11 - lee know.

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Me siento en el sofá esperando cualquier señal de MiSuk en mi celular, sé que es complicado arreglar las cosas con alguien, pero tengo la esperanza de que llame y diga que todo acabó y que en realidad es un mal sueño. Los demás quieren matarme por lo nervioso que se nota que estoy, ya que eso le pone nerviosos a ellos, sin embargo, no sé cómo controlarme y no estoy seguro de poder aguantar ni un poco más antes de pegarme un tiro en la sien.

—¿Y si están en proceso de reconciliación? —se atreve a preguntar ChangBin.

—¿Te refieres a...?

—Ir a la cama, sí.

Puedo sentir cómo me da una arcada y Felix se acerca a mí para sujetarme, logrando no expulsar todo lo que tengo en mi estómago. Suspiro y dejo descansar mi espalda en el respaldo del mueble, escuchando las conversaciones indiferentes de los chicos.

De repente se acerca Chan hyung y coloca una mano en mi hombro, sobándolo un momento como si tratara de consolarme.

—Te dije que debías decirle lo que sentías.

Genial, pensé que venía a decir algo agradable.

—¡Hyung! No es fácil decirle lo que sientes a alguien con quien has compartido toda la vida —me defiende Felix, mirando a Channie a los ojos— Imagínate lo que se siente ver a la persona de la que estás enamorado salir con cualquier tipo menos tú, ya debe ser bastante doloroso.

—Gracias Felix, me siento peor.

Él pone una mueca en forma de disculpa y cierro los ojos, echando la cabeza hacia atrás, tratando de pensar en cosas bonitas inclusive si lo único que mi corazón presiente es que todo se irá a la basura.

El resto se sienta a mis costados y solamente puedo pensar en que me gustaría que Sukie esté acá, que sea una cobarde y no le diga nada a SanWoo, no quiero que vuelvan, que sigan juntos. Quiero que él se vaya bien lejos, y tener una pequeña oportunidad de decirle lo que siento a mi mejor amiga.

—¿Y si la llamamos? —opina JeongIn.

—¡No, Innie! —exclama HyunJin— En los doramas nunca es bueno llamar, porque ella no va a contestar o peor, contestará y estará en plena sesión de besos con SanWoo. Y queremos animar a Minho hyung, no matarlo.

—¡Esto no es un dorama! —le grita SeungMin.

—Apuesto que al final, Sukie se dará cuenta de que siempre estuvo enamorada de Minho hyung, se besarán y tendrán muchos bebés —contradice Hwang, haciendo que todos lo empujemos.

—Yo creo que...

Antes de que Hannie pueda continuar con lo que iba a decir, alguien toca la puerta, haciendo que los ocho miremos hacia allá, y no puedo evitar sentir ese nudo en la garganta que tengo hace tanto tiempo.

—¿Quién abre? —pregunta ChangBin.

—¡Ya va! —responde Lix levantándose para ir a abrir.

—Iba a decir que yo creo que deberías salir con otras personas —comenta JiSung, haciéndome suspirar más fuerte.

—Estoy de acuerdo con Han —añade Innie.

El ruido de unos tacones nos distrae y miramos hacia donde nos guía el sonido, porque esos no son los pasos de MiSukie, y aterrizamos en... 

No. Puede. Ser.

—¡Minho!

—¿MinYeong?

—¡Eres tú! 

Me levanto para verla mejor, puesto que lleva un traje de auxiliar de vuelo y ella aprovecha para lanzarse encima de mí, abrazándome con fuerza. No sé cómo reaccionar, pero para no ser descortés la abrazo devuelta, intentando sonreír por su presencia en nuestro departamento, aunque eso me asuste, para ser franco.

—¿Qué haces aquí? ¡Hace años que no nos vemos! —exclamo entre unas risas un tanto confundidas.

—Bueno, como puedes ver, me convertí en azafata como quería —dice con una gran sonrisa— Hoy fue mi último vuelo y ahora estoy de vacaciones, y mis padres están en Japón, así que pensé en pasar a visitarte y ver cómo te ha ido con tu carrera musical, ¿está mal?

—¡No, no, claro que no! —río acariciando mi nuca, poniéndome rojo al recordar que la última vez que nos vimos fue esa noche donde nos besamos hasta que Sukie apareció en la puerta— Me alegro de que hayas venido, ven, ¡siéntate!

—Muchas gracias, Minho. Siempre fuiste todo un caballero.

Tomo la maleta que trae a su lado y la dejo cerca de la mesa, apenas murmurándole a HyunJin que por favor le traiga alguna soda o vaso de agua, poniéndome incómodo en cuanto la veo sentada con todos mis amigos junto a ella.

—¿Y dónde planeas quedarte? —pregunto sentándome en una silla al frente suyo.

—No lo sé, supongo que en un hotel cerca del aeropuerto —responde encogiéndose de hombros.

—No sea boba, señorita, ¿por qué no se queda aquí con nosotros? —dice Felix, a lo que abro los ojos de par en par, dirigiendo mi mirada a mi dongsaeng australiano, esperando que no explote mi instinto homicida.

—¿En serio? —cuestiona con un puchero— ¿Harías eso por mí, Minho?

Inflo mis mejillas pensando en lo que diría Sukie de esto, y a la vez pienso en lo que dijo Han de salir con otras personas. Mi corazón está muy confundido en este instante y no sé qué decir con claridad, así que sólo asiento débilmente con mi cabeza.

—¡Dios, gracias! —expresa con alegría, tirándose a abrazarme otra vez.

Le doy un par de golpecitos muy suaves en la cabeza como en modo de consuelo por ofrecerle una cama donde dormir durante sus vacaciones y escuchamos una voz que desearía por primera vez en mi vida que hubiera llegado unos minutos después.

—¡Chicos, ya llegué!

Una Sukie desconcertada entra al departamento y al ver a MinYeong abrazándome, deja caer una bolsa y su móvil, haciéndome sentir más que culpable por estar dándole un abrazo a alguien que alguna vez fue su mejor amiga.

—¿Qué haces aquí? —sisea con fragilidad.

—¡MiSuk! —espeta Yeong-ssi soltándome para ir corriendo hacia ella, tomándole las manos con mucha emoción— ¡Qué bueno que estás aquí! ¡Me alegro de que sigas teniendo contacto con Minho! Porque por un par de semanas vas a verme muy seguido.

—¿Por qué dices eso? 

—¡Minho me recibirá en su apartamento durante mis vacaciones! ¡Sorpresa!

Sukie me mira y luego baja la mirada un segundo.

—¿Significa que dormirás aquí?

—Pues sí, duh, ¿dónde más? —bromea, dándole un corto abrazo a MiSuk— Además no es tan extraño, ¿recuerdas cuando Minho debutó? Ya compartimos la misma cama.

Sukie vuelve a levantar la mirada y puedo notar sus ojitos humedecidos y brillantes, más de lo usual, y antes de que ella o cualquiera pueda decir otra palabra, se larga hacia el baño, cerrando la puerta detrás de su espalda.

—¿Dije algo malo?

Miro a MinYeong con el pulso acelerado, sin saber qué responder, y termino por caminar hacia el tocador, tocando un par de veces en la madera de la entrada.

—Sukie-ah... ¿Estás bien? —digo arrugando la nariz al darme cuenta de lo estúpido que sueno.

No oigo respuesta y suspiro nuevamente, intentando no perder la cordura. Estoy seguro que el imbécil de SanWoo le dijo algo y por eso está de esa manera, y que se haya encontrado con una vieja amiga a la que no quería ver no ayuda a la situación.

Qué idiota soy.

con una pizca de niñez » lee know.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora