Fiesta pagana

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"Y ahora, por el poder que el benevolente dios todo poderoso me confirio hace tanto tiempo, los declaro marido y mujer."

"Puede besar a su hermosa novia."

Indica mi amigo poseyendo al cura mientras sonrie de forma tan burlona el hijo de puta mientras Mark lucha con el velo sin que le ayude a quitarlo porque estoy fulminando con la mirada a mi retorcido y oscuro amigo.

"Oye, debes tener ojos solo para mi."

"Eres demasiado puta barata si quieres acostarte con el cura que nos acaba de casar."

Las palabras hirientes de Mark susurradas en mi oido son tan mordaces que me hacen odiarlo hasta la medula.

"Ahora, finge que me amas y bésame, puta del infierno."

Hago lo que me pide porque tiene razón.

Soy una pobre puta más del infierno.

Todo el mundo en la iglesia aplaude y suspira fascinadas porque estan viendo realizado el cuento de hadas en la vida real.

El casamiento del puto y jodido vulgar principe azul con la corrupta y sucia princesa del averno.

Que horror.

Coloco mi mejor sonrisa cuando volteamos a enfrentar a todo el mundo y caminamos por el pasillo hacia el lugar donde se realizara la enorme celebracion por esta boda falsa y mediocre.

"Rezare por tu felicidad eterna hija."

Son las ultimas palabras que me dirige el cura de ojos brillantes antes que pueda perderlo de vista.

A nuestro paso, los invitados nos felicitan efusivamente.

Cuando llegamos a las puertas de madera de la iglesia, una lluvia de petalos blancos desciende sobre nosotros mientras los flashes de miles de camaras y paparazzis nos toman foto de todo lo que hacemos.

Riendo como si de verdad estuvieramos felices, Mark y yo entramos al auto antiguo para dirigirnos al salon St. Monarch el cual es un salon de eventos de un antiguo monarca arabe.

"Bueno, eso salio bien."

"Lo hiciste bien compañera."

Me indica Mark mientras me alejo lo mas posible de él.

El viaje es medianamente largo pues vamos despacio para saludar a las personas en la calle cuando nos reconocen mientras los medios de comunicacion nos persiguen como las celebridades instantaneas que somos.

Cuando llegamos al salon majestuoso, desciendo para ver el maravilloso y ostentoso lugar adornado de manera exquisita.

"Entremos antes que llegue toda esa gente corriente."

No se de como es que Mark puede ser tan odioso y detestable con ese fisico, cara y carisma tan enormes que tiene la bendicion de poseer.

Sin delicadeza alguna ni amor, Mark toma mi mano para arrastrarme dentro lo mas rapido que puede para tomar su lugar, el cual, no podia ser otro que un maldito trono de rey de color dorado y revestimiento acolchado rojo terciopelo.

"Señores Jones!"

"Bienvenidos a este humilde salon de eventos!"

Un hombre de mediana edad, bastante guapo y con una barba oscura bien cuidad y recortada se nos acerca.

"Muchas gracias."

"El salón y nuestros asientos son impresionantes."

Indica Mark con su tipica sonrisa y su carisma masculino.

LindaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora