"A Love In Nevada࿐MC"

VIII

Era de noche, la pálida luz de luna se metía por la ventana de ese lugar en penumbra; era la habitación de Doc, en la que éste se encontraba trabajando como todos los días, sin descanso alguno, no apartaba su mirada de la pantalla y sus dedos del teclado, escribiendo de forma apurada.

Su atención se vio interrumpida al escuchar el rechinar de la puerta, que se oyó como un hilo en la habitación.
La puerta se cerró, golpeando contra el marco, haciendo más ruido.

Doc intentaba acomodar sus ojos a la oscuridad, para descubrir quién era el que había entrado sin permiso a su habitación. Lo descubrió cuando aquella oscura silueta se paró frente a la luz, siendo sus lentes rojos iluminados, era Hank, quien saludó normal agitando su mano.

-Hank, ¿Qué te he dicho de entrar así? - Doc apartó su vista de la computadora, viendo algo molesto al otro.

El otro no contestó nada.

Hank se sentó al lado de Doc, acurrucándose en su hombro y sosteniendo con su mano izquierda su cintura, haciendo que suelte un fastidiado suspiro.

-Estoy ocupado, Hank. ¿Qué es lo que quieres? - Doc se apartó del agarre de Hank.

Hank dirigió una profunda mirada oculta dentro de sus rojos lentes a Doc, quien hizo lo mismo, ahora, viéndose fijamente.

-Doc... - llamó Hank, aferrándose de nuevo a su cintura.

Hank dirigió lentamente sus dedos al rostro de Doc y retiró su máscara, dejando ver su cara, que tenía algunas cicatrices.

La expresión que Doc manejaba en ese momento parecía tan seria como cansada, Hank puso sus manos en las mejillas de éste.

Doc hizo lo mismo, retirar la máscara del rostro de Hank, dejando ver la mandíbula de metal que le había hecho de prótesis hace meses.

Hank se levantó del lado de Doc, sosteniendo sus muñecas.

Ambos volvían a hacer contacto visual, Hank sosteniendo las muñecas de Doc, como si de una chica se tratase.

Doc safó sus muñecas de las manos de Hank, sintiendo sus mejillas. Empezaron a acercar lentamente sus labios, haciendo un roce luego de haber juntado sus respiraciones.

No parecían querer juntarlos por completo, simplemente rozar sus labios en un liviano beso que demostraba leves muestras de amor.

Hank jaló el brazo de Doc para sacarlo de su habitación e ir a la suya, su oscura habitación en la que el silencio reinaba como cualquier otro.

Al entrar, el de lentes rojos puso a su compañero contra la pared, dándole otra mirada que le hacía desviar la suya con nerviosismo.

Ahora ambos unieron de verdad sus labios, haciendo presión por parte de Hank. Doc puso sus manos en los hombros de éste, dejándose llevar por las sensaciones que le entregaba con cariño el otro.

El beso se tornaba un poco más apasionado, creando sonidos provocados por la interacción de saliva, ambos siendo alumbrados por la luz de luna que por la habitación vagaba sin cesar alguno.

Se separaron, ajustando sus ojos a la oscuridad para poder volver a verse.

Hank, ahora, jaló a Doc hacia su cama, posándose encima de él, entrelazando sus dedos para evitar que se moviera.

Un beso más, otro apasionado beso que desbordaba sentimientos amorosos que no tenían ni más mínimo final; sonrojándose a más no poder, moviendo sus labios como su mente lo obedecía, dándose placer al sentir como sus lenguas se hacían la intrusa en la boca del otro.

Al separarse, ambos se acostaron en las suaves sábanas, uno al lado del otro, Hank abrazaba a Doc por la cintura, acurrucado su cabeza en su pecho. Doc comenzó a acariciar su espalda con suavidad con ayuda de la yema de sus dedos.

El sueño les ganó, quedándose dormidos en aquella cursi pero tierna pose.

Nota sin importancia:
Banda, ¿Recuerdan lo que les conté ayer sobre el raro olor que me perseguía y provocaba sueño y pereza? Pues anoche tuve un sueño muy loco en el que estaba olfateando unas flores color morado; tenía un raro vestido blanco veraniego y no estaba sola ya que, a mi lado, se encontraba una linda y alta chica que hacía lo mismo que yo, oler las flores moradas. Vestía de igual manera a mí sólo que esta vez llevaba un sombrero de paja que no me permitía ver su rostro. Al final, ambas dormimos.

Re loco man, no lo entendí pero lo estoy asociando con el raro olor de ayer.