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-Lloro, ya sabes, lo de siempre, se hace la víctima, cuando uno es la víctima.
Me dice mi tía.
-Y una mierda.
Dice mi abuela, las dos la miramos, sorprendidas.
-¡Mamá!
-¿Mhm?
Dice mi abuela.
-Nada.
Le digo yo.
Mi abuela me mira
-Hoy vendrá mi amiga y vendrá con una chica de tu misma edad, comportate.
Yo le sonrío y asiento.
-Okis.
Y suena el timbre, ¡La puta madre!
Mi abuela me mira antes de abrir, achicando los ojos, cuando abre, se ve a una mujer delgada, de unos 70 años y una chica de cabello negro con ojos negros y vestida toda de negro, que Dark.
-¡Hola!
Dice mi abuela.
-¡Hoolaaa!
Dice la vieja, ¡Disculpen!, Señora.
-Ella es Lorraine.
Me presenta.
Yo las saludo.
La vieja, señora, se llama Juana y la Dark se llama Magdalena.
Así que Juana y mi abuela se quedan conversado y decido conversar con Magdalena.
-Hola.
Ella me mira y sonríe.
-Hola, ¿Cuando naciste?
Mhm, sospechoso.
-El 04, veintinueve, ¿Y tú?
-El nueve de septiembre.
Yo abro los ojos exageradamente.
-¿Es enserio?
Ella frunce el ceño.
-Eh.... Sí ¿Por que?
-No, nada, no pasa nada.
Le sonrio nerviosamente.
¡Joder!
Es del nueve y de septiembre...que raro
Ella me mira, con cara de extraña y yo, me levanto y voy hacía Adriél, que esta en la cama, sigue durmiendo.
-Holisss.
Le digo nerviosa, el abre los ojos y se voltea.
-¡Adriél!
Le sonrío, el me mira y se estira.
-¿Mm?
Yo me rio y me tiro en la cama al lado de el.
-¿Mm? ¿De que quiero? ¡Que te levantes! Mojo Jojo.
-¡Lorraine!
Me llama mi abuela, yo tomo a Adriél en mis brazos y voy a donde mi abuela.
-¿Si?
- Despídete, que ya se van
Me despido de La vieja y la Dark y se van.
-¿Que es eso lo del nueve que le dijiste?
Yo abro los ojos.
-¿Eh?
Ella rodea los ojos.
-De que Magdalena me pregunto que es lo del nueve, que tu le dijiste, que eras rara.
-Mhm, es ... Em, una cosa, complicada
Ella niega con la cabeza.
Almorzamos todas juntas, incluyendo a Adriél.
Después de almorzar decido llamar a Lidia.
- Panadería los Andes, ¿Que necesita?
-oh, mierda, lo siento mu...
Me callo por qué escucho una risita femenina.
-¡Debiste haberte escuchado, Lorraine!
Me dice entre risas.
-Lidia, necesito contarte algo.
Ella detiene las risas inmediatamente.
-Dime.
Le cuento todo, con lujos y detalles, ella se mantiene callada, todo el rato.
-Voy para allá.
Y corta.
-¡Abuela!
Ella viene, con cara de aburrida,
-¿Que quieres? Jodes más que una mosca.
Yo le sonrío.
-va a venir Lidia -Ella asiente y se va - ¡Vieja Cascarrabias!
-¡Retractate!
-¡Nouuuu!
Le canto.
Ella llega con una cuchara de palo y me apunta.
-¿No?
Yo niego.
Y me pega en la cabeza con la cuchara.
-¡AU!
Ella rie y se va, miro a Adriél.
-Vieja cascarrabias, ¿Cierto?
Le susurro.
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-Oh, mierda, ¿Y como te sientes?
-Biem, Pochque igualch echtoy en ul lugar mejoch.
Le digo, con un pedazo de pisa en la boca.
-¡Come con la boca cerrada! Vulgar.
Me dice mi abuela, le sonrió, con comida en la boca.
-Joder, oye, em, como te digo esto... Jummm
Yo arqueo una ceja.
-Que, Lidia.
Ella me mira.
-¿Has revisado tu celular?
Yo niego con la cabeza.
Y se a que viene esto, quiere que revise mi celular.
Lo saco y lo prendo, me llegan muchos mensajes, pero me sorprende uno de un desconocido.

Desconocido.
Me dieron tu número,
Espero nos veamos pronto, talvez mañana, yo te paso a buscar a la casa de tu abuela,
Con amor,
Tú príncipe Eric.

Yo dejo de golpe el teléfono en la mesa.

-¿Se lo diste???
Ella asiente, yo rodeo los ojos.
-¿Y como sabe lo de mi abuela ...?
-Le dije que te viniste a quedar con tu abuela, y le di la dirección.

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Al dia siguiente

¡Mierda! ¡MIERDA!
-¡¿Y que me coloco?! - les grito a mi abuela, mi tía y Lidia.
-¡Te puedo pasar uno de mis vestidos!
Me dice Lidia, yo entrecierro los ojos.
-Tus vestidos te muestran hasta el alma.
Le digo, ella sonrie.
-Pero, aver.... Ven a mi casa, vamos en mi auto - yo me quedo paralizada, ¿Que le digo? _¡Vamos!
Y corro hacía el auto, entro y nos vamos en silencio en todo el camino. Llegamos a la casa de su madre, ya que le quitaron el departamento.
Entramos y cuando voy a saludar a su madre, Lidia me empuja para que entre a su cuarto.
Ella busca algo en su armario.
-¡Esto!
Me tira en la cara una falda verde con cuadritos y un top blanco, que muestra mi ombligo, menos mal que hago ejercicios, me los coloco y me miro al espejo, preciosa, lo bueno es que la falda tapa, las estrías de mis muslos.
Salgo y le muestro a Lidia.
-Hermosa - se va a su armario y saca una ¿Casaca? Blanca - pontela, te la dejas abierta.
Me la coloco, joder, esta si que sabe combinar
-Gracias.
Le digo, ella sonrie.
-Denada, ahora, ¡Vamos a casa de tu abuela! - yo entro al auto y espero a que ella lo encienda, pero no lo hace, saca su bolso y un estuche de maquillaje, yo coloco cara de horror - Solo sera un poco.
Al final me rindo y acepto.
Ella me coloca rímel y me delinea con negro el ojo, con una especie de lápiz negro, me lo coloca bajo del ojo, y me aplica un labial rosado y un brillo para que se vea brillante, me observo en el espejo.
Esta si que sabe.
-Joder, si que sabes.
Ella me guiñe un ojo y me lleva a la casa de mi abuela.
-Soy la mejor, ahora vayamos a tu segunda casa.
Yo volteo la cara hacía la ventana, viendo como llegamos a mi segundo destino, realmente la voltee para que no viera mi expresión de tristeza.
-Llegamos, ahora baja es cu....
Y para de hablar de golpe.
Yo miro atónita la casa de mi abuela.
Un auto esta aparcado ahí y puedo ver a mi abuela, riendo, conversando con un chico, de cabello negro desordenado, el se voltea y puedo verlo
Eric.
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Nota de la autora: ¿Que se imaginan que ocurrirá? Joder, hasta yo me emociono, bueno, lxs dejo.
¡Voten! Porfavor.

Efímero #0 ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora