre él, descubrí que no era tan importante una vez que conocías a la persona.

Si es verdad, al principio no me agradaba, pero era más por un tema de compromiso, no lo odiaba, solo quería odiarlo.

Ahora Bang chan no me parecía nada de lo que Minho había dicho, más bien todo lo contrario.

Al término de la clase ya habíamos intercambiado números y nos despedimos, teníamos un pequeño descanso antes de volver a nuestro salon principal. El se fue y yo no sabia que hacer ni como sentirme, tenía miedo.

Ni siquiera quería encontrarme con minho, casi sabía como reaccionaria. Ahora debía estar mucho más enojado conmigo.

Espere a que todos los demás salieran y sin mirar atrás tomé mis cosas para dirigirme al salón sin detenerme a pensar en nada, quería huir. Pero antes de poder llegar, una mano tomó mi muñeca empujandome contra los casilleros. Era minho.

El me miraba con enojo, queriendo  lucir tranquilo, sin embargo, lo conocía tan bien que podía notar que estaba tan aturdido como yo, ademas que también su agarre sobre mi muñeca dolía. El de verdad estaba enojado.

-así que ahora te alias con el imbecil ese.

-así que ahora le sediste mi asiento a sumin-no dudé en responder. De la nada, yo tambien estaba enojado, también podía.

Ya para ese entonces no había nadie transitando por los pasillos. El timbre ya había sonado.

-ella se sentó a mi lado primero, no iba a decirle que se fuera. Y no cambies de tema. ¿Qué fue todo eso?

-no fue nada, solo hablamos un rato, es todo-respondí en voz baja.

-¿ah, si? Yo los vi muy felices a ambos-insistió con determinación.

-Si, claro, como tú y sumin ahí atrás-arremetí.

-Eso no tiene nada que ver, es diferente. Odiamos a Bang chan recuerda.

-¡tu lo odias! No hables por mi.

-¿qué, ahora te agrada? Solo un rato con él y ya hasta podrías chuparle el-

Lo empujé. El cayó por sobre su parte trasera al piso.

-¡Que estas intentando decir!

Me miró sorprendido, pero de inmediato se alzó sin decir nada, arregló su uniforme y se acercó lentamente, aún conservando la compostura. Minho tenía un orgullo inquebrantable.

Se acercó lentamente, tal vez intentando intimidarme.

-Oye, Han-ah...

De nuevo tenía esa mirada desesperada en el rostro, como aquel día. ¿Era...miedo?

-escucha, ya sabes como es él, lo vimos ese día, no deberías juntarte con el, por tu bien.

-¿por qué? ¿Acaso el que sea gay lo hace una mala persona? ¿Piensas esparcir las fotos?

-No quise decirlo así.

-El único actuando como una mala persona aquí eres tú-increpé.

Minho abrió los ojos, pero luego de unos segundos se burló amargamente.

-Vete a la mierda.

Solo eso dijo antes de dirigirme una última mirada y marcharse.

Estaba hiperventilando, que casi fue difícil mantenerme derecho en mi propio lugar. Mi corazón latía tan rápido.

No sé por qué dolía y por qué tenía tantas ganas llorar. ¿Quería llorar por lo que me había dicho al final? No, pudo haber sido peor, Minho podía ser alguien mucho más cruel, pero se contuvo.

No, no, no era por eso.

¿Qué rayos me pasaba? No era como si no nos hubiesemos peleado antes, no era como si me hubiese insultado por primera vez, ni tampoco era la primera vez que me miraba de esa forma, de esa forma que me hizo sentir un punzón en el pecho.

Tal vez en el fondo, muy en el fondo sabía lo que era... Y no, no podía aceptarlo...

Jamás había sentido tanto miedo.

¿Amor u odio? esa es la cuestión.《Minsung》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora