04 - kim misuk.

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De vez en cuando voy a la puerta para abrirle a invitados de SanWoo, sintiéndome más incómoda que de costumbre. Son muchos compañeros de trabajo y amigas que no tenía idea que existían, pero al menos él se ve feliz de verlos y eso es lo que importa. De repente escucho a alguien llamar a la puerta muchísimas veces y estoy casi 100% segura de que es uno de los chicos, ya que ellos siempre tocan de ese modo.

Voy a abrirles de una carrera, encontrándome con un Han y un HyunJin tocando y riendo maliciosamente al mismo tiempo, haciéndome colocar mis manos hechas puños en mis caderas, colocándome seria por unos segundos hasta estallar de risa porque no me puedo aguantar.

—¡Chicos!

—¡¿Quién demonios toca como desquiciado la puerta?!

Escucho la voz de mi novio diciendo aquello y me cruzo de brazos, viéndolo acercarse a nosotros con una botella de cerveza. Él coloca una mueca al ver mi expresión de molestia por tratar así a mis amigos y trata de sonreír para mantener la paz.

—¡Muchachos! Qué bueno que hayan venido a acompañar a mi novia, pero la próxima vez no hagan un escándalo, no es necesario que tiren la puerta.

—¿Disculpa? —digo mirándolo, riendo con ironía— ¿Les llamas la atención a ellos por hacer un espectáculo cuando eres tú el que ha invitado a una población entera a una fiesta? No seas torpe, mi amor.

SanWoo pone los ojos en blanco y alza la cerveza en su mano.

—Sí que deben tenerle paciencia, eh, se pone brava.

—No te preocupes, que si se te acaba la paciencia hay una fila bastante larga para quitarte el puesto —dice Minho de repente, colocando uno de sus brazos alrededor de mis hombros.

No sé por qué, pero el simple hecho de sentirlo cerca de mí me da escalofríos. 

—¡Uy, bandera blanca, Lee! Es mi cumpleaños, no tengo intención de formar una discusión estúpida por unos golpeteos —ríe el más alto, tomándome de la mano para alejarme de mi mejor amigo y tomar una de mis mejillas, besándome intensamente frente a los chicos, haciéndome sentir incluso más incómoda que hace cinco minutos atrás.

Lo echo para atrás suavemente para que no se moleste, y arrugo la nariz con asco por el sabor de la cerveza, no me gusta su sabor, realmente no me agrada. Él vuelve a reír y noto cómo le guiña el ojo a Minho antes de volver con sus compañeros y amigos.

Abrazo mis propios brazos y me limpio la boca con una de mis mangas, asqueada aún, mirando por último a los chicos que tratan de mirar hacia otros lados. Suspiro y me encojo de hombros, tratando de reír para romper el hielo, invitándolos a pasar.

Trato de pasar entre la gente para buscar algún bebestible que le agrade a los miembros, sirviéndole a cada uno una cerveza porque es lo único que está accesible, o quizá porque es lo único que compró SanWoo, y cuando voy a pasarle una a Minho, me la rechaza amablemente.

—¿No quieres? —pregunto alzando una ceja.

—Una vez aprendí que si tu cita no va a tomar alcohol, tú tampoco debes hacerlo por respeto —dice cruzando sus brazos en su espalda, y no puedo evitar sonreír.

—Pero tú no eres mi cita —siseo soltando una risita.

—Por lo que veo, SanWoo no pretende dejar de beber —exclama cerca de mi oído para que pueda escuchar a través de la música— Así que, hoy seré tu cita.

Río nuevamente, notando que él también lo hace y me acerco a su oído.

—Siempre sabes qué decir para hacerme sentir mejor.

—Lo mínimo es devolverte el favor luego de todas las veces que tú me hiciste sentir mejor —exclama devuelta, rozando los dedos de mi mano.

Siento cómo mi corazón late más deprisa y antes de que pueda hacer otro comentario, miro su palma con vendas, preocupándome al instante. La tomo con cuidado, imitando su mueca de dolor.

—Lo siento, he sido muy brusca.

—No te disculpes, fue un accidente —dice sonriéndome nuevamente.

—¿Qué te pasó, Minho? —pregunto dándole un besito sobre las vendas.

—Yo... —vuelvo a mirarlo a los ojos y veo sus orejas rojas, lo cual me hace reír leve porque se ve muy tierno— Me quemé cocinando, estaba distraído.

—Algo o alguien muy importante debió tenerte así, porque nunca te haces daño en la cocina —siseo formando un puchero con mis labios, tratando de calmar mi respiración cuando lo veo mirar mi boca. ¿O será mi imaginación? Maldición, MiSuk, calma tus hormonas.

Decido tomar la mano de Minho y entrelazar nuestros dedos, acariciando su dorso con mi pulgar con mucha suavidad. Noto su mirada sobre mí, inclusive me atrevería a decir que los chicos igual nos están mirando, sin embargo, prefiero disfrutar el momento por chiquito e inocente que sea. Porque no estamos haciendo nada malo, ¿cierto?

De repente, SanWoo pronuncia mi nombre encima de la mesa y lo miro algo sorprendida, soltando a mi mejor amigo para acercarme hasta donde está mi novio, quien me pide la mano para subir al mesón con él. Enseguida me pongo nerviosa porque no sé qué pretende, y lo primero que se me viene a la cabeza es que va a besarme como hizo en la entrada del departamento.

Al estar frente a todo el mundo, me cruzo de brazos notablemente fastidiada por sus actitudes y su comportamiento, porque cambia muchísimo cuando está con sus colegas a que cuando estamos a solas o con mi mamá. 

Miro a los chicos y termino en Lee Know, quien me guiña un ojo. Sonrío de oreja a oreja sin importarme la mirada de la demás gente, y agacho la frente porque después de sentirme tan lejos de Minho, fue como si me leyera la mente y en menos de media hora, volvió a ser el mismo de antes.

—Se preguntarán quién es esta hermosa dama a mi lado —exclama mi novio rodeando mi cuello, acomodándose el cabello con la mano del mismo brazo que me tiene sujeta, haciendo que choquemos, por lo que me quejo y obviamente, no le importa. Su cambio de actitud tan repentino me tiene algo decepcionada, pero quizá sólo es porque está de cumpleaños— ¡Ella es Kim MiSuk! Es mi hermosa novia, la dueña de mi corazón, la luz de mis ojos... ¡Y quiero que esta fiesta de cumpleaños sea inolvidable para todos!

Sujeta mi cabello con fuerza, a lo que vuelvo a quejarme, pero no me suelta y se acerca a mí hasta besarme casi como si quisiera que dejara de respirar, y al separarse, se pone de rodillas.

No. Puede. Ser.

—Sé que solamente llevamos dos meses saliendo... Pero sólo pasaron cuatro días para formalizar, y por eso... —saca una cajita de su bolsillo y la abre de golpe, dejando ver un anillo precioso pero que me tiene los nervios de punta— ¡Kim MiSuk, cásate conmigo!

Sus amigos gritan exigiendo que acepte y aunque estoy delante de todos ellos, mis ojos se desvían hasta Minho que mira la escena de la misma manera que yo lo vi besándose con MinYeong hace tanto tiempo.

¿Qué diablos me está pasando?

con una pizca de niñez » lee know.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora