con una pizca de niñez » lee know.

03 - lee know.

Miro el post que subió MiSuk a instagram y hago zoom mientras apoyo mi cara en la palma de mi mano. En vez de estar esperando que la comida esté lista mirando fotos de mi mejor amiga, debería ordenar, limpiar, practicar o algo, pero estoy aquí como imbécil, pretendiendo que si miro una imagen de ella, en algún momento va a corresponderme por telepatía. Qué idiota.

—¡¿Qué haces, hyung?! 

Guardo mi móvil rápidamente antes de voltear a ver a Felix y JiSung que vienen a verme cocinar. Trago saliva y rasco mi cabeza, apoyando mi mano en la sartén caliente, quemándome horrible, escuchando los chillidos de los dongsaengs.

—¡Hyung!

Han abre la llave del agua y coloca la zona afectada debajo, haciéndome soltar un leve gemido de dolor por el contacto frío con la quemadura. Al final, aparecen todos en la cocina, confundidos y preguntando qué sucedió, a lo que de verdad no tengo ganas de contestar.

—Pasó a colocar la mano en la sartén caliente y obviamente se quemó —explica Felix cruzándose de brazos con un puchero. 

—Tú nunca te quemas, ¿qué te pasó?

—Estaba mirando una foto de MiSuk y trató de guardar el celular demasiado rápido —me delata Hanji, haciendo que suspire y gire los ojos como acostumbro hacer cuando algo me molesta.

—¿Qué hacías viendo una foto de noona? —pregunta HyunJin, logrando ponerme nervioso.

—Sólo estaba viendo que actualizó, eso es todo...

Quito la mano del agua y me la tapo con un trapo de cocina, sentándome en una silla cerca de la mesa. Dejo el móvil encima y ChangBin lo toma, y aunque intento quitárselo, el dolor me lo impide. Estúpida comida caliente. Noto que desbloquea el patrón y frunce el ceño a ver el feed de Sukie.

—¿Por qué veías una foto de Suk y su novio, hyung?

—Es mi mejor amiga, ¿acaso no puedo?

—Yo no suelo ver las fotos de mis amigas con sus novios —dice Chan cruzándose de brazos junto a Felix.

—Es porque no tienes amigas —respondo irónico, quitándole por fin el teléfono de la mano a ChangBin, bloqueándolo y suspirando.

—¿Ella te gusta, hyung?

Miro a JeongIn y niego tan rápido como puedo, levantándome para caminar a apagar lo que estaba preparando, sin atreverme a levantar la mirada. Tal vez no he pasado tanto tiempo junto a los chicos como lo he pasado al lado de Suk-ah, pero con ellos no puedo fingir como con ella. Y aunque no quisiera que se enteren de lo que siento, me alegro de que aún pueda ocultárselo a Sukie.

—Minho, no tienes por qué negarlo, nosotros no se lo diremos —escucho decir a Chan.

Apoyo mis manos en la encimera e incluso sin que pueda creerlo, rompo en llanto por primera vez en mi vida frente a los miembros. Creo que el pecho me duele más que la mano, tanto más que dejo que Felix me abrace con fuerza. Dejo descansar mi frente en el hombro del australiano menor, sin poder pronunciar palabra alguna, llorando como si me hubiera aguantado desde que me di cuenta que estoy terriblemente enamorado de mi mejor amiga.

—¿Cuándo supiste lo que sentías por ella?

—Cuando estábamos en la escuela y uno de nuestros compañeros le dijo que quería darle su primer beso —digo entre sollozos parecidos a los de un bebé con sueño— Le pegué un puñetazo y le dije que fue porque creí que quería propasarse.

—¿Y tú no le gustas?

—¡Hyung, no seas ridículo! MiSuk está con SanWoo —responde SeungMin en dirección a JiSung.

—Ella está tan enamorada de él...

—¿Sabes? Sólo es cuestión de tiempo para que Sukie se entere que la amas —sisea HyunJin mirándome— El otro día me di cuenta que estabas celoso de SanWoo porque están pasando demasiado tiempo juntos.

—¿Tanto se me nota?

—Yo no lo noté —comenta Han.

—Es porque tú nunca notas nada —dice HyunJin dándole un suave palmazo en la parte trasera de su cabeza.

—¡Basta! Hay que ayudar a Lee Know a declararse.

—¡¿Qué?! Debes estar bromeando —exclamo separándome de Felix para mirar a Chan hyung indignado— ¡Llevo años ocultándolo y planeo seguir haciéndolo para quedarme con la poca dignidad que me queda!

—Si no se lo dices, nunca sabrás lo que podría haber pasado —me contesta devuelta— En el peor de los casos te va a rechazar, pero ella no es del tipo de persona que se aleja de su mejor amigo por no corresponderle los sentimientos. Además, ve el lado positivo, vas a poder quitarte ese nudo de la garganta.

—¿Y quién sabe? Quizá termine con SanWoo para corresponderte, hyung.

—Gracias por tenerme tanta fe, Innie, pero lo dudo —comienzo a explicar con una risa sarcástica— Ya ha tenido tres novios y en ningún momento ha demostrado querer dejar a alguno por mí. ¡Vamos! ¿Qué demonios podría ofrecerle yo?

—¡Hyung! Miles y miles de chicas quieren que seas su novio, ¡por todo el mundo! Deja de preocuparte de qué le puedes ofrecer, ¡y empieza a preocuparte de que no sea muy tarde! —grita ChangBin sujetándome de los hombros.

—¡Cálmate, hyung! No le vas romper los hombros...

No puedo evitar reír por lo que dice Han, y me imitan, para luego mirarme.

—Dios, Minho, tus ojos están hechos un asco.

—¿Se ven tan mal?

SeungMin asiente y se sienta en la mesa, poniendo la cámara en su celular para sacarme una foto y enseñármela. En serio estoy hecho un desastre. La última vez que me vi tan mal fue cuando me echaron del programa y pensé que no iba a poder debutar, y también recuerdo que MiSuk estuvo ahí para abrazarme, cocinarme y consentirme mucho hasta que me sintiera mejor.

Cada vez que pienso en ella, lo primero que se me viene a la mente es el día en que la conocí. Mis papás me pidieron que me hiciera amigo de una niña que llegaba de Busan y era hija de una compañera de trabajo de mi papá. Tenía seis años y ella tenía cinco. Al llegar, vi a una niña más baja que yo con ropa rosa que la hacía parecer una flor, llevaba unas trenzas muy bonitas con ligas de color negro y una mochila con unicornios. Ella me tomó la mano sin siquiera conocerme y me dijo que no quería entrar a la sala; le dije que si lograba soportar el día iba a jugar toda la tarde a lo que ella quisiera, y no dudó en entrar. Fue gracioso, porque a pesar de estar muerta de miedo, entró como si conociera a nuestros compañeros de toda la vida y supongo que eso fue lo primero que me gustó de su personalidad.

Después de clases, mamá nos cuidó durante la tarde, puesto que su mamá y mi papá debían ir a trabajar. Me acuerdo perfectamente que estábamos sentados frente a la televisión viendo caricaturas y se puso a llorar, porque siempre fue muy sensible y le pregunté qué le pasaba. La protagonista de las animaciones tenía unas ligas rosas que combinaban con su ropa, y Suk y su mamá solamente habían encontrado ligas negras en la tienda. 

Al día siguiente, llegué con un par de lazos rosas al salón que fui a comprar con mis padres en la noche anterior y se los entregué, y ese fue el primer abrazo que me dio. Ninguna niña me había abrazado jamás en el jardín, así que era una sensación nueva, pero también fue muy linda. Me sentí bonito cuando me abrazó, como si todo lo que tocara se transformara en mariposas. 

No tenía problema alguno en convertirme en mariposa si ella seguía abrazándome de esa forma.