—¡Minho, me regaló un ramo de rosas!
Volteo a ver a MiSuk, quien me enseña una foto del regalo de su nuevo novio, Kang SanWoo. Salen hace un par de meses y pareciera que en cualquier momento se casan, lo cual no me agrada para nada. Él es un ingeniero recién egresado de la universidad, lamentablemente sí es guapo porque le llueven las chicas y además tiene su propio departamento, lo que obviamente me deja en clara desventaja.
—¡MiSuk! —grita Felix entrando al cuarto de descanso, corriendo a abrazar a mi mejor amiga de la infancia a la cual me he atrevido a abrazar sólo para sus cumpleaños por motivos extra personales.
—¡Felix! ¿Cómo estás? He venido a ver a Minho y les he traído pollo frito a todos —comenta con la misma sonrisa que tenía a los cinco años, razón suficiente para molestarla porque sigue pareciendo una niña pequeña por ello.
—¡Por eso te amamos tanto, noona!
Detrás de mi dongsaeng australiano llega el resto del grupo seguido de un millón de estilistas, y entonces me alejo un poco de Suk-ah, por lo general, lo hago para que nadie me haga preguntas estúpidas después. Han se sienta a su lado y le besa la mejilla agradeciendo por la comida, mientras que los demás aplauden emocionados por un poco de pollo luego de los ensayos, aunque estoy seguro que más tarde van a cambiar sus expresiones y comenzarán a preguntarme por qué me ausenté los últimos minutos.
JeongIn y HyunJin empiezan a abrir las bolsas en busca del aperitivo, mientras que nosotros nos acomodamos para comer. Me gusta que los miembros y MiSuk se lleven tan bien, porque los chicos no tienen una mejor amiga desde pequeños como yo la tengo a ella, así que pueden compartir y considerarla como una hermana, que por jodido que sea, no es mi caso.
—Has estado algo perdida, Suk-ah, ¿dónde te habías metido? —pregunta Chan hyung dándole una mordida a su presa de pollo.
—Bueno... —ella suelta una risita y entonces la interrumpo sin querer, pensando que no iba a seguir hablando.
—Con su novio —suelto seco, echándome un poco de rábano a la boca después de hablar.
Todos se me quedan mirando por un instante y me encojo de hombros, ignorando la mirada confusa de mi amiga. No sé cómo sigo vivo luego de sus tres novios, si termina con el actual y empieza con otro, me voy a pegar un tiro entre ceja y ceja.
—Sí, hemos tenido varias citas últimamente, supongo que es porque pronto van a contratarlo y tendrá menos tiempo para estar conmigo —sisea con esa sonrisita que siempre ha tenido para fingir que no se siente mal, cuando sé que el corazón se le aprieta por aguantar las lágrimas.
—¡Él se lo pierde, noona! Además, aquí tienes ocho novios por si los necesitas —bromea SeungMin dándose una suave palmada en el pecho, haciéndola reír junto a los chicos, pero lo único que logro hacer es poner una mueca de asco.
Dios, disimula tus inútiles celos, Lee.
—Ojalá todos fueran como ustedes ocho —dice para seguir el juego.
Me levanto a buscar una soda, mirándola de reojo y me guiña un ojo, y puedo jurar que he empezado a sudar y se me han puesto las orejas rojas de vergüenza. No puedo creer que una niña me ponga tan nervioso a tal punto de correr la mirada por salud mental.
—Deberías estar soltera, MiSuk, el amor es como estar enfermo, ¡apuesto que te sientes enferma cuando él no está contigo!
Brindo por eso, ChangBin.
—La verdad es que no es tan terrible cuando no estamos juntos —expresa con indiferencia, echándose un cubito de pollo con salsa a la boca, manchándose cerca de los labios y puedo sentir cómo mi corazón comienza a latir con fuerza contra mi pecho.
Alguien detenga su perfección, por favor, no me puede tener así de tonto sólo por una mancha.
—Sukie-ah, tienes algo de... límpiate la boca, torpe —digo tratando de ser lo más cortante posible, sin embargo, sus ojos hacen que me derrita y me cueste estar de pie. ¿Qué demonios hizo con el increíble y guapísimo Lee Know?
—A Minho hyung le gusta andar viendo los labios de Sukie noona.
Los miembros ríen y miro a HyunJin fijamente, notando que para de reír y hace una reverencia en forma de disculpa. Debo admitir que a veces me gusta asustarlo. Vuelvo a mirar a la pequeña y noto que se ha limpiado, haciéndome suspirar de alivio. Ni siquiera sé en qué momento se volvió tan complicado convivir a su lado, antes podía aguantar el no abrazarla, el no besarla, el no decirle lo que siento, pero se vuelve cada vez más difícil.
Hay ocasiones donde necesito que alguien más esté entre nosotros, es tan pesado llevar esta carga sobre los hombros. Verla de la mano con otra persona, y pensar que jamás voy a poder ofrecerle algo mejor que todos esos sujetos que la pretenden. Y es cuando vuelvo a darme por vencido, y es que esa sonrisa en su rostro me dice que está muy bien sin mí.
—¿Saben? SanWoo dijo que podía invitarlos a su fiesta de cumpleaños el Sábado, ¿les gustaría ir? No es por hacerme la víctima, pero no me siento muy cómoda con sus amigos, de verdad me gustaría que fueran —sisea formando un puchero.
Si tuviera que dar un premio por la forma más bonita e inocente que tiene de enamorarme, se lo otorgaría a esos pucheros del demonio.
Nada de esto estaría pasando si me hubiera atrevido a decirle lo que sentía hace años atrás cuando debuté. Aún recuerdo estar besándome con una chica a la que conocí esa misma noche y ver de repente a MiSuk en la puerta, cerrando apenas nos vio. No tengo idea qué fue lo que pasó por su cabeza en ese momento, pero habría pagado por saberlo. Desearía haber pensado menos las cosas y haberme declarado, en vez de desquitarme con alguien que no tenía la culpa de mis confusiones.
—A mí me encantaría ir —dice Chan.
—La verdad a mí también, así podemos dejarte en vergüenza frente a SanWoo, contándole cosas de cuando nos conocimos —ríe Han, rodeando los hombros de Suk, quien me observa a mí esta vez.
—¿Vendrás, cierto?
Trago saliva, buscando una excusa en lo más profundo de mi cerebro para no ir, ya que a nadie le gustaría ver a la chica que quiere besando a otro chico y compartiendo momentos que te gustaría a ti compartir con ella.
No me entra en la cabeza cómo puedo ser tan frío por fuera para no caer en sus encantos y aún así estar derritiéndome por dentro sólo con ver cómo me mira y cómo sonríe. Probablemente el amor es una enfermedad terminal y ya estoy en mis últimos días de vida.
ESTÁS LEYENDO
con una pizca de niñez » lee know.
FanfictionTodos creen que no me enamoro de nadie porque soy gay y me da miedo decirlo, pero la verdad es que me da miedo confesar que estoy enamorado desde que tengo memoria y ser rechazado por ella -Lee Minho.