Donde las historias viven.

Capítulo 16

Podría decirse que yo después de lo ocurrido había querido despertarme con todas mis fuerzas y a pesar de que poca gente tenía esperanzas en ello no me había rendido nunca, ni si quiera las pocas personas que habían confiado en mi. Siceramente Lisa y Josh eran en persona mejor de lo que yo misma me los podía haber imaginado, Josh incluso era más guapo de lo que mi mente lo había pintado. Curioso pensamiento dada mi afición por el arte. Acaba de terminar mi relación con Arty y acaba de despertar de un coma bastante largo, quizá ahora no era el mejor momento de pensar en aquello, además simplemente le caía bien, y de ahí podría salir una muy buena amistad o eso esperaba al menos.
Desde que había despertado la tarde anterior había estado rodeada de médicos y enfermeras. Todo parecía estar bien, para sorpresa de todos, aunque tendría que empezar una rehabilitación debido al tiempo que había pasado en coma y por si fuera poco debían hacerle millones de pruebas ya que había bastantes probabilidades de que tuviese algunas secuelas después de aquello. Literalmente si no llegaba a tenerlas sería un milagro y a día de hoy aún era reacia a creer en los milagros.
Josh había ido a hacerse una radiografía y en aquel instante me encontraba sola en la habitación ya que su madre se había ido a trabajar. Había querido quedarse conmigo pero yo me había visto incapaz de dejarla faltar a su trabajo ni si quiera por la buena noticia de que había despertado. Soy bastante consciente de que le había hecho prometer a las enfermeras, incluso a Josh de que la llamarían si sucedía algo, cosa que no podía reprocharle.
Estaba a punto de quedarme dormida cuando la puerta de la abitación se abrió. Yo me sobresalté al escuchar el ruido de la puerta y me quedé bastante perpleja al ver quien había entrado en la habitación o más bien quienes.

—Hola, nueva hermanita, te veo bien y eso que casi te mueres.

Ver la sonrisa que puso al decir aquello me revolvió el estómago. Quizá incluso antes de que dijese aquello ya había reconocido quien era. No podía ser otra que la insufrible hija de la secretaria de mi padre.

— Paige, cállate y deja que hable yo o sal fuera con tu madre.

¿Enserio me lo estaba diciendo? ¿Había traído a su amante aquí al hospital? ¿A la mujer que casi me mata? No sabía que mi padre podía llegar tan bajo, pero acababa de hacerlo. Una parte de mi pensaba que tras lo que había ocurrido se daría cuenta de sus prioridades pero al parecer para mi padre era imposible cambiar. Me mantuve en silencio, simplemente mirándoles, esperando a que mi padre dijese algo. Él sabía muy bien lo que hacía, sabía que mi madre no estaría por eso mismo había venido en aquel momento.

—Hija…te veo bastante bien…
— No creo que tengas el derecho de llamarme así después de todo.
— Tengo el derecho porque soy tu padre y veo que desde que has despertado tu madre te estuvo comiendo la cabeza.
— ¿Qué? Cada día estás más loco y me entiendes menos. O quizá no quieras hacerlo, ahora que tienes una familia, unas personas a las que puedas controlar a tu antojo, que sean capaces de tener el estatus que mamá y yo no tenemos, ¿verdad?
—No te atrevas a hablarme así, Leslie.
— ¿Y qué más te da si yo no te importo? Oh si, claro, es para no quedar mal delante de tu hija, ¿Pero sabes qué? Me da exactamente igual, tu nueva familia.
— Debería importarte.
— ¿Y eso por qué?
— Porque quiero casarme con Kelly en cuanto me divorcie de tu madre y por su puesto cuando te recuperes quiero que vengas a vivir con nosotros un tiempo.

Aquel bombazo que había soltado me dejó atónita por unos segundos. Sabía lo del divorcio, pero lo que no entendía eran sus razones para que de pronto quisiera que yo formase parte de su vida. No llegaba a comprenderlo.

— ¿Y si yo no quiero? ¿Has pensado por un segundo en eso? No puedes decicir por mi. Y por supuesto no estoy dispuesta a dejar a mamá y por si fuera poco en mi vida pienso jugar a la familia feliz con vosotros.

— Lo harás, o más bien no te quedará más remedio porque pienso dejar a tu madre sin nada después del divorcio.

—¿Es una amenanza? ¿Crees qué puede importarme? No, no pienso ceder a tus sobornos , ¿Nos dejarás sin nada? Bien, hazlo, nos buscaremos la vida juntas, como siempre, ¿O es que necesito recordarte que nunca estuviste ahí para mi? Siempre fuimos mamá y yo porque no te importábamos nada, sólo querías deshacerte de mi para seguir con tu vida perfecta. Estaba en coma pero no estaba muerta y podía oíros. Pero adelante hazlo, sigue con tu vida perfecta, no me necesitabas antes y menos ahora.

Mi padre se quedó perplejo al escucharme decir aquello, no se lo había esperado, Nunca había sido capaz de plantarle cara diciéndole aquello por miedo a que mamá pagase por ello pero ahora sabía que no podía pasarle nada, tenían mucha más gente alrededor que se preocupaba por ellas. Antes de que mi padre se dignase a contestar la puerta de la habitación se abrió de nuevo, salvo que esta vez entraron por ella Lisa, Josh y una enfermera con ellos. Ya habían terminado de hacerle las radiografías pertinentes y la enfermera le traía de vuelta a la habitación junto a su tía. La habitación permaneció en silencio mientras la enfermera ayudaba a Josh a volver a la cama, justo después se fue. Entonces Lisa no pudo permanecer más tiempo callada.

— Pero es que usted no tiene perdón de Dios ni vergüenza. ¿Depués de lo que hizo su novia todavía le da la cara a venir a ver a esta criatura? Y encima con semejante mononeurona que sólo tiene la cabeza para llevar pelo igual que su madre.

—No le permito que hable así de ellas, además usted no es nadie.

— Yo a usted si que no le permito que venga a molestar la tranquilidad de la pobre Leslie ni la de mi sobrino. ¿Qué no soy nadie? Soy la que le va a meter toda esa prepotencia de una patada en el culo, verá que gracia le hace. Además soy la que a este paso va a publicar una biografía de Alyson para destruir aún más su reputación.

Mi padre casi se queda blanco al escuchar aquello. Yo por mi parte al igual que Josh casi no pude reprimir la risa que me provocó aquel comentario de Lisa, cosa, que incrementó el enfado de mi padre.

— No sería capaz.
— ¿No? Intente ponerme a prueba.
— La demandaría.
— Hágalo. Tiene usted más que perder que yo, eso se lo aseguro. Haga el favor y váyase antes de que me enfade más de lo que estoy. Porque no aguanto a los hombres que se creen que tienen poder sobre todos. Por suerte su hija no salió a usted.

Ese comentario fue más de lo que mi padre necesitaba seguir soportando, por eso mismo no fue capaz de seguir por más tiempo en aquella habitación. Y tanto Josh como yo no pudimos reprimir la risa por más tiempo.

— ¿Y vosotros de qué os reís ahora?
— Perdón, tía, pero ese comentario fue lo más.
— Suerte que no te he criado de la misma manera que criaron a ese hombre. Y porque si no me denuncia, si no, le daba cada librazo a ese hombre que me quedaba a gusto…

No pude evitar reírme de nuevo, pero ese comentario sobre que ella había criado a Josh no me pasó desapercibido. Había algo en la historia de Josh y Lisa que me intrigaba bastante y eso que no acostumbraba a ser cotilla.

—Razón no te falta, Lisa. Gracias enserio, mi madre necesiataba una amiga que la defendiese como tú.

No podía decirle lo que mi padre había venido a decirme porque con lo poco que la conocía sabía que sería capaz de salir a buscarle y darle esos librazos que acababa de mencionar o por si fuera poco la patada en el culo que le había prometido a él, por eso mismo preferí no mencionar nada. Pero no por defender a mi padre, eso había llegado a la conclusión de que no lo haría nunca, si no, por defender a Lisa. No se merecía sufrir la ira de Garret aunque fuera por defenderlas a ella y a su madre. Sabía muy bien que a Lisa no la importaría, pero desde luego a mi si porque le debía mucho, tanto a ella como a Josh. Sin el que sin duda ahora no estaría ahí.