Capitulo quince: Especial.

13 1 11
                                    

Jsjs

ABRAHAM BROWN

Ya todo estaba listo para que todos pudieran descansar, Terri, Victor, y Will se fueron a vigilar la entrada de este lugar, mientras que los demás, están recostados sobre sus camas separadas; unos dos metros.

Nuestro lugar de descanso está ubicado al fondo de este lugar, para que el ruido de afuera no nos moleste en ningún momento de la noche.

Yo estoy boca arriba sobre la cama, no eh desdoblado la manta que me dieron, y tampoco me eh quitado los zapatos.

Me siento activo y es molesto, ya que quiero dormir bien está noche para no tener ningún inconveniente mañana.

Pero se me resulta difícil.

Trato de distraer mi mente en cualquier cosa que no sean esos aliens o mi familia.

Todo es un lío, pero gracias a varios de mis amigos todo de cierta manera está tomando un orden, y ya no estoy tan angustiado como antes.

Me remuevo de mi lugar una y otra vez, sin conseguir el sueño, aunque siento mis ojos pesados, no puedo dormir.

Suelto un suspiro largo y pesado al darme cuenta que ahora la manta que cubre el colchón, me empieza a molestar. Tapo con mi antebrazo parte de mi rostro, como si con esto logrará desestresarme un poco.

Antes me funcionaba, pero ahora ...

— ¿Estás bien?— pregunta suavemente una voz femenina.

Apartó mi brazo y me levanto para ver a aquella chica.

— Eh...— tarde unos minutos en entender — Ah, si... estoy bien. Descanso tranquilamente— remarque las dos últimas palabras.

Nicol estaba de pie, con ambas manos a los lados, traía un shorts de algodón negro y una camisa grande del mismo color. Su cabello azabache suelto que lo llevaba por los hombros, era lacio y muy lindo a mi parecer.

Ella frunció el ceño y le regale una mirada cansada.

— ¿Que haces aquí? — la miro nuevamente— Tienes que descansar.

— Lo sé — vuelca sus ojos, y yo suelto una pequeña risa que ella no detecta — ¿Seguro que estás, tú bien?

No, no siento que lo este realmente.

— Si,— miento— estaba descansando a gusto— quise sonar lo más casual  posible.

— ¿Con las botas aún en tus pies? — se me olvidó ese detalle — y que llevas ya un rato dando más vueltas que un yo-yo.

—¿Un que...? — reí y ella nego.

— Nada. Olvídalo— aparta un momento la mirada y su corto cabello se mueve sobre sus hombros delicadamente.

Me levanto sentandome en la cama y apoyo las piernas al suelo, separando las un poco dejando mis codos en mis rodillas.

Después de unos minutos ella volvió a hablar.

— Abraham — está vez sonó un poco más bajo. — Sabes que puedes hablar conmigo— dijo suave— De lo que sea, igual quedará entre nosotros— añadió al final.

Mis manos estaban entrelazadas la una con la otra, y yo las miraba evitando ver otra cosa. Escuché sus pasos acercarse a mi.

— Nicol, créeme, estoy bien— alce la mirada y al instante me arrepentí de ello.

— Abraham— sus manos se posaron en mis mejillas— Se perfectamente que pasa algo.

—Yo— articule, para convencerla de cambiar el tema, pero no pude.

¿habrá un mañana?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora