Amoroso sufrimiento

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Esta mansión tan elegante y refinada es en verdad un paraíso para todos los depravados y bastardos enfermos sexuales quienes pagan por asistir a las fiestas que organiza este cabrón juez quien esta tan feliz y encantado al llevarme de la mano por todo su maldito lugar.

Cómo si estuviera luciendo su nuevo juguete...

El muy ingenuo.

Desde tríos variados,
fetichismo,
voyuerismo,
masoquismo,
sadismo hasta pedofilia,
zoofilia e incluso necrofilia el juez parece de verdad muy orgulloso al mostrarme las habitaciones insonorizadas especialmente preparadas en esta mansión de lujuria y fantasías sexuales crudas, retorcidas e insanas.

Algunas habitaciones están abiertas para que cualquier invitado de alto perfil pueda unirse o pueda observar lo que sucede sin restricción alguna.

Todas y cada una de las habitaciones cuenta con apuestos y musculosos sirvientes ataviados solamente con una pequeña corbata alrededor de sus cuellos.

Las bellas y muy jovenes sirvientas visten solamente pequeños delantales blancos al frente, los cuales no logran cubrir su parte íntima en absoluto y largos collares elegantes que no cubren para nada sus senos expuestos.

Incluso algunos de estos sirvientes son obligados a participar en las prácticas sexuales.

Ellos no pueden negarse, incluso presencie cuando un maldito hombre le dió una propina cuantiosa a una chica por derramar su semen sobre su cara y senos mientras se reía y gemía teatralmente.

Asco.

La cuantiosa y elegante comida,
la champaña,
drogas variadas,
juguetes sexuales muy peculiares, algunos de los cuales parecen dolorosos
y diversas prendas están a la venta dispuestas de forma hermosa en aparadores iluminados de cristal.

Debería estar sorprendida por todo lo que veo, pero la verdad es que no es así.

Lo único que si ha logrado conmoverme un poco fueron los gritos de dolor de los pequeños que usan los malditos pederastas y pedófilos para su excitación retorcida e malsana.

"Esta es la habitación del Marques de Sade, mi adorada bebé Linda."

Me indica el juez cuando llegamos a un puerta elegantemente revestida de color rojo la cual tiene una leyenda en letras doradas que reza...

"Ninguna religion vale una sola de sangre."*

El juez me mira cuando la leo antes de decirme.

"El Gran Marques de Sade dijo esta frase el mismo."

Adquiriendo un aire un tanto pomposo y serio el juez coloca su espalda recta para estar lo más derecho posible antes de recitar lo siguiente con la voz mas profunda que puede.

"El sexo es tan importante como comer y beber y debemos satisfacer este apetito con tan pocas restricciones y falso decoro como los otros."*

Termina el juez su frase haciendo un ademán con su mano antes de abrirme la puerta dejando atrás los gritos de placer y dolor que envuelven a la elegante mansión.

Cuando por fin entramos a la habitación puedo ver a cuatro personas copulando en una posición extraña.

Tardo en entender la posición, pero cuando lo hago, me sorprende.

Un hombre random yace en un sillón tántrico mientras penetra a chica quien yace de espaldas sobre él, mientras la puta enfermera que me torturó aquella vez esta encima de ella, montandola mientras Mark, la penetra con fuerza.

LindaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora