Jadeo, gimo en la boca de Robert y su lengua hace esclava del placer a la mía.
No se como nuestras ropas terminaron en un reguero en el suelo y ahora estamos desnudos en la cama.
Robert me sostiene firmemente con sus enormes manos mientras que siento su erección frotando mi entrada humeda.
Me desea, lo deseo, se que está mal lo que hacemos, pero algo me impide parar.
A mi mente acude la imágen de Pauline y la imágen de Brett.
Se que ambos se sentirían muy desilusionados si llego a consumar el acto con Robert.
Pero en un momento mi mente se torna tóxica.
"Hazlo, Pauline muchas veces se burló de ti cuando llegabas al trabajo."
"Recuerda que te señaló muchas veces como el bicho raro de la oficina."
"Ademas, Brett es un hombre de mediana edad que tal vez ya ni tiene erección..."
Mi mente es un caos mientras que los pensamientos del bien y mal batallan dentro de mi.
Robert se detiene un segundo para mirarme, porque creo que me he paralizado por completo debajo de Él.
"Linda, no debes preocuparte."
"No tengo nada serio con Pauline, de hecho solo me acerque a ella para poder asegurarme de que podía estar cerca de ti."
"Tu eres la única que quiero y no puedo evitar desearte como lo hago."
Robert me besa las mejillas, la frente, mi pequeña y afilada nariz.
"Se que estás de luto por el reciente fallecimiento de Terrence..."
"Pero déjame quitarte un poco el estrés que te causo su muerte Linda."
"No sabes lo celoso que estaba ese suertudo de poder llevarte al altar Linda."
"Pero tal vez ahora pueda tener una pequeña oportunidad de ser yo quien te despose Linda."Lo miro con cara incrédula y Robert se rie.
"Se que debes de escucharlo muy a menudo Linda, pero no creo que haya algún hombre que no quiera desposarte."
"Y en estos momentos , cualquiera de ellos estaría mas que celoso de mi por poder tenerte desnuda, solo para mi y gimiendo en mis brazos."
"Esto no es mas que el cielo en la tierra para mi Linda."
"Por favor, concédeme el honor de hacerte mía y demostrarte que soy más hombre que ese tal Terrence."
"Se que puedo darte mas placer y orgasmos que ese hombre, en paz descanse, te dió en vida."
Lo que dice deja fuera de combate mis pensamientos buenos y atraigo su boca que se curva en una sonrisa.
La boca de Robert desciende por mi cuello lentamente mordiendo mi piel.
Su boca desciende por mi clavícula, su lengua lame mis hombros.
Gimo y me retuerzo cuando sus manos apresan mis senos turgentes para meter uno por uno en su boca cálida.
Succiona con avidez mis pezones y de vez en cuando me da algunos mordiscos que me estremecen.
"Robert..."
"Linda, tu piel es deliciosa..."
Sus manos me recorren los muslos suaves y su toque es posesivo.
Su respiración se agita cuando me besa el vientre suave y baja hasta mi parte mas íntima.
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Linda
Любовные романыMi patética vida cambio radicalmente gracias a mi oscuro amigo... Si hubiera sabido en lo que me metía, jamás habria aceptado el trato. No puedo escapar de él! Y no quiero hacerlo...