III

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Los chicos por fin tenían tiempo libre después de muchas agotadoras misiones. Sanford tenía pensado invitarle una cita a Deimoss, llevaban tiempo sin pasar un rato como una pareja normal y una cita sonaba bien dentro de la cabeza del de gafas oscuras.

Se estaba haciendo de noche, Deimoss se encontraba en su habitación mirando su computadora. Apartó la vista de esta al escuchar que llamaban a su puerta.

-¿Quién es? - preguntó Deimoss.

-Yo - respondieron al otro lado de la puerta, Deimoss supo al instante de quién se trataba.

-Pasa...

Sanford entro a la habitación para encontrarse con la monótona mirada de su pareja.

-¿Qué pasa, Sanford? - Sanford se paró al lado de Deimoss, quien sólo lo miró, confundido.

-Bueno...hay algo que quería preguntarte.

-¿Y Qué es?

-¿Te gustaría salir a una cita conmigo? Digo, tenemos tiempo libre esté fin de semana y hace mucho que no tenemos una salida sólo para nosotros - Deimoss se quedó callado por unos segundos. Luego, le sonrió al contrario.

-Claro, ¿Por qué no?

Ambos chicos se quedaron en la habitación hablando sobre la ya confirmada salida que tendrían; habían acordado que sería el sábado a las 4pm. Sanford estaba un tanto "emocionado" por éste hecho.

[...]

Ya había llegado el sábado que tanto esperaba el de gafas oscuras, estaba en su habitación pensando en que se pondría para la cita, no tenía mucha ropa y le era difícil buscar algo bueno. Al final, sólo se tumbó en su cama y se quedó pensando mientras veía a la nada, y, gracias a esto, se quedó dormido.

-Sanford! - el de gafas oscuras abrió los ojos lentamente al escuchar que tocaban la puerta de su habitación y, aparte, gritaban su nombre, era Deimoss. Sanford, cuando se había despertado por completo, se dió un leve golpe en la frente al percatarse que se quedó dormido, no busco su ropa y Deimoss ya estaba esperándolo.

-Ho-hola Deimoss... - Sanford abrió un poco la puerta y asomó parte de su cara.

-¿Por qué no me abrías? Ya vámonos!

-Ah, sí~ sí, jeje! ¿Podrías esperarme unos segundos? - el de menor estatura notó el nerviosismo del contrario.

-Ok?

Sanford cerró la puerta para dirigirse a su armario. Tenía que buscar algo rápido antes de que Deimoss se entere  que perdió todo el tiempo sobrante  durmiendo. Sanford se puso cualquier cosa; se puso un pantalón de mezclilla oscuro y una camisa abotonada blanca. No se veía mal, esa camisa lucia sus músculos, algo que le gustaba a Deimoss.

-Listo, ya vámonos! - Deimoss vestía de una camisa blanca, un saco oscuro sin mangas, unos guantes sin dedos, unos pantalones oscuros y un lindo moño, también negro, en el cuello de su camisa. Se veía "lindo" a los ojos de Sanford.

Ambos chicos estaban en la camioneta camino a algún restaurante, estos hablaban de cualquier cosa que se les viniera a la cabeza para no hacer aburrido el viaje. Llegaron al lugar, era un elegante restaurante clandestino ubicado en las afueras de la ciudad, el cual era visitado por criminales de todas las clases.

Ambos ya se hallaban en su mesa, había un raro silencio que el de menor estatura trataba de romper, pero no sabía cómo hacerlo.

-T-tienes unos muy lindos ojos, Sanford. - dijo con nervios Deimoss, tratando de romper el silencio que había entre ellos.

-Deimoss, nuestros ojos son invisibles.

-Mierda, es verdad - Sanford río ante ese intento de cumplido. Deimoss tapó parte de su cara para simular su sonrojo, generado por la vergüenza.

-Tonto.

-Agh, ya cállate! Deja de reírte...

-No importa, de todos modos, eres MI tonto... - Deimoss se sonrojo aún más al escuchar aquel comentario.

El mesero trajo su comida. Ambos chicos habían iniciado una conversación sobre su vida personal, no se guardaban secretos, así que la mayoría de los hechos ya se los sabían, pero aún así era entretenido escucharse el uno al otro.

Una extraña chica se paró enfrente de la mesa de estos chicos, mirándolos fijamente a ambos, extrañando al de gafas oscuras.

-¿Podemos ayudarte en algo? - le pregunto Sanford a aquella chica que no apartaba su mirada de estos dos.
-Si...supongo que no les molestaría que les parta la cabeza para entregársela al sheriff... - dijo aquella extraña chica en un tono travieso para luego sacar un arma de fuego lentamente del cinturón que estaba entre su cintura, Deimoss reaccionó rápidamente, levantándose de golpe de la mesa.

Con su arma de fuego la chica intento dispararle a Deimoss, quien se dejó caer sobre el suelo, Sanford se levantó para darle un gran golpe en la cara a la chica, está lo esquivo, depositando en fuerte golpe con su puño en la panza del de gafas oscuras.

-¡Necesito esto! - dijo Deimoss arrebatándole una espada a uno de los clientes que estaba en una de las mesas cercanas a la suya.

Deimoss le hizo una gran cortada con la espada en el hombro de la chica, tirandola al suelo, está de se levantó rápidamente y le disparó en el hombro a Deimoss, Sanford reaccionó rápidamente ante esto, dándole una patada a la chica para luego sostener su cuello entre sus grandes manos y apretarlo, la chica pataleaba tratando de safarse del agarre de Sanford y no ser extrangulada por este, Sanford, cuando noto que la chica se quedaba sin aire, la dejó caer con fuerza hacia el suelo, haciéndola soltar un leve grito de dolor, la chica sostuvo con su temblorosa mano su pistola, apuntando a Sanford, este solo dió una patada en su estómago, haciendo que retorcerse de dolor, Deimoss solo veía un tanto incómodo aquella escena, notaba como todos los demás criminales hablaban sobre esto a sus espaldas.

-Creo que deberías dejarla ya, Sanford... - dijo Deimoss cerca del oído de Sanford.
-Esta maldita perra se cree que llevara nuestra cabeza al sheriff, vaya estúpida... - Sanford dió otra patada en el estómago de la chica, puso sus manos en sus bolsillos y se dirigió a su mesa, Deimoss solo vio el cuerpo de la chica que yacía tirado en el suelo y se fue a la mesa con Sanford.
-Te pasaste un poco con esa extraña, ¿No crees?
-No, se lo merece...

Los chicos siguieron con su cena normalmente, comían mientras hablaban como si nada hubiera pasado, los demás criminales no apartaba su mirada de estos dos, pero no era importante.

Los chicos pagaron su cuenta, se dirigieron a su camioneta y se fueron en dirección a la guarida.

-Ya llegaron... - dijo Doc, este le estaba ayudando a Hank a limpiar una licuadora llena de sangre -¿Porque tardaron tanto?
-Es que una extraña chica se paró enfrente de nuestra mesa e intento matarnos, pero luego Sanford la dejo tirada en el suelo inconsciente después de darle muchos golpes en la panza! - dijo Deimoss con toda la normalidad del mundo.
-Bueno...

Nota:
Hola banda solo vengo a decir que todo está mal escrito y olvide muchos detalles porque lo estaba escribiendo te apurada, mil disculpas por eso 🤷

"A Love In Nevada࿐MC"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora