Dulce y Fría Venganza. 2

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Creí que sentiría lástima en algún punto de mi tortura hacia Mark...

Pero verlo intentar gritar contra la pelota en su boca,
retorcerse de dolor y ponerse rojo mientras las venas de su cuello, frente y brazos saltan debido a cada nueva herida que le inflinjo...

Solo aumenta mi insano y totalmente morbido vengativo placer.

Las gotas de sangre aún siguen corriendo primorosamente por la espalda flagelada de Mark cuando mi oscuro amigo deja caer al suelo el látigo que sostenía en su mano

"Me gusta la resistencia y fortaleza de Mark mi preciosa bebé."

Indica la voz del juez, pero en este punto casi puedo el semblante de mi malvado oscuro amigo quien tiene una sonrisa burlona y retorcida plasmada en su rostro.

"Tienes razón pero esto se está volviendo aburrido."

Declaro antes de bostezar mientras me levanto del sillón donde estaba sentada admirando como mi amigo descargaba el látigo contra Mark.

"Tienes razón bebé, esto ya no es divertido."

Con un solo movimiento de mano del juez poseído el cuerpo lastimado, herido y placenteramente maltratado de Mark cae pesadamente al suelo.

Mark emite un quejido agudo antes que algunas lágrimas se derramen por su rostro.

"Espero que ahora estés deseando no haber sido tan hijo de puta como lo fuiste antes conmigo."

Colocándome de cuclillas tomo su cabello fuertemente con mis manos para que me mire mientras hablo, el gemido agudo que emite la puta enfermera me recuerda que ella sigue aún aquí.

Despues que mi oscuro amigo destrozara el agujero hediondo de Mark hasta provocarle lágrimas en sus hipócritas y falsos ojos, me encargué de torturar a la enfermerita tal como lo merece la putita.

Dejé que mi sed de venganza se apodera de mi para cobrarme el daño, angustia y dolor que pasé sin que lo mereciera.

Atada con fuerza de pies a cabeza por una áspera y pesada soga, la puta enfermera está siendo penetrada por un aparato con un falo gordo y grande el cual lo introduce y saca del canal magullado de la que fue mi torturadora personal un tiempo.

Una gran y dolorosa joya anal destruye su entrada posterior mientras su boca esta llena por un gran dildo el cual esta sujeto con cinta adhesiva super pegajosa.

"Me parece que está disfrutando su tortura."

Declaro hacia mi amigo antes de quitarle las pinzas que apretaban los pezones de la enfermerita.

Aunque en un momento esta puta estuvo bajo el poder e influjo de mi amigo, cuando terminé de atarla y colgarle las piernas bien abiertas en la polea para que este mecanismo la viole sin descanso, mi amigo retiró el poder que ejercía sobre ella para que recobrara su conciencia.

Y fue igual de satisfactorio y gratificante ver el terror, el horror, la desesperación, su llanto y suplicas sin poder ser pronunciadas al ver que estaba atada y a mi merced para hacerle lo que yo quisiera.

Y decidí destruirla por dentro y por fuera.

Apagando el aparato que se mueve dentro y fuera de la enfermera saco el dildo de su interior el cual tiene restos de sangre en la punta.

"Está aguantando como toda una campeona."

Se burla mi amigo con la voz y risa del juez antes de desamarrarle las manos a Mark quien hasta hace un par de segundos atrás colgaba del techo mientras un par de pesas lo sostenía por los pies para que no pudiera moverse cuando mi amigo descargaba el látigo contra él.

LindaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora