Capitulo 14

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Autora ChellZare






Luego de que mis padres salieran de la habitación mostraban rostros preocupados y ni mi madre ni mi padre se atrevían a acercarse para decirme que pasaba. ¿Debía esperar más tiempo? ¿Por qué nadie me decía que pasaba? ¿A caso a nadie le importaban mis sentimientos?. Me levanté y con pasos firmes camine hacia donde mis padres estaban.

—¿Qué pasa? ¿Cómo está Adora? ¿Puedo entrar  a verla?—Un inmenso dolor cubría todo mi pecho.

Mi padre tocó su mentón y soltó el aire contenido en su pecho, me tomo por los hombros.

—Hija lo siento mucho pero creo que lo mejor es que esperes un poco.—lo mire con confusión.

—¿Por qué? ¿Qué pasa?

—Adora no se encuentra en las mejores condiciones, ella está muy confundida y los Doctores creen que lo mejor es que no reciba visitas hasta el día que le den el alta.

—¿Tan mal está?

Mi padre miro a mi madre y está asintió, yo estaba impaciente y no quería esperar tanto tiempo para poder ver a Adora.

—Cariño, tu prima recibió más de dos golpes en la cabeza demasiado fuertes y eso de alguna forma le provocó pérdida de memoria.—mis ojos se cristalizaron de inmediato y podía sentir como de apoco mi corazón se quebraba—tiene dos fracturas en las costillas y también una fractura en su brazo izquierdo. Ella está muy confundida y cuando tu madre y yo entramos a su habitación ella se alteró, dijo no saber quiénes éramos ni por qué estaba aquí. El Doctor dijo que lo mejor era suspender las visitas.
Me quedé en completo silencio con la mente en blanco, las lágrimas resbalaban de mis mejillas sin control y después sentí como mi padre me envolvía con un abrazo y besaba mi cabeza.

¿Como podía decírmelo de una forma tan fría?.

Aún recordaba todo con detalles, como Octavia la golpeaba hasta dejarla inconsciente y la sonrisa en su rostro.
¿Y esto era todo supongo? Ella ya no iba a recordarme más en un muy buen tiempo y eso me molestaba y me llenaba de dolor, todo estaba tan bien ahora. Y es que para mí estaba siendo muy duro todo esto, recuerdo que la odie el primer día que la mire en el aeropuerto tan linda y extravagante y ahora la amaba como una idiota pero por cosas del destino todo se ponía de nuevo en mi contra.
Ella había cumplido su palabra de protegerme a toda costa y eso la tenía ahora en la cama de un hospital, me sentía tan culpable.

(Dos semanas después..)

El día de hoy Adora saldría del hospital, y a mis padres no se les pudo ocurrir mejor idea que dejar que yo la recogiera. "Justo como el primer día pensé" no quería hacerlo y menos ahora que las cosas estaban así.

—¿Por qué tengo que ir yo mamá?—le pregunté de nuevo a mi madre.

—Por que tú no la has visto y estuviste muy triste estas semanas que ella estuvo en el hospital.

—Roy tampoco la ha visto.... Que vaya el.

—Catra por favor, solo ve por ella al hospital, aún si ella no sabe quién eres con el tiempo lo hará estoy segura...

Asentí y bese la mejilla de mi madre mientras tomaba las llaves del auto, no era que no me hiciera ilusión el ir por ella al hospital ¿Pero que se suponía que iba a decirle? iHola mi amor yo soy tu novia y también tu prima tu nombre es Adora y es lo único que debes saber! Claro que no podía decirle algo como eso. Los malditos nervios me consumían y entre más me acercaba al bendito hospital más se aceleraba mi corazón.
Este era el último semáforo y no quería que cambiará al verde, no estaba preparada para ver de nuevo a Adora. El maldito semáforo cambio a verde y tuve que pisar nuevamente el acelerador, tenía que relajarme eso era. Me estacione y bajé para entrar a la recepción para preguntarle a la enfermera por Adora, ella me dijo que estaba por bajar de la habitación y que tomara asiento mientras esperaba. Obedecí y tome asiento mientras mi rodilla brincaba sin control alguno, escuché el sonido del maldito elevador y efectivamente ahí venía Adora acompañada por el Doctor, tragué saliva en cuanto la ví y ella me miro sin ninguna expresión de emoción en su rostro.
El Doctor dijo algo pero no pude poner atención a lo que decía por qué mi cabeza se mantenía de lleno en Adora

—Y eso es todo señorita......

Asentí y mire al Dr perderse entre los pasillos. Estaba esperando para saber que decir exactamente pero nada salía de mi boca.

—¿Piensas quedarte ahí parada? Estoy muy cansada y quiero descansar....

Entre abrí la boca y solo pude asentir, ese tono frío me recordaba a los días en los que ella solía odiarme y fastidiarme.
Abrí la puerta de copiloto para ella y en cuanto esta fue abierta ella me empujó y subió sin decir Gracias. Ahí estaba la Adora malhumorada del principio.
No podía evitar mirarla de vez en cuando según yo disimuladamente, quería saber qué pensaba, si me recordaba o acaso si se sentía bien.

—Deja de mirarme con lástima....—dijo con un tono bastante frío mientras su mirada aún permanecía al frente.

—Lo.... Lo lamento.

Ella suspiró y no dijo más. Mis padres y Roy me esperaban en la puerta de la casa y en cuanto me vieron estacionar el coche se acercaron para ayudar a Adora a bajar del auto. Ella sonrió y les agradeció por su amabilidad a todos, tal pareciera que se quisiera empeñar en ser mala solo conmigo.
Durante la comida estuvo callada perdida en sus pensamientos, a decir verdad lucía triste, y claro yo también lo estaría de estar en su lugar, ella había perdido a su madre hace algunos meses y ahora por culpa mía no recordaba nada.

—¿Puedes acompañar a Adora a su habitación Catra?—pregunto mi madre a lo que yo solo asentí.
Ella fue la primera en levantarse y caminar, yo le seguí después.

—¿Como te sientes Adora?.

—Ni si quiera sé si Adora es mi verdadero nombre. ¿Como te sentirías tu?.—hablo con su tono frío de nuevo.

—Aahhh... Lo lamento... no debí preguntar....

—Exacto. No debiste.

Entramos a su habitación y ella se sentó al borde de la cama mirando a la nada. Sentía un nudo enorme en la garganta de solo mirarla así. Tan triste y confundida.

—¿Puedo ayudarte en algo?.

—No necesito tu ayuda. Solo quiero descansar....

—¿Quieres que me vaya?—dije señalando la puerta.

—¿Por que querría que te quedarás? Sal ya de mi habitación y no me molestes...

Tragué saliva sintiendo mis ojos cristalizarse y mi corazón estrujarse al escucharla hablarme de esa forma tan fría y distante.

—No, no lo sé. Tal vez necesites un poco de agua o un poco de compañía que se yo. No quiero incomodarte Adora, solo quiero ayudarte en lo que pueda.

Ella me miro y rodó los ojos.

—Esta bien puedes quedarte un poco aquí pero después te irás a tu habitación y me dejaras tranquila ¿Entendido? Y no hagas mucho ruido....Asentí y me senté en un rincón esperando para ver si ella necesitaba algo de mí. Se acostó sobre su cama y se quedó totalmente dormida. Me acerqué en silencio a ella y acaricie su rostro mientras lloraba.
Lucía igual de hermosa que siempre, aún con esos moretones en su rostro, tal vez esta era una clara señal de que no podíamos estar juntas.
La noche cayó y no había señales de que ella despertara, tomé una manta y la coloque sobre su cuerpo para arroparla. No pude evitar besar sus labios mientras dormía, por qué ahora esa era la única forma en que podía besarla. Salí de su habitación para entrar a la mía y llorar en silencio Sentía un gran dolor en el pecho, extrañaba tanto el olor de su perfume y sentir sus brazos rodear su cintura cuando dormíamos,ahora tan solo eran simples recuerdos. Leí todas las cartas que ella escribió para mí una y otra vez, mire los regalos que me hizo y algunas fotos que nos tomamos juntas.
Quizá todo eso no iba a volver a ser lo mismo y solo quedaría como un bello recuerdo para mí.



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