05 - lee know.

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—¡Hyung!

Me quito las mantas de encima y corro hacia el baño, notando a MiSuk de rodillas, vomitando en el inodoro con SeungMin y JeongIn detrás, acariciando su espalda y sujetándole el cabello para que no se ensucie. 

—Lleva así un par de minutos —dice Innie suspirando.

De repente, Han llega con una toalla y se la pasa, volteando a mirarme con preocupación. No sé en qué momento hemos montado todo el teatro, pero llegan los demás a asegurarse de que todo esté bien y estoy seguro que ella se va a sentir culpable por despertarnos. 

Sukie se sienta con la espalda apoyada en la pared, limpiándose la boca con la toalla mientras SeungMin echa a correr la cadena del agua. Noto la piel pálida de Suk-ah, sus hombros tiritones por los escalofríos y sé que debe estar congelada, y es que cuando éramos menores y le daban crisis de pánico, siempre debía prestarle ropa abrigada porque tenía frío.

—¿Existe la posibilidad de que estés embarazada?

La pregunta de Chan hace que una puntada me de en el pecho, pero por obvios motivos trato de no demostrarlo, poniendo atención a la respuesta de mi mejor amiga.

—No, Chan.

Nunca pensé que una respuesta me aliviara y preocupara tanto a la vez.

—SanWoo y yo no... Dios, no importa —sisea temblando, mirándome esta vez— Creo que debería ir a casa, mamá se va mañana y debo ir con ella, y contarle lo que pasó.

—¿Segura que es buena idea ir a tu departamento? SanWoo tal vez vaya a buscarte allá —opina ChangBin antes de lanzar un bostezo.

—Sí, ¿por qué no te quedas? Dudo que a tu mamá le guste verte en este estado —comenta HyunJin— Puedes quedarte aquí esta noche y escribirle para que no se preocupe. Estoy seguro que entenderá, ella es muy linda contigo.

—Lo sé —dice abrazando sus rodillas.

Me acerco a su lado y la abrazo, sintiendo cómo se acurruca en mi pecho, doliéndome como el demonio el modo en que llora. Me lastima la forma en que se hace una bolita, sintiéndose del asco por todo lo que pasó, por arruinar la fiesta y arruinar su relación.

—Aunque, hay que admitir que fuiste muy valiente en rechazarlo frente a sus amigos y compañeros de trabajo —dice Hanji, quien es golpeado suavemente por Chan, el cual parece entender en demasía a Sukie.

—No quería hacerlo... O sea, lo quiero, pero no quiero casarme ahora, apenas lo conozco —sisea entre sollozos quebradizos— ¿Y si me arrepiento? ¿Y si luego quiere vengarse de mí y se busca una novia que sí se quiera casar con él ahora?

—Escúchame...

Sujeto sus mejillas, acariciándolas con mis pulgares, mirándola directamente a los ojos casi sin parpadear. Mordisqueo mi labio inferior y suspiro hasta finalmente poder hablar.

—Él cometió muchos errores en una noche. Te pidió matrimonio frente a una fiesta entera que son personas que tú no conoces, te llenó la boca del sabor a cerveza que odias, no conversó esto contigo antes o puso el tema sobre la mesa, y créeme que sería un imbécil si llegara a buscar a otra mujer con la que casarse solamente por venganza —digo tratando de calmarla.

Veo las lágrimas rodar por sus pómulos y trato de secarlas, recibiendo unas toallitas húmedas que Felix me ha extendido de pronto.

—Y si necesitas casarte en algún momento para quedarte tranquila... —continúo, sacando una toallita para pasarla por su carita afiebrada pero helada— Prometo que me casaré contigo en la boda más fantástica de la Tierra.

Noto una sonrisita por su parte y siento cómo mi mundo se arregla en un segundo.

—MiSuk, si te sirve podemos ir a buscar a tu mamá por la mañana y traerla aquí antes de que se vaya —se ofrece SeungMin— Sé que entenderá y vendrá sin quejarse.

—Suena a que les he contado mucho de mi mamá.

Todos reímos y me siento a su lado, mirándola tratando de aguantar el llanto, cosa que es casi imposible en ella. Me gustaría tener la facilidad de llorar sin sentirme débil como lo hace Sukie, porque es en serio muy complicado para mí el poder llorar sin sentirme un imbécil después, y no es que la gente que llora sea tonta, es que yo me siento así.

—Es mejor que vayamos a dormir —dice Chan palmeando la espalda de ChangBin a su lado.

—Sí, es tarde y la idea es llegar temprano a tu departamento a rescatar a tu madre antes de que llegue SanWoo y haga un escándalo.

—Gracias por ayudarme, chicos —se escucha desde sus labios.

—Haríamos cualquier cosa por ti, Suk-ah —la reconforto, levantándome del suelo para ayudarla a pararse y así poder darle algo que ponerse para dormir.

—Gracias a ti por encima de todo, por presentarme a chicos que son muy buenos conmigo —sisea antes de darme un beso en la mejilla.

Los chicos me miran y sé que tratan de aguantarse la risa, pero lo más gracioso es cómo nos mira MiSuk, sin entender el porqué de nuestras expresiones, especialmente de la mía, que tengo las orejas rojas y el pulso a mil, probablemente porque no soy doctor y no sé cómo se mide el ritmo cardiaco.

Aunque, aún si no sé cómo se mide, sé que Sukie me provoca un ataque al corazón.

—Bueno, vamos a dormir —digo sintiendo cómo toma mi mano— Tú puedes dormir en mi cama y yo voy al sofá o algo.

—¿Cómo vas a dormir en el sofá? —pregunta Suk arrugando la naricita— Podemos dormir ambos en tu cama, será como cuando teníamos seis años, será divertido.

—¿Divertido por qué? —bromea Han alzando y bajando las cejas repetidamente.

—¡Sucio! Me refería a que podemos contarnos historias hasta quedarnos dormidos —ríe apretando mi mano, lanzándome una mirada. No sé qué tipo de mirada es, pero sé que me encanta que me mire. Cualquier cosa que hace es mi punto débil, ella es mi punto débil.

—¡Buenas noches, tórtolos!

Voy a decir algo en forma de protesta, hasta que noto que mi mejor amiga sonríe y no dice nada. Es como si estuviera de acuerdo con ellos, y a pesar de que sé que no es así, me ilusiona el modo en que guarda silencio, como dándome esperanzas.

Los demás se van a sus camas y yo suelto a la menor, para acercarme al armario de mi cuarto a buscar una camiseta y unos pantalones deportivos que me quedan pequeños para pasárselos a MiSuk, observando sus ojitos llorosos. No importa cuánto intente fingir que está bien, sé que por su mente están pasando millones de tragedias imaginarias relacionada a SanWoo.

—Póntelo, te espero en la cama —menciono agachando la cabeza para que no me mire suspirando como un niño chiquito.

—¿Sabes? Cuando imaginé que me dirían que me esperan en la cama, me lo imaginaba en una situación distinta —ríe recibiendo las prendas de ropa— Pero al menos me alegra que seas tú quien me lo dice.

Me guiña un ojo y comienza a cerrar la puerta del baño para cambiarse seguramente, quitándome de en medio, y lo único que aparece en mi cabeza es, ¿de verdad le alegra que se lo haya dicho? ¿Será un motivo suficiente para creer que tal vez en algún futuro tengo oportunidad de estar a su lado?

con una pizca de niñez » lee know.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora