Musa: VI

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-¿Te gustaría ser mi pareja, Sanford?

[...]

Era lunes, un día nuevo en el aburrido instituto que parecía durar para toda la vida. Lo que había pasado el sábado seguía atrapado en la mente de esos tortolitos que parecían estar más juntos que nunca, estaban que desbordaban sentimientos y, exagerando, se podía notar hasta en la más lejana galaxia.

El único error aquí fue que Deimoss no le hubiese pedido a Sanford que fuera su pareja cuando estaban solos en esa sala casi en penumbra, con esa canción que ocultaba los lascivos sonidos que provocó la saliva. Se lo hubiera pedido, pero que lastima!

En dos simples palabras se podía ver tanta posibilidad entre ellos; "tal vez", sólo un "tal vez" que retumbaba en la cabeza de esos jóvenes enamorados, interrumpiendo sin cesar sus pensamientos. Un "tal vez" demostraba tanto y muy poco.

Sanford ni mencionó ese sueño, ese sueño que creó tanta interacción entre ellos, esos tan lindos retratos que dibujaba; ese sueño desaparecía poco a poco, ya no era muy importante.

Los sentimientos acabaron con la curiosidad.

Deseaban tanto tenerse el uno para el otro.

[...]

Los ahora débiles rayos de sol entraban por las ventanas de esa pequeña sala que ocupaban para el módulo de artes, el cantar de la suave brisa de viento hacía volar levemente las blancas cortinas manchadas de pintura. Ahí estaba Deimoss, sentado en un banquito de madera, posando para Sanford, quien lo estaba pintando con detallada concentración y oscuros colores en un casi gastado lienzo.

Sanford no apartaba la vista de su trabajo, eso le encantaba al otro, aquel serio rostro que reflejaba concentración hacía estremecer su estómago.

"¿Debería hacerlo?"

Deimoss mordía su labio inferior, mostrando un poco de desesperación, sus pensamientos le pedían que hiciera "eso" que desde el sábado tuvo que hacer, pero estaba tan entregado a las sensaciones que ese beso le otorgaba que no podía reaccionar de manera correcta, no pudo formular ni una palabra luego de eso.

"Debo tomar la iniciativa!"

Esos pensamientos que no entendía hablaban sin respeto por su cabeza, pidiendo de manera forzosa que lo hiciera, que hablara, que pidiera.

Debía hacerlo o de alguna manera "tal vez" no pasaría nunca aquello que buscaba lograr.

-Sanford. - Deimoss por fin habló, haciendo que el otro apartará su vista de su trabajo.

-¿Qué pasa? ¿Ya te cansaste? - preguntó Sanford.

Deimoss sentía que no podría hablar luego de pronunciar ese nombre. Se ahogaba en el ancho mar de nervios.

-¿Deimoss?

Otro "tal vez" pasó por la mente del de gorra gris.

Esos tortuosos "tal vez" de nuevo.

Cuando Sanford estaba por regresar su atención al lienzo Deimoss por fin habló, no se iba dejar ahogar en ese mar de nervios, debía nadar.

-¿Te gustaría ser mi pareja, Sanford? - preguntó por fin, llegando a la superficie denominada "realidad".

Wow! No era tan difícil nadar para poder llegar de nuevo a la superficie y formular esa pregunta que desde ayer necesitaba hacerle a Sanford!

Sanford no dijo nada, pero dejo su lugar de trabajo para acercarse a él, quien confundido intentaba levantarse de su silla, siendo impedido por el otro.

Ya estaban juntos de nuevo, ahora respiraban el mismo aire, casi juntando sus frentes. Sanford rodeó con sus brazos a Deimoss, impidiendo que se levantará de su silla.

Sanford comenzaba a querer romper la distancia entre sus labios, acercando los suyos de manera lenta a los contrarios. Ellos cedían a ese acercamiento tan repentino.

Un beso más sumado a la lista, un roce de labios que una vez más termino en un verdadero juntar de labios. Un extraño sabor a tabaco se encontraba en los labios del de baja estatura.

Tabaco.


Ese beso no duró mucho.

-Me encantaría, Deimoss. - dijo Sanford, acariciando con fervor la mejilla de Deimoss.

Deimoss abrazó su cuello con amor, acurrucándose en su pecho. Sanford abrazó la cintura de este chico. abrazándose con notable cariño.

Esos "tal vez" hablaban con tanta razón.

"A Love In Nevada࿐MC"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora