Capítulo nueve: El día 15

7 3 6
                                    

TERRI SMITH

El día anterior habíamos perdido solo el tiempo, arreglamos todo, la poca comida que quedaba y las armas.

Tratamos de ahorrar todas las balas  para hoy, nuevamente nos levantamos con pesadez y nos arreglemos.

Eran las 1:32p.m del día 15 y todos teníamos los nervios de punta, mi ansiedad crecía más con cada minuto que pasaba.

Abraham buscaba cualquier tipo de señal, y Nelson hacia lo mismo pero desde la pequeña radio.

Todo estaba acomodado y nuestros ojos miraban ansiosos a los dos chicos que estaban concentrados en sus objetos.

— Busquen algún oficio— soltó Nelson.

— No nos dejan hacer nada, sin presionarnos— le siguió Abraham.

— ¿Que estamos haciendo ? — Mónica se encogió de hombros.

— Simplemente no nos miren.

Suspire y me levanté de la mesa, para acercarme a alguna ventana.

Los demás empezaron una conversación que sinceramente no llamaba mucha mi atención.

Había pasado 14 días desde que no los veía, y no sabía nada de ellos.

¿estaban bien?
¿Ronald pudo encontrar a más personas?
¿el centro les fue útil?

Muchas dudas pasaron por mi mente y la idea de que todo estuviera bien parecía más una ilusión que una realidad.

Curve mi labio, y fruncí mi ceño.

Ronald llegó hasta la entrada del gimnasio, todos nosotros bajamos corriendo hasta el y sin muchos problemas salimos de este sector. Era la que tenía imaginado

— ¡Terri! — Mónica me llamo, y yo giré exaltada— Nelson encontró una señal— dijo emocionada.

Cuando llegue a su lado Nelson le indicaba dónde tenía que buscar Abraham.

Mi corazón se acelero — ¿Ronald? — pronunció Abraham contra al aparato — ¿Alguien ahí? — solo se escuchaba una muy mala señal—

— ¡Hey! — una voz masculina y desconocida, sonó al otro lado.

—¿No es Ronald? — susurro Isabella a mi lado.

— Creo que no— le respondí.

— ¿Hey? — mi mejor amigo tenía su ceño fruncido. La duda se veía en su rostro y seguramente todos estábamos igual.

—¿Abraham? — la voz desconocida reconoció a mi mejor amigo, alce mis cejas «¿Si no era Ronald ? ¿Quien era

Abraham se levantó de golpe.

— ¡No me lo creo!— en su voz había ¿Alegría ? ¿Sorpresa?

Se había alejado un poco y todos nosotros le dimos una mala mirada, pero este nos ignoro — ¿Están todos bien?— pregunto el, como si fuera una conversación normal.

Me acerque a el y pude escuchar.

— Nos encontraremos en la entrada del hospital santa Ana .

No quedaba nada lejos, de hecho era a dos cuadras de acá, Abraham respondió.

— vale, estaremos allá.

De un momento a otro el chico frente a mi guardo el walkie talkie, y nuestras miradas se encontraron

— ¿Quien era?

—¿Por qué esa cara ?— el frunció el ceño— Saldremos de aquí Terri— dijo feliz.

¿habrá un mañana?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora