Capítulo 1.

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Hace unos años atrás una terrible enfermedad acometió con fuerza contra el planeta Tierra, llevándose consigo millones de vidas humanas, unas inocentes y otras no.

El mundo estaba a punto de sufrir un Apocalipsis y nadie encontraba la manera de parar tantas muertes de niños, adolescentes, jóvenes, embarazadas y ancianos. La fe de los que hasta entonces habían sobrevivido se estaba perdiendo al no ver el fin de tantas desgracias.

Familias enteras que se iban al cielo o al infierno. La más probable era la segunda opción, porque según los fieles creyentes aquello se debía a la falta de creencia de la mayoría de las personas que poblaban el planta.

"Si todos entregamos nuestra vida a Dios y oramos por un mundo mejor él se apiadará de nosotros y detendrá todo".

Aquellas palabras eran su constante lucha, misma que se giraba mayormente a influenciar una gran cantidad de personas para que fueran devotas de la palabra del Señor.

La alta tasa de contagios ascendía con cada minuto que transcurría y era imposible frenarla. Varios científicos de todo el mundo trabajaron día y noche en busca de una posible cura; pero lo único que podían conseguir eran candidatos vacunales que no brindaban un cien por ciento de efectividad- que era lo que buscaban- lograban mitigar un poco los efectos de la pandemia pero no inmunizaba por completo.

Esos pequeños avances provocaron descuidos por parte de muchos lo que ocasionó la evolución de la pandemia. Nuevas sepas de la enfermedad salieron a flote. Las condiciones de encierro que le provocaron el actuar científico del hombre conllevaron a una alteración en ella por lo que todo el esfuerzo de esos años se fue a la basura.

Tanto tiempo de lucha fue en vano en cuanto vieron el despunte imparable que se avecinaba y estaban atados de pies y manos, por lo que les tocó empezar de cero. Si no conseguían una solución pronto la nueva sepa de la Covid-19 acabaría con la humanidad.

En una pequeña instalación secreta de investigaciones perteneciente al gobierno de la República de Corea se adentraban en el tema y estaban un poco adelantados en cuanto a efectividad.

Desde que vieron el desastre de contagios que se avecinaba prepararon el lugar para pasar una temporada en el. Muchos alejados de sus familias, solo se comunicaban mediante llamadas telefónicas pero sin dar avances de la investigación, eso se les tenía prohibido. Cinco largos meses de experimentación los habían llevado a la creación de un potente Agente Biológico, el cual era la pieza fundamental para la creación de la vacuna.

El lugar estaba completamente equipado con tecnología de punta creada por sus contrapartes chinas. La alianza entre el Gobierno de China y el de Corea del Sur se intensificó aún más. Los lazos de amistad entre ambas naciones se vieron reforzados ante la sórdida crisis por lo que firmaron un acuerdo de colaboración y confidencialidad para así juntos cooperar en cuanto a la creación de la cura. Debido a eso en la Instalación subterránea la mitad de los trabajadores eran de procedencia china.

Siete grandes científicos estaban a cargo de la experimentación. Todos eran muy capaces y tenían el conocimiento necesario para llevar a cabo toda la investigación. Sin salir al exterior estaban ajenos al clima de la superficie, solo sabían que nada bueno estaba ocurriendo. Personas muertas en las calles. Hospitales y cementerios colapsados, y todo eso tenía que terminar temprano, la palabra tarde no cabía en la oración.

—Este es nuestro último intento, si algo sale mal o no funciona creo que deberíamos prepararnos para anunciar el fin de la humanidad— las manos del científico Jeon Jungkook temblaban y sudaban por debajo de los guantes de goma blancos que las envolvían.

Las demás personas se mantenían lejos del lugar; pero lo suficientemente cerca como para captar con su sentido de la vista todo el complicado y peligroso proceso.

Mutación [Libro1. Saga Agente Biológico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora