Recordatorio

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La sesión fotográfica fue una verdadera tortura para mi.

Siempre creí que ser modelo sería más divertido y alegre, pero la verdad es que realmente es agotador.

Tuve que posar en diversas poses tontas durante mucho tiempo y forzar mis sonrisas, las cuales tenían que verse despreocupadas y genuinas.

Pero eso fue precisamente lo duro y dificil en mi caso.

Forzar mis sonrisas...

Fingir que soy libre, ligera, feliz, inocente, delicada, AUTENTICA y PURA.

Esa palabra casi me hace reir debido a lo sarcástica de la misma.

Y la susurró el fotógrafo profesional cuando modelé un vestidito floral y vaporoso ideal para las jovencitas.

Gracias al maquillaje, se pudo esconder el golpe que mi amigo me propinó en mi mejilla.

Aún me duele si me tocan, aunque sea delicadamente para retocar mi maquillaje.

"Bien, estamos a punto de terminar!"

"Solo serán dos tomas más y es todo!"

El fotógrafo, un hombre de unos cuarenta y tantos no ha dejado de susurrarme halagos, piropos y algunas cosas sucias cuando se acercaba a mi demasiado para acomodarme el cabello o ajustar la posición de mi cara.

Lo cual ocurrió mas veces de las que me gustaría admitir.

Siempre creí que viviría encantada, fascinada y feliz si todo el tiempo los hombres me dijeran cosas sucias y hermosas a la vez.

Pero la realidad, ahora que soy hermosa, es que llega a ser fastidioso e incluso atemorizante.

Y Él no es el único que me mira con evidentes ojos de lujuria.

Dos adolescentes, asistentes suyos y dos asistentes de vestuario no han dejado de comerme con la mirada.

Incluso los chicos intentaron encerrarse conmigo en el baño de la casa cuando tuve que usarlo.

Fue bueno que Brett los siguiera sigilosamente para reprenderlos cuando intentaban colarse conmigo al baño.

Ademas de que no he podido dejar de ver en todos lados y literal en todos lados, los ojos rojos de mi amigo.

Siento su pesada, malvada y dura mirada sobre mi.

La sesión, gracias a todos los santos, termina mas rápido de lo que había pensado.

Brett me pide que entre a la casa para que me relaje.

"Iré a darme un baño de tina Brett."

"Te unirás a mi?"

Deslizo mi mano su pecho solo un poco antes de que su mano tome la mía con delicadeza.

"Lo haré en cuanto despida a mi gente."

Miro sus hermoso y tranquilizantes ojos y algo dentro de mi efervece.

"Te estaré esperando mi amor."

Comento con suavidad y Brett me sostiene con sus dedos mi barbilla antes de que me pueda ir.

"Repite eso."
Me exige.

"Te estaré esperando, mi amor."
Puedo ver como su cara se ilumina.

"Dios, he esperado tanto para que me digas así, Linda."

"Siempre me llamas por mi nombre..."

"Te amo, amor mío."

Le susurro en su oido y puedo escuchar el gemido torturado que escapa de su boca.

LindaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora